miércoles, 26 de mayo de 2021

Las canteras de Hontoria

Pocos serán los burgaleses que no hayan oído hablar de la piedra de Hontoria, aquella con la que se construyó nuestro más insigne monumento, la Catedral, pero también muchos otros tanto de dentro como de fuera de la provincia. 
 
Lo que es menos probable es que nos hayamos al menos acercado al lugar propiamente dicho de donde se extraía este material. Para ello, pasado el pueblo de Hontoria, tomamos la carretera que, hacia la derecha, conduce a Tornadijo. Enseguida llegamos al vallejo donde se abren las principales canteras, presidido por los restos de una antigua instalación militar. Por cierto, aunque en el imaginario popular siempre se habla de “Piedra de Hontoria”, lo cierto es que la mayor parte de la piedra se extrajo en terreno de Cubillo del Campo, y en menor medida de los citados Hontoria y Tornadijo.  
 
Aspecto parcial de la zona de canteras. En la imagen se observan dos bocas utilizadas actualmente para aprisco ganadero y restos de la instalación militar.

Aunque en las primeras centurias la explotación se desarrolló a cielo abierto, en el último periodo la piedra se extrajo subterráneamente, formando unas galerías de dimensiones considerables. Cabe decir que existen varias entradas a las diferentes canteras, algunas con cerramiento (empleadas incluso como aprisco para el ganado), otras de acceso “libre” y otras aún en explotación (actualmente por la empresa CALIZAS DE BURGOS).  
 

Algunos bloques extraídos actualmente.

Esta empresa es la concesionaria de la producción; así como de cualesquiera otros posibles usos que se quieran desarrollar en las antiguas canteras ya agotadas. Y es por ello que recientemente se ha creado una subdivisión para la puesta en valor turístico de estos lugares; en parte al “calor” de la celebración del octavo centenario de la puesta de la primera piedra de la sinpar Catedral de Burgos.  
 
Actualmente (primavera de 2021) existe un programa de visitas estándar que comprende la galería de un antiguo polvorín y una segunda galería sin alterar desde que finalizó la explotación. Está planificado un ambicioso programa a largo plazo para ampliar el potencial turístico e incluso comercial o cultural (por ejemplo, grabación de películas o spots, conciertos etc..). De todo ello os podéis informar en la web https://patrimoniodelaluz.com
 
La galería del antiguo polvorín o “La Catedral” se corresponde con una cantera abandonada que ya en periodo de guerra se utilizó para el fin indicado. Tristemente, como en otros casos, presos republicanos fueron obligados a trabajar en su acondicionamiento. Terminadas las obras quedó al cargo de las instalaciones un destacamento que se instaló en las edificaciones cuyos restos vemos en el vallejo junto a la carretera. Aunque hoy su aspecto es desalentador, cuentan los vecinos que en tiempos los militares tenían ciertas comodidades y contaban incluso con piscina. Todo ello tras menos de tres décadas de abandono del lugar y tras el consiguiente proceso de rapiña y desidia a los que tan acostumbrados estamos por estos lugares.  
 


Estado actual de las instalaciones militares

Llegado ese momento esta cantera empezó a ser frecuentada por personas de variopinto perfil; desde simples curiosos o interesados hasta grupos que aprovechaban los restos de instalaciones para diferentes actividades “lúdicas” que nos podemos imaginar. Con el planteamiento del nuevo proyecto se procedió a limpiar la gran cantidad de basura acumulada y derribar los muretes que aún existía, dejando un espacio diáfano que es el que hoy puede visitarse.  
 
Galería "La Catedral". A los lados los espacios destinados a almacenamiento del material del polvorín

Galería "La Catedral". Se observan perfectamente las formas de los bloques extraídos a pico.

Observamos así una galería amplia que permite hacer un recorrido circular (de hecho, así se diseñó para la circulación de camiones). En su parte más alta hay un curioso espacio semicircular (en tiempos se empleó para celebrar entre otras las obligatorias misas), con una columna natural en el centro, que parece hecho aposta para ser usado como escenario; y de hecho para ello es usado con cierta frecuencia; tal y como os detallarán en la visita.
 
