Nos desplazamos hacia otra de las
zonas montañosas de la provincia, más en concreto a la villa de Pineda de la
Sierra, enclavada en plena sierra de la Demanda. Esta localidad, montañera como
pocas en la provincia, se sitúa en el alto Arlanzón, bajo la sombra de los picos Mencilla y San
Millán.
A la belleza del entorno se suma
la de la propia localidad, caracterizada por un homogéneo casco urbano dominado
por la piedra arenisca roja. En el mismo, son frecuentes las recias casonas de
los siglos XVII y XVIII, fruto de la riqueza ganadera que generaban los pastos
que abundan en su extenso territorio. Las fotos que aparecen a continuación
ofrecen una pequeña muestra.