La alargada alineación de los montes de
Ordunte, en el norte del Valle de Mena, constituye el último límite
septentrional de la provincia. Con una serie de cimas que van perdiendo altitud
de occidente a oriente, en su parte central se encuentra el pico que recibe el
mismo nombre que la sierra, Ordunte, aunque más frecuentemente es llamado por
el topónimo vasco Balgerri o Baljerri. Se constituye en una de las principales
atalayas de la zona, y junto al mismo existía uno de los pasos más
tradicionales entre los valles de Carranza y Mena.
Dificultad: Media. La principal dificultad
radica en el desnivel (con algunos tramos de desnivel muy acusado) y la longitud.
Orientación (sin GPS con cartografía o
track): Fácil, aunque hay que estar atentos a algunos cruces.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 5 horas y 16,5 kilómetros.
Para llegar desde Burgos hemos de salir por
la N-627 hasta Sotopalacios. Aquí se toma hacia la derecha la C-629 y se recorren
unos 90 kilómetros hasta el valle de Mena. Ya en este valle, y un poco antes de
llegar a Villasana (en concreto en Villanueva de Mena), tomamos el cruce a mano
derecha que nos conduce hacia Caniego y Hornes.
Aunque el recorrido se puede empezar en
Hornes nosotros decidimos, poco antes de llegar al pueblo, tomar el desvío
hacia Palacio de Hornes y Burceña. Superado el primer lugar y justo después de
superar un puente sobre el río Ordunte, encontramos un desvío a mano derecha
donde dejamos el coche.
Puntos de Interés
Puente y cascada de las Ahorcadas. Caballos
y vacas de los prados. Vistas de la montaña. Recorrido por los tramos de bosque
autóctono. Vistas sobre el valle de Carranza y sobre el valle de Mena. Acebo
del Ordunte. Hayas de Bospeñate.
Descripción de la
Ruta
Antes de empezar la ruta nos
podemos acercar al puente; desde el que se ve una pequeña cascada. Empezamos a
caminar por la pista (en los primeros metros podemos bajar a la base del salto
de agua) junto a unas grandes praderas ocupadas por ganado (estamos a unos 350
metros de altitud). En unos centenares de metros llegamos a un marcado cruce
que seguimos hacia la izquierda (volveremos por la otra alternativa) superando
una portilla. El paisaje aparece dominado por los pinares de repoblación,
aunque aparecen algunos ejemplares de acebos e incluso de madroños.
Caminando por la pista principal
vamos ganando altura suavemente dejando atrás los primeros kilómetros. Junto a
un gran ejemplar de roble, la pendiente se hace algo más acentuada aunque
pronto llegamos a una bifurcación (seguimos por la derecha) y descendemos un
poco.
A partir de aquí ya se asciende
claramente. Vamos superando sucesivamente hasta tres revueltas que nos permiten
ganar altura con más facilidad. Tras la última nos vamos acercando al bosque
autóctono, primero compuesto por robles y luego por hayas. Hemos alcanzado los
550 metros de altitud.
Poco después de entras en el
hayedo, junto a ejemplares de altura considerable, localizamos en el lado
izquierdo un marcado sendero que se sumerge entre los árboles. Como referencia
podemos tomarlo unos pasos más adelante; en una zona con varias mesas de
cemento. Desde aquí tenemos dos opciones, en función de que nos interese o no
pasar junto al acebo centenario que se encuentra cerca de la cima.
En el caso de que nos interese el
acceso más directo tomaremos este sendero. Cruzamos unas pistas algo más
marcadas para ascender de forma más directa por esta bonita vereda. La
ascensión es acusada pero llevadera, ignorando cualquier opción que nos haga
cambiar de dirección o perder altitud.
Este bonito tramo tiene alrededor
de kilómetro y medio, saliendo del bosque aproximadamente a los 850 metros de
altitud. Desde aquí empiezan las empinadas praderías de montaña, que superamos
con facilidad a base de sucesivas revueltas. Por encima de nosotros
identificamos ya el cordal de los montes, con sus sucesivas ondulaciones y, a
nuestras espaldas, el feraz valle de Mena, cerrado por la alargada crestería de
los montes de la Peña.