Galería "La Catedral". Curioso espacio con columna central, apto para diversos eventos.

La segunda galería visitable, “el pozo”, permite hacerse mejor a la idea de cómo es una cantera de este tipo y cómo fueron las condiciones de trabajo en la misma hasta hace unas décadas; el trabajo a mano, las formas de cortar los bloques, su transporte, la iluminación… de todo ello es darán buena cuenta durante el recorrido. 
 

 


Diversas imágenes de la galería "El Pozo".

No en vano en los pueblos de Cubillo y Hontoria se han levantado merecidos monumentos a la memoria de aquellos canteros; algunos de los cuales aún vive. Cabe decir que en 2018 la Cabaña de Carreteros dedicó una de sus rutas a rememorar el transporte de estos bloques en carros de Bueyes hasta donde fuera menester.  
 


Monumentos a los trabajadores de las canteras en Cubillo del Campo y Hontoria de la Cantera

A todo ello hay que sumar quizás como principal punto de interés la impresión que ofrece a la vista este lugar subterráneo de piedra blanquecina que forma parte sin duda del más singular patrimonio burgalés.

miércoles, 19 de mayo de 2021

La original iglesia de Santa Olalla

Santa Olalla es un barrio de Espinosa de los Monteros separado de la capital municipal, aunque a tiro de piedra del maltrecho castillo de los Velasco. En el disperso casco urbano encontramos algunos edificios de interés, como esta casa con dos escudos. 


Sin embargo, si nos hemos acercado al lugar es para hablar de su pequeña iglesia de Santa Eulalia. Su modestia exterior no hace sospechar que nos encontramos ante uno de los edificios más sorprendentes de todo el románico burgalés. Y es que nada más franquear la portada nos encontramos con el cuerpo de la nave románica, interiormente articulados sus paramentos por altas arquerías decorativas de arcos de medio punto sobre pilastras prismática. 
 
 


La extrema simplicidad y la excepcional articulación del muro han hecho suponer orígenes prerrománicos para este templo, relacionándolo incluso con el arte asturiano. Y es que aun cuando pudiera parecer desatinado derivar de la arquitectura del reino astur (Santa María del Naranco, Santa Cristina de Lena) esta articulación muraria, no encontramos ni geográfica ni cronológicamente más claro referente para este templo de Santa Eulalia, sin menoscabo de una posible inspiración aragonesa. 



Sorprendería, en cualquier caso, esta recurrencia a modelos altomedievales en un templo consagrado en la tercera década del siglo XII, como constata la inscripción grabada en un sillar y parte de otro del exterior del muro meridional de la nave, hoy incluido en la sacristía. De caracteres algo descuidados, recuadrados por una incisión y dividida en siete renglones, reza:
 


ERAMCLXFVITCONSECRATA EC(c)L(esi)AS(an)C(t)A EVLALIA NOTVMDIE IDVS MARCII GUNDISALVVSPR(e)SB(ite)R ET PEREGRINVS AB EP(iscop)OMICHAEL TIRASONA FECIT CONSESECRARE

La traducción de esta consecratio sería: “En la era de 1160(año 1122) fue consagrada esta iglesia de Santa Eulalia, en el señalado día de los idus de marzo (15 de marzo). Gonzalo, presbítero y peregrino la hizo consagrar por el obispo Miguel de Tarazona”. 


Aunque resulta una incógnita el motivo por el que se recurrió a un obispo aragonés para la consagración del templo, es probable que la causa radique en la cierta violencia impuesta en el reino y su obispado principal por Alfonso I el Batallador en estos años, constando además la intervención del impetuoso aragonés en diversas donaciones a San Salvador de Oña y otros monasterios del norte de Castilla. Miguel fue el primer prelado, entre 1119 y 1151, de la recién recuperada Tarazona. 


