martes, 31 de octubre de 2017

Ruta de senderismo: Barrancos del alto Arlanzón

El río Arlanzón, que embellece a la ciudad de Burgos y la surte de agua potable tiene su nacimiento en los barrancos situados al suroccidente del pico San Millán. Recorreremos hoy el entorno de este enclave, disfrutando de sus bosques y de sus paisajes.

Dificultad: Alta, debido al desnivel. En todo caso los senderos y caminos son bastante diáfanos salvo el acceso a la fuente del río Arlanzón.
Orientación (sin GPS con cartografía o track): fácil en días despejados, salvo el acceso a la citada fuente.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 5 horas (18 kilómetros)

 


jueves, 26 de octubre de 2017

Ruta de senderismo: el barranco del arroyo Matanzas

Es difícil de sospechar, salvo que nos informen previamente, que en la cara sur del Mencilla, a tan sólo una treintena de kilómetros de Burgos, se encuentra uno de los barrancos más interesantes de la Demanda burgalesa. Estamos hablando del barranco de arroyo Matanzas, una cerrada y alargada garganta en la que, debido a la singular orientación, el hayedo consigue competir con éxito contra las extensas plantaciones de pino.

Dificultad: Media-Alta. La distancia es tirando a larga, y el tramo final junto al río se puede hacer un poco pesado para gente poco acostumbrada. El resto es pista muy cómoda y con desniveles escasos y llevaderos.
Orientación (sin GPS con cartografía o track): Fácil.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 5 hora y media (20 kilómetros)






martes, 24 de octubre de 2017

Árboles singulares: los sorprendentes alcornoques de Bozoo

Si hay un árbol mediterráneo, además de la encina, éste es el alcornoque (Quercus Suber). Asociado a lugares con precipitación más bien escasa y temperaturas medias elevadas, nadie esperaría encontrarlo en los montes de Bozoo, apenas a unos kilómetros de la ribera del alto Ebro y a cerca de 1000 metros de altitud.




El valor del alcornocal de Bozoo radica por tanto más en la originalidad de su ubicación que por su volumen. Está compuesto de unos 30.000 pies dispersos, la gran mayoría de pequeño porte, sobre todo bajo la sombra de pinares de repoblación.



La ausencia de otros alcornoques en las cercanías se ha venido explicando por la tradición popular, relacionándolo con las bellotas de dicho árbol que habrían traído consigo pastores extremeños para hacer su propio pan. A ello contribuye el hecho de que en la toponimia local figure el pago del “corral de los extremeños”.


Sin embargo, los últimos estudios apoyan la posiblidad de que el bosque sea autóctono, habiándose configurado, como otras poblaciones relictas del norte peninsular, durante el último periodo glaciar. De hecho el nombre de Sobrón (lugar muy cercano) podría derivar del nombre latino de esta especie (Quercus Suber).

En esta imagen se aprecia la diferencia con respecto a la corteza de la encina (a la derecha)

Las condiciones edáficas y climáticas son compatibles con el árbol, y las repoblaciones de pinos efectuadas durante los años 50 del pasado siglo favorecieron en primera instancia el fin del pastoreo y la desaparición del matorral como competencia. Sin embargo, hoy suponen una amenaza para esta población al reducir el aporte de irradiación solar.

En este área ya se han eliminado la mayor parte de los pinos.

Afortunadamente, con la integración del monte dentro del Parque Natural de Montes Obarenes se ha podido poner en marcha un proyecto para permitir el desarrollo de este valioso rodal. Poco a poco van siendo eliminados los pinos a medida que se van desarrollando los alcornoques, los cuales poco a poco van teniendo un porte interesante. Algunos ejemplares tienen ya varios metros de altura y cerca del metro de perímetros.


En la página web de la empresa Albera Medio Ambiente tenéis dos estudios sobre esta población de alcornoques. El mapa que he puesto en esta entrada está adaptado desde uno de ellos.

En este artículo os describo una ruta que además de acercarnos a este lugar, servirá para disfrutar del espectacular paraje de las Hoces de Sobrón.


jueves, 19 de octubre de 2017

Ruta de senderismo: Nacedero del arroyo Trambasaguas

La localidad de Belorado se sitúa en plena vega del río Tirón. Además de este curso de agua existe un arroyo, el Trambasaguas, que cruza el propio casco urbano. Hoy remontaremos este río hasta la zona en la que nace, en los montes de Ayago, en bonita ruta que, sin embargo, pensamos que tiene posibilidades de un mejor diseño.