Superadas las revueltas
(ignoramos las derivaciones que nos alejan del cordal), alcanzamos el portillo
de Breña, a 920 metros de altitud, heredero del antiguo camino que comunicaba
Hornes (Valle de Mena) con Lanzas Agudas (Valle de Carranza). Hacia este último
valle las vistas son de gran amplitud y belleza. Desde el collado giramos hacia
la derecha siguiendo las rodadas del empinado cordal.
Vamos ascendiendo poco a poco por
esta trocha, que además marca la divisoria entre Burgos y el País Vasco, hasta
terminar alcanzando el pico Balgerri u Ordunte, a 1097 metros. Desde lo alto
tenemos grandes vistas: el cordal nos lleva desde el Zalama (el punto
culminante de esta pequeña sierra) hasta su continuación hacia oriente
perdiendo poco a poco altura; hacia el norte se localiza claramente el mar
Cantábrico (aunque casi siempre difuminado por la frecuente bruma), y con un
poco de atención puntos más concretos como la bahía de Santoña o el pico y
ermita de las Nieves. Hacia el sur disfrutamos con mayor amplitud de las vistas
de Mena, que ahora se ven completadas por la lámina de agua del embalse de
Ordunte.
La segunda opción de ascenso
implica seguir caminando por la pista principal, dejando de ascender e incluso
descendiendo un poco. Entre grandes ejemplares de robles y hayas llegamos hasta
el barranco por el que cae el arroyo del Alisal. Continuamos por el lado
contrario, más soleado y por ello con vegetación menos llamativa (de nuevo
pinar de repoblación).
Tras un giro se abre ante
nosotros el valle de Mena. Poco después localizamos un sendero que asciende
hacia la izquierda trazando un fuerte giro. Pronto llegamos a una bifurcación
en la que la opción principal asciende de manera muy brusca por una arista,
formando una especie de cortafuegos.
Aprovechamos los frecuentes
descansos a que nos vemos obligados para comprobar cómo el valle queda cada vez
más bajo a nuestras espaldas, cerrado por los cantiles rocosos de los Montes de
la Peña. Existen varias derivaciones hacia la derecha que ignoramos. Cerca de
los 900 metros de altitud el bosque se empieza a aclarar y la pendiente se
modera. Pasamos junto a un edificio en ruinas conocido como cabaña del Portillo
y se abre ante nosotros la panorámica del cordal montañero desprovisto de
arbolado.
El sendero gira y se encara con la
cima de Ordunte. Mientras a la derecha de la senda encontramos un rodal de
gruesas hayas, a la izquierda existe un árbol aislado. Llegados junto al mismo
vemos con sorpresa que se trata de un acebo de grueso tronco, especie que
rarísima vez supera el porte arbustivo. No en vano se trata del único ejemplar
de esta especie incluido dentro del catálogo de árboles singulares de Castilla
y León.
Desde el árbol decidimos atacar
directamente la cumbre, aunque con cierta tendencia hacia la izquierda para
hacer más llevaderos los últimos metros. De este modo enlazaremos con la otra
opción muy cerca de la cima.
Una vez en lo alto, y tras el
oportuno descanso, tenemos muchas opciones para continuar, incluyendo el
regreso por el mismo camino. Nosotros decidimos seguir el cordal en su descenso
hacia un nuevo collado. Vemos como un camino transita paralelo a nosotros, tan
sólo a unos metros por debajo. Desde aquí sólo nos separan unos cientos de
metros de ascenso hasta el siguiente buzón montañero, el Ilso de las Estacas,
que también decidimos incluir volviendo luego hasta este punto.
De regreso al último collado, bajamos
unos metros en dirección sur hasta localizar un cruce de caminos a la altura
del camino que antes indicamos. En este punto decidimos continuar de frente
hacia un grupo de robustas hayas. Ya junto a dichos ejemplares, vemos que los
de la parte derecha son especialmente espectaculares. Estamos en el hayedo de
Bospeñate. En el catálogo antes indicado se singulariza un ejemplar que parece
corresponder con un árbol que presenta una enorme rama caída; aunque sus
vecinos son igualmente llamativos.