Conserva el edificio otras dos inscripciones. La primera, inacabada, se grabó en la zona alta de la pilastra entre el tercer y el cuarto tramo de la nave y en ella leemos: +TELLU/ ABA FU, es decir “el abad Tello (¿fundó?)”. La otra inscripción, más completa pero de difícil lectura, se grabó en un sillar del mismo muro septentrional, sobre la pilastra que divide el segundo y el tercer tramo. En ella acertamos a leer, con muchas reservas:

+ TELLUABAPETRUSPASCANTOMA(g)IST(e)R FUN/AV... DAVE

La clara alusión a un abad llamado Tello del anterior epígrafe se completa aquí con otra a un maestro Petro Pascanto, por lo que encuentra nuevos argumentos un origen monástico del templo, anterior a la consagración de 1122.
 

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

GR85 (PLUS): Bercedo - Villasana de Mena

Tercera y última etapa de mi propuesta de “cierre” del GR-85. Trascurre en su gran mayoría por el Valle de Mena, aunque por la poca conocida parte sur de alto valle del río Cadagua. Si quieres ver la anterior etapa entra en este enlace.

Dificultad: Baja, la derivada de la longitud.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Regular. Hay muchos cruces en los que hay que estar atentos.
Belleza: Media
Tiempo y distancia: cinco horas y media y 19 kilómetros.



Puntos de Interés 

Paisajes de prados y borde de bosque. Vistas hacia los cantiles rocosos de Montija y Valle de Mena. Camino de las Enderrozas y cascadas de Irús. Torre y otras casas de Concejero. Monolito dedicado al nombre de Castilla.


Descripción de la Ruta 

Empezamos a caminar desde la iglesia por la calle principal, en dirección noreste. Una vez fuera del casco urbano y antes de incorporarnos a la carretera general seguimos recto por la antigua carretera en dirección al cementerio. A su altura giramos hacia la izquierda y pronto cruzamos la vía del tren. Continuamos más o menos en la misma dirección en ligera subida, que pronto se convierte en llano. A nuestra derecha los cortados rocosos de la Merindad de Montija, que continúan con los del Valle de Mena. 

Siguiendo el camino más evidente pasamos bajo unas líneas de alta tensión, giramos un poco hacia la izquierda y llegamos a un cruce en donde debemos girar a la derecha, por una vereda algo menos evidente. Tras superar varias portillas en dirección noreste llegamos a una plantación de pinos. El camino más claro parece tomar altura, y decidimos bajar dejando dicha plantación inicialmente a nuestra izquierda. 

El descenso es evidente mientras aparece ante nosotros la parte más occidental del valle de Mena. Llegamos a un cruce, justo a la altura de las líneas eléctricas, en donde giramos hacia la izquierda, de modo que el descenso vuelve a suavizarse. Sin mayores novedades alcanzamos las escasas edificaciones del poblado de Laya. Desde aquí seguimos un ramal de la antigua carretera hasta una curva. Aquí un camino nos permite enlazar con un nuevo ramal que nos lleva sin problemas hasta Irús.

Una vez en el pueblo seguimos las indicaciones en dirección a la conocida ruta de las cascadas de Irús y el camino real de las Enderrozas; no sin antes contemplar las recias casas del pueblo y su iglesia acastillada. Se trata de un delicioso y sombreado sendero, siempre descendiente, que aprovecha un antiguo camino empedrado y que además se ve sazonado por varias cascadas. 

Superada la última cascada el sendero va saliendo poco a poco del bosque hacia una zona de praderías, en ligera ascensión, hasta alcanzar el pueblo de Arceo. Desde aquí seguimos por la carretera que hacia la derecha nos vuelve a conducir al río. Tras un estrechamiento llegamos a las primeras casas de Concejero. Cuenta este pueblo con una restaurada casa-torre (algo alejada del sendero) y con algunos otros edificios de interés que quedan a la vera de la carretera. 

Dejando atrás las casas la carretera gira hacia la derecha, momento en el que nosotros la abandonamos para subir por una rampa cementada relativamente llevadera. Se abre ante nosotros la parte principal del valle de mena, con sus ondulaciones, prados y bosquetes. Es esta una zona relativamente soleada, por lo que son abundantes las encinas y robles, junto con otros tipos de árboles y arbustos. 

Sin mayores novedades alcanzamos el reducido lugar de Hoz de Mena. Cruzamos entre dos casas más bien hacia la izquierda y bordeamos un huerto dejándolo a nuestra derecha de modo que giramos hacia dicha dirección. Entramos en un sendero relativamente limpio en suave ascenso hasta que alcanzamos el cruce con la carretera que conduce al barrio principal de Taranco, a la altura de una casa aislada. Nos limitamos a cruzar la carretera y pronto observamos la corta bajada hacia el emplazamiento del monumento y ermita del lugar del Monasterio de Taranco en donde por primera vez se citó el nombre de Castilla

Tras unos minutos de obligada reflexión tomamos la carretera que asciende hacia nuestra derecha; la cual muere al llegar a dos casas. A la altura de la primera de ellas (que muestra algunas ventanas geminadas de posible origen medieval) nace un camino hacia la derecha que tomamos. Al principio la hierba está algo alta pero pronto avanzamos sin problemas, con un prado hacia la derecha. El camino muere junto a la carretera que conduce a Ordejón de Mena; aldea que alcanzamos tras un fuerte repecho. 

Desde este pueblo, con buenas vistas del valle y de “la Peña”, tenemos dos opciones. La primera y más sencilla es continuar recto para tomar el camino que poco a poco va girando a la derecha hasta llegar a la carretera Caniego-Hornes. Sin embargo, el camino “oficial” llega hasta la parte central del pueblo hasta que vemos un pequeño tramo cementado que sale hacia la derecha. Lo tomamos y vemos como desaparece en una bifurcación de senderos. 

Seguimos el que desciende algo más hacia la izquierda entrando en el tramo más complicado de la etapa ya que está algo cerrado de vegetación. Muy pronto alcanzamos un pilón mientras que el sendero se cierra más junto a una portilla ganadera. No queda otra que abrir y pasar por la portilla. Desde aquí podemos buscar un punto en mejores condiciones del sendero anterior (luego girará hacia la derecha) o bien cruzar en diagonal el pequeño prado hasta un punto en el que es fácil de superar el vallado. 

Al otro lado buscamos el sendero hacia la derecha y vemos como sorprendentemente a los pocos metros se vuelve cómodo (en parte por ser muy sombreado). Subimos un poco y empezamos un largo descenso primero con prados a la izquierda y luego a los dos lados. Tras el largo descenso, con los montes de La Peña frente a nosotros, alcanzamos una bifurcación. Parece más clara la opción derecha, pero hemos de tomar la izquierda para subir suavemente. Al poco la pendiente se hace más acusada mientras entramos de nuevo en una zona sombreada.


Finalmente desaparece el desnivel y minutos después alcanzamos el pueblo de Caniego. Aquí tomamos la carretera hacia la derecha pero unos 100 metros después, cuando la carretera gira un poco hacia la derecha, buscamos un ramal cementado un poco hacia la izquierda, junto a una gran casa cúbica. El camino cementado baja suavemente transformándose en un cómodo y bastante sendero que nos conduce con comodidad hasta Villasana de Mena.

Comentarios 

Ruta sencilla aunque algo larga; el sube baja de la parte final se puede hacer algo pesado. En general algo monótona, aunque con algunos tramos de interés y en general el paisaje verde del Valle de Mena. Aunque coincidimos en la práctica totalidad con el “Camino Olvidado” (ramal que pasa por Villasana), la señalización es escasa. En algunas partes habría que hacer una limpieza periódica para que no crezca demasiado la hierba. No obstante todo esto queda un tanto en entredicho puesto que hasta el momento (mayo de 2021) el Ayuntamiento del Valle de Mena se desentiende de esta ramal del Camino de Santiago.

Track para GPS.


Powered by Wikiloc

Vídeo con imágenes del recorrido

miércoles, 5 de mayo de 2021

GR 85 (PLUS): Quintanilla del Rebollar - Bercedo

Continuamos con la segunda etapa de mi particular propuesta para hacer totalmente circular el sendero de largo recorrido GR-85. Puedes ver la descripción de de la primera etapa aquí.

Dificultad: Baja. Algunos sube-baja no muy largos. Puede haber tramos embarrados
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Regular. Hay muchos cruces en los que hay que estar atentos.
Belleza: Media
Tiempo y distancia: cinco horas y media y 20 kilómetros.
 

 

Puntos de Interés  
 
Casco urbano de Quintanilla del Rebollar. Paisajes de prados y borde de bosque. Vistas hacia las conchas de Sotoscueva. Algunos edificios populares y casas montañesas en las localidades visitadas. Plaza de Espinosa de los Monteros. Robledal de Villasante. Iglesia románica de Bercedo.
 
Descripción de la Ruta  
 
La primera parte de la ruta tomará como referencia la parte baja de los senderos de pequeño recorrido PRC-BU-37 y PRC-BU-38, en dirección este camino de Espinosa de los Monteros. De este modo las señales de color amarillo y blanco nos servirán como referencia; amén de algunos carteles indicadores.
 
Tomamos como referencia para esta segunda etapa la plaza que se abre junto al original y valioso lavadero-abrevadero de Quintanilla del Rebollar, aunque se puede seleccionar otro punto que se considere oportuno. Desde aquí avanzamos en dirección este pasando junto a un edificio que funciona como Posada Rural y salimos del núcleo por una pista asfaltada.  
 
Nos acompañan ya los ricos pastos que dominarán la etapa, especialmente llamativos en la primera mitad de la misma. Al poco llegamos a una bifurcación, a la izquierda llegaríamos al barrio de El Rebollar, pero nosotros seguimos hacia la derecha. Pronto llegamos a otro cruce. Ignoramos una primera opción muy clara hacia la izquierda camino de un grupo de casas; y unos metros después sí giramos hacia la izquierda aproximándonos mucho a la vía del tren siguiendo un camino poco marcado.  
El nuevo camino se une a otra carretera en la que de nuevo hemos de girar claramente a la izquierda, superando las vías férreas y llegando al pueblo de Redondo. Tras dejar atrás el caserío siguiendo las señales mantenemos cierta altitud, con lo que seguimos teniendo buenas vistas del Valle de Sotoscueva y sus peculiares “conchas” o peñas calizas.  
 
Siguiendo caminos tradicionales, siempre paralelos a las vías de “La Feve” acabamos llegando a barrio de Para, ya en el término de Espinosa de los Monteros. Este núcleo está relativamente bien conservado. En todo caso más adelante seguimos igual, paralelos a las vías, aunque algo por encima de las mismas. Tras aproximadamente un kilómetro llegamos a una pista que tomamos en sentido ascendente hasta alcanzar el barrio de Santa Olalla. Seguimos subiendo ya entre las casas hasta la altura de la iglesia; aunque sin llegar a la misma giramos hacia la derecha y bajamos alcanzando en unos minutos el lugar en donde se levanta las tristes y aún así orgullosas ruinas del Castillo de Los Velasco o “torre ilustre”.  
 
Alcanzamos el borde del río Trueba, que tendremos como referencia buena parte del resto de la etapa, y lo cruzamos por el puente de la carretera. Callejeamos en dirección a la inconfundible silueta de la torre de la iglesia de Santa Cecilia. Justo a la altura de su entrada hemos de girar hacia la derecha, pero antes podemos asomarnos hasta la plaza y observar el imponente Palacio de Chiloeches. Siguiendo la calle indicada, girando ligeramente hacia la izquierda llegamos a otro puente que cruzamos para dejar atrás la localidad.
 
A partir de este punto vamos a seguir unos kilómetros el trazado de la senda local de Monte Edilla (color azul y blanco) y del GR 1006 Senda de los Monteros (color blanco y rojo), lo cual facilitará la orientación; amén del ya citado camino olvidado. Subimos un poco y vamos girando un poco hacia la izquierda. Pasamos junto a una charca para uso ganadero y poco a poco vamos subiendo hasta que tras un giro a la derecha afrontamos una subida fuerte aunque corta, siempre siguiendo las indicaciones.  
 
Salimos así a una especie de meseta más abierta de vegetación, en la que nos incorporamos a un camino que viene por nuestra derecha. Pronto llegamos al borde de un cortado bajo el que vemos de nuevo el río. Minutos después, en las proximidades de una nave ganadera, tenemos la