Dificultad: Baja.
Orientación (sin GPS con cartografía o track): fácil en la primera parte; prácticamente imposible en la segunda mitad. No recomiendo realizar esta ruta sin GPS a menos que se replantee para hacerla más clara.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 3 horas y 45 minutos (14,5 kilómetros)





martes, 17 de octubre de 2017

La Piedra

La Piedra; así de contundente es la denominación de uno de nuestros pueblos, que recibe su nombre de la gran peña que da sombra al pueblo. Este lugar es por otro lado ejemplo de la construcción típica de la zona de páramos burgalesa: edificios macizos de piedra caliza hechos generalmente de mampostería reforzada con sillares en las esquinas y en los vanos, estos últimos por lo general pequeños.


El primer documento escrito referente a este lugar data del 7 de Julio de 1029, y aparece en el cartulario de san Juan de la Peña (Huesca). En él Doña Oneca enumera los bienes que posee en Castilla indicando, entre otros: “la villa que dicen Rivadevías íntegra, con su monasterio que está en territorio de La Piedra".

 

La Piedra fue durante la alta Edad Media capital de uno de los pequeños alfoces (coincidiendo aproximadamente con la cuenca del alto Úrbel) en que se organizó la primitiva Castilla. Cuenta la tradición que esta fue una de las plazas que recuperó Diego Laínez (el padre del Cid) de manos Navarras tras la batalla de Atapuerca de 1054.

 

Ya en el pasado más cercano, La Piedra y los pueblos cercanos fueron famosos por la calidad de su ganado equino, tanto de yeguas como de mulas, fruto de la combinación del frío y de la existencia de pastos de mejor calidad que en otras zonas de la comarca, y que eran muy valorados en las ferias que se celebraban en lugares como Villadiego o Polientes. No debemos olvidar, por otro lado, que un ramal de la cañada de las merinas tenía su destino de verano precisamente en estas tierras.


 
El edificio más notable es la parroquial de Santa María la Mayor, y más en concreto, su ábside de periodo románico tardío, con los arcos de las ventanas ya ligeramente apuntados. Los elementos más artísticos: capiteles, canes, columnas y ventanas, presentan un tono más claro, lo que indica un origen diferente del material y el hecho de que fueron encargados a otro maestro,



 

Esta afirmación, que se ve corroborada por la reseñable calidad de la labra (incluso los fustes de las columnas están tallados). El ábside se configura en tres paños separados por columnas. La vegetación fundamental es de roleos vegetales y elementos geométricos. Al interior, las arcadas ciegas quedan ocultas por el retablo. No obstante aún pueden verse unos cuantos elementos románicos dispersos de gran interés, dentro de una estructura general que ya corresponde al siglo XVI.


 

Estos datos, así como otros más cercanos y humildes, podemos registrarlos a través de la lectura del sencillo libro "La Piedra, piedra sobre piedra", escrito por antiguos vecinos del lugar. A lo largo del mismo podremos acercarnos a aspectos como la geografía, historia, arquitectura popular, arte, fauna y flora, economía, fiestas y tradiciones, usos y costumbres, juegos y diversiones de este lugar; siempre con una mirada al pasado y por otro lado, tan similares a los de muchos otros pueblos.


Aspecto general del interior del templo y personaje masculino. Fotos cedidas por Pedro Lozano.
 
Por citar un ejemplo, traigo aquí las leyendas relacionadas con el despoblado de "El Embid", que estaba situado a unos dos kilómetros al norte del núcleo actual. La tradición cuenta que en origen era un pueblo moro, y que durante la reconquista los pobladores tuvieron que abandonarlo precipitadamente, pero aún teniendo tiempo de enterrar un pellejo lleno de oro (nos suena, ¿verdad?) y poner encima una gran roca que aún existe y conocida por "El Peñón". Aún se puede contemplar en la base de la roca una serie de hendiduras, supuestamente producidas por las sogas de los cristianos en sus infructuosos esfuerzos para hacerse con el botín.

Muchos años después, el poblado de El Embid estaba próximo a su fin; sólo quedaba una mujer que se disponía a trasladarse a un pueblo cercano para evitar la soledad. Su intención inicial era trasladarse a Santa Cruz del Tozo, pero una riada le obligó a cambiar de planes e ir a La Piedra. Según la tradición, este hecho significaba que La Piedra tenía derecho a hacerse con el terreno correspondiente al antiguo pueblo. este tipo de leyendas son muy comunes, y nos remiten al periodo de restructuración y agrupación de núcleos de población desarrollado en la baja Edad Media.

martes, 10 de octubre de 2017

Ruta de senderismo: bosquetes de Valdelucio

El paisaje del Valle de Valdelucio aparece dominado por los campos de cultivo y los relieves calizos más o menos contundentes. Junto a los anteriores, en las partes más recogidas, aparecen pequeños y llamativos bosquetes en los que incluso se encuentras algunos grupos de hayas. Lamentablemente estos bosquetes están muy dispersos como para poder plantear una ruta consistente que recorra varios de ellos. La ruta que proponemos hoy es el resultado de un intento de hacerse una idea general del espacio.

Dificultad: Baja en términos generales, aunque hay que asumir las molestias de andar un buen tramo sin sendero y tener que sortear algunos puntos clave campo a través.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil en días claros.
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 2 horas y cuarto (8 kilómetros)


 

jueves, 5 de octubre de 2017

Castillo de Úrbel del Castillo

Úrbel del Castillo es un pueblo en el que la mayoría de los edificios lucen la buena y recia piedra castellana. A su entrada aún existen prados que recuerdan lejanamente a aquellos a los que llegaban los rebaños de la Mesta desde la sierra de Neila.


Pero hoy en día todo el conjunto queda supeditado a los restos de su antiguo castillo roquero, que podría aparecer acompañando la definición de "inexpugnable".Tanto es así que si intentamos acceder sin conocer el sendero más adecuado, es probable que acabemos enriscados y teniendo que usar las manos para alcanzar los restos de su torre del homenaje.


Los orígenes de este castillo hay que buscarlos muy probablemente en el periodo de repoblación de finales del siglo IX. Se encuentra ya documentado en el siglo XI, centuria en la que pasa a formar parte durante un pequeño periodo de tiempo (unos 20 años) del reino de Navarra como consecuencia de la división del reino entre los dos hijos de Sancho el Mayor.


Tuvo esta fortaleza cierto protagonismo durante esos años, al situarse justo en la línea divisoria. Como consecuencia de los resultados de batalla de Atapuerca (1054), los castellanos tiene via libre para recuperar el territorio perdido y las principales plazas van cayendo rápidamente en sus manos. Según algunos textos fue Diego Laínez, padre del Cid, el que se ocuparía de recuperar los castillos de Ubierna y de Úrbel.


En el libro "a orillas del Úrbel" nos narran la leyenda según la cual el castillo pudo rendirse gracias a la traición del navarro Íñigo Felones, que descubrió a los castellanos la existencia de un pasadizo secreto que desde la parte baja conducía al castillo. Tal vez el apellido Felones guarde relación con la palabra Felonía, que aún recoge el diccionario con el significado de deslealtad o traición. 


En los siglos posteriores la posesión de la plaza fuerte se alternó entre la Corona y diversas familias a las que la misma concedía su posesión en recompensa a determinados servicios. Ya en el siglo XV, época de construcción de los restos que ahora observamos, su propiedad estaba en manos de la familia de los Zúñiga. A nivel de anécdota, citaré que durante un año dicha propiedad fue retenida por los Reyes Católicos al optar esta familia por apoyar a Juana La Beltraneja. Registros del siglo XVIII ya dejaban claros el abandono y la ruina del lugar.


El resto más evidente de la fortaleza es una pequeña torre de planta pentagonal, con una forma adaptada al exiguo espacio de la cima de la peña. En el pequeño torreón llaman la atención unas pequeñas y estilizadas almenas. En el interior dos filas de canes dejan claro el espacio donde se ubicaban las plantas del edificio. 


En las zonas más practicables se observan también restos de pequeños muretes. Al pie de la parte más escarpada hay indicios de lo que pudiera ser la plaza de armas y de algún pozo. 






 

martes, 3 de octubre de 2017

Ruta de senderismo: de Eterna a Avellanosa de Rioja

Nueva aproximación a los Montes de Ayago burgaleses, zona muy poco poblada y conocida, que nos permite además una original aproximación al escondido pueblo de Avellanosa de Rioja.

Dificultad: Media-Baja. Cierta complicación en el ascenso por el cortafuegos.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil.
Belleza: Normal.
Tiempo y distancia: 3 horas y media (13  kilómetros)