En nuestro camino al monasterio de La Vid es probable que no prestemos atención a la ordenada y homogenea hilera de casas blancas que configuran el pueblo, tan distintas del habitual patrón castellano.
En realidad, la mayor parte del pueblo de La Vid y del vecino Guma son de nueva creación, concretamente de mediados del siglo XX, y responden al modelo de construcción que las autoridades franquistas repitieron una y otra vez en España para albergar a desplazados por la construcción de numerosos embalses.
En concreto, los desplazados a La Vid y Guma procedían en su mayoría del antiguo pueblo de Linares del Arroyo, a tan sólo quince kilómetros al sur, inundado por el embalse que hoy toma su nombre. No obstante, también algunos venían de lugares como Buendía, en Cuenca.
Una historia de estos colonos más detallada y humana la podéis leer en el blog de Elías Rubio.
3 comentarios:
Hola Montacedo, estan todos los pueblos cortados por el mismo patrón.
Un abrazo
Son pueblos frios, impersonales, todos cuadriculados milimetricamente, no hay nada como la anarquia arquitectonica de los pueblos antiguos. Apenas tienen historia, pero a decir de los colonos con los que he podido conversar todos salieron muy contentos, porque aunque al principio fue muy duro para ellos por dejar sus tierras y vivir un poco precariamente hasta que se les organizaba todo luego salieron ganando porque tenian mejores tierras de cultivo y mejores infraestructuras y servicios.
Pueblos son y como tal tambien tienen derecho a su pedacito de recuerdo en la memoria rural.
Saludos
Gracias por los comentarios.
Faustino, muy de acuerdo. No obstante, y aunque no tengo información de primera mano, creo que no siempre lo ofrecido compensaba lo perdido.
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