Para continuar tenemos dos
opciones: la primera consiste en ascender hasta el cercano cruce y allí seguir
hacia la derecha, tomando un camino que empieza a descender y que pronto traza
un giro hacia la derecha. La segunda es descender directamente desde el grupo
de hayas, atravesando una zona de helechos, con clara tendencia hacia la
izquierda hacia otro grupo de hayas. Ya entre las mismas con un poco de
precaución enlazaremos con el mismo camino.
Desde aquí encontraremos varias
derivaciones, seleccionando en general el camino más definido y el que más
desciende. Vamos pasando zonas con un variado arbolado, destacando la presencia
de numerosos madroños.
El camino va perdiendo altura con
rapidez, trazando alguna que otra curva. Tras varios kilómetros culmina en una
pista más definida, a unos 620 metros de altitud y junto a un gran pilón de agua.
Entre las dos opciones decidimos girar hacia la derecha. Empezamos así un tramo
muy cómodo, sin apenas desnivel, por un camino que transita por un bonito
bosque. Tras cerca de un kilómetro superamos un arroyo y pronto el bosque se
abre.
A la altura de una curva
localizamos una portilla tras la que nace un primer sendero descendente.
Ignoramos esta primera posibilidad; pero unos cientos de metros más adelante
encontramos una portilla similar que, esta vez sí, superamos. Tras unos
primeros metros no muy claros vemos que el camino continúa mediante un “brutal”
descenso por un pinar (en realidad estamos en un cortafuegos). No en vano vamos
a perder 200 metros de altitud en tan sólo 700 de longitud.
El violento descenso termina
junto a una pista. Seguimos hacia la derecha pasando sobre una portilla
canadiense. Seguimos descendiendo pero ya de manera suave. Tras un rato
superamos otra portilla para enlazar con otra pista, también hacia la derecha.
Tras continuar rectos en un cercano cruce aún nos queda una larga recta hasta
alcanzar el cruce de los inicios de la ruta. Desde aquí sólo no queda desandar
los cientos de metros hasta donde dejamos el vehículo.
Comentarios
Tradicionalmente el acceso al Balgerri se realiza
bien integrándolo en el recorrido por todo o parte del cordal de Ordunte o
mediante ascenso y descenso por el mismo recorrido. Aquí hemos querido aportar
un descenso alternativo para completar un recorrido circular. Se recomienda
seleccionar un día despejado y a ser posible sin niebla.
Guarda este artículo como pdf e imprímelo cuando quieras
Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)
Vídeo con imágenes del recorrido.
9 comentarios:
Lástima de niebla. Podias haber visto el mar desde la provincia de Burgos. Laredo, Santoña etc.
Hola Montacedo, hay que ver que memoria que tienes después de los años, jajajaja.
Desde leugo es un lugar muy majo para caminar tanto por Ordunte, como cualquier otro lugar del Valle de Mena, donde hay varias rutas de pequño recorrido señalizadas.
Un abrazo
Gracias por los comentarios.
Zalama. Al menos, aunque en la foto no se aprecia, si que era muy bonito el efecto de los montes de la peña sobre el mar de nubes.
Abi. jeje. Bueno, tengo que reconocer que unas cuantas de estas rutas las redacté nada más hacerlas, por si alguna vez ponía en marcha algo como esto.
Un saludo
Otro día a hacer la cuerda casi entera, desde el portillo de breña al Zalama, merece la pena
Hola Montacedo, soy Julian de nuevo, te pusistes en contacto conmigo y por una serie de circustancias no te he contestado antes. Ahi va sobre la subida al Ordunte o Baljerri. Como comentas, al coronar la subida, tras el bosque de hayas (mencionar las dos que flanquean el camino y dan paso a la abertura de monte de brezo), llegas al llamado portillo de Brena, de la brena (sonbre el que juran los viejos meneses, al menos uno que conocí con su "Caso en Brena"), desde el portillo, a la izquierda se remonta hacia el Ordunte, pico que da nombre a los montes y a la cordillera, segundo mas alto de la misma despúes del Zalama. Si se coge la cordal hacia la derecha, sin pista aparente, tan solo paso de vacas, se puede iniciar el camino hacia el Zalama, merece la pena. Si el día esta despejado, tan solo nos queda caminar hacia el pico mas alto que vemos al fondo, subiendo la Maza del topo, (hay quienes lo llaman del Pando, aunque otros situan la maza del Pando mas alla del monte Ordunte, en dirección al Kolitxa y Balmaseda), luego el monte salduero y por último, antes de ascender al Zalama, el Lamana o Lagarma. Descendiendo este, antes de la subida al Zalama, si el cansancio puede, se baja monte a traves hacia el nacimiento del arroyo lagarma, desde aqui, bajo un bosque de hayas, encontramos una manga y un camino forestal en buenas condiciones, descendiendo por el llegamos a las Barcenas de Campillo (donde nos puede esperar un coche), torciendo a la izquierda dejando siempre a nuestra izquierda la falda del Zalama y orientandonos con la vista puesta en la llanaura del fondo, llegaremos a San Pelayo y Aguera. Entre la Maza del Pando y el Lagarma se encuentran los prados de Salduero, zona mas o menos llana donnde la gente del vecino valle de Carranza sube sus vacas a pastar, donde convergen los montes de Ordunte y la Sierra Mesada, es un paraje muy bello, marcado por la barranca del arroyo de Pozo Negro. En las faldas del Zalama que dan al Valle de Mena, hay algunas cabañas donde pernoctar, pero existe una en concreto del club de alpinismo de Carranza acondicionda, esta debajo de un Haya, y yo he llegado siempre desde el Zalama bajando en zig, zag hacia la pista que lleva a San Pelayo, siento ser tan vago.
http://b.tile.opentopomap.org/14/8037/6010.png
Hola Julián. Gracias por la info. En realidad la pasada primavera hice una bonita combinación San Pelayo-Zalama-Cascada de Aguasal-San Pelayo; que publicaré dentro de unos meses. Si quieres puedes transmitirme más ideas a través de aquí o en el Facebook que nos mandamos unos mensajes hace un mes aproximadamente.
Yo por mi parte cuando vaya a a ir por la zona seguro que vuelvo a consultarte: adelanto dos preguntas. 1) ¿Hasta que punto es accesible la subida al tres dedos por la vertical de Anzo, cerca de la cueva de Santa Cecilia? (he visto algunas fuentes de información y parece que tiene cierta miga). 2) ¿conoces el entorno del Hayedo de Leciñana? (solo pude explorarlo en un camino que va hacia Bercedo). Gracias de antemano.
Hola Montacedo.
Te respondo.
Respecto al Tres Dedos: La subida a la cueva de Santa Cecilia desde Anzo es empinada pero aparte de la pendiente no reporta dificultad. Desde la cueva, siguiendo el perfil de los acantilados, se llega al portillo de Avellaneda, este tiene dos pasos a la izquierda y a la derecha, el mas recomendable es el de la izquierda (por la derecha al final se estrecha y es mas dificil subir), hay que escalar un poco, pero no es dificil, yo subi el año pasado con un primo y su hija de 14 años. Desde la cumbre a la izquierda queda el Tres Dedos. Desde esta cumbre siguiendo la cresta se llega al Polvero, entre Peña de la Complacera y Castrejón. Un poco antes de llegar a este portillo se atraviesa un pequeño bosque, desde Losa estamos a la altura de Relloso mas o menos.
En el momento que salimos del bosque a un pequeño claro podemos observar una gran puerta metálica que cierra el paso al ganado hacia el Valle de Mena. Es el portillo en sí (hay que tener cuidado pues te lo puedes pasar de largo, hay una piedra pintada en rojo).Se cruza la cancela y al comienzo vamos en paralelo a la peña hasta quedar debajo de la Complacera (aqui dicen que hay otro paso entre los dos valles, a mi me cuesta encontrarlo) mas tarde curva aqui y curva alla bajando por un hermoso hayedo llegamos al deposito de aguas de Anzo. Recorrido circular.
Hayedo de Leciñana.
tiene varias entradas, desde el mismo pueblo de Leciñana y desde Bercedo y desde la bajada al Valle de Mena (en la mitada de la misma, antes de la primera recta). Te describo el acceso desde Leciñana. Atravesamos el pueblo teniendo como referencia la izquierda, al final del poblado, en paralelo a una casa medio en ruinas con una gran solana, tomamos el camino que asciende despacio hacia la izquierda, este nos lleva a un cordel, a la derecha la carretera CL629 a lo lejos, a la izquierda prados de ganado del pueblo, siguiendo este camino nos encontramos con la via de ferrocaril del tren Bilbao-La Robla, la cruzamos con cuidado (aún circula alguno) e inmediatamente nos internamos en el monte. Es un bonito hayedo que, como casi todos, ha sufrido la acción del hombre para sacar carbon vegetal (ya lo comentas tu en tu árticulo sobre las ferrerias del valle....curioso es meterse en los empinados montes y encontrarse esas zonas llanas, pequeños circulos donde se apilaba la leña para cubirla de arena y hojas y hacer el carbon). Si se sigue la pista, dejando los caminos que surjan a la izquierda y a la derecha (ultimamente se han abierto varios.....la industria maderera..en fin), llegas a un cruce (semiglorieta), por la izquierda se llega a la salida del hayedo en direccion a Bercedo, por la derecha se asciende hacia la cueva del moro y el brazuelo, mardita sea acabo de ver que ya lo has hecho, jejeje, caminante avezado que eres, así que te propongo otro recorrido. Desde el Brazuelo, siguiendo la cubre acercarse a la Lobera portillo (desde con cierta dificultad se pude descender hacia Lezana de Mena), donde se pude observar los restos que le dan nombre. A lo largo de la cresta se puden observar puestos y zanjas trincheras que atestiguan la divisoria de frentes de la guerra civil (inciso: si desde Irus se sube hacia el pico del cabrio y, en una vez coronado el portillo, en vez de seguir hacia la otra vertiente y el Salto del Aguasal, se continua por la cresta en direccion Arceo, al llegar al final de la cumbre, sobre el pueblo, se puden observar tambien trincheras bien formadas). Desde la Lobera una pista bien ancha nos dirige al portillo de la Magdalena.
Muchas gracias por tu información. El portillo de Avellaneda me sigue dando algo de respeto, pero lo pensaré. La verdad toda esta zona de cumbres me produce cierta inquietud ya que el terreno es muy irregular, con mucha pendiente y los senderos siempre parece que van a desaparecer dejándote con el culo al aire. El portillo del Polvero lo conozco pues hace unos años hice una circular Anzo-Polvero-Castro Grande-Complacera- Covides-Anzo (también aquí en el blog). Por cierto, hace unos días hice la subida que me proponías desde El Vigo a Peñalba de Lérdano y la verdad que es brutal. Empecé desde una pista anterior a El Vigo, aunque creo que se puede empezar desde el mismo pueblo y pasando inmediatamente bajo el tren. El caso es que llevaba algo de paliza del dia anterior y calculé mal las fuerzas. A poco me da algo. Hice una pequeña circular en la cima para ver el As de Bastos y el tejo. Mi intención era bajar hasta la lobera de Villabasil, pero no me encontraba con ánimos de bajar y volver a subir desde la misma. Como es una zona de hayedo creo que volveré a intentarlo este otoño con más fuerzas en las piernas. Gracias y un saludo.
Es quizás la subida mas bonita del Valle, pero tambien la mas dura, arriba, si se es valiente, se puede uno introducir en la cueva, desconozco el nombre, eso si con frontal y cuidado pues el suelo es resbaladizo. Desde allí he intendo ir por la cuerda hacia el portillo de la Magdalena, pero al final he tenido que bajar mucho hacia losa, por lo que nunca lo he completado. El tejo espectacular.
Un saludo y gracias a ti por tu magnífico blog.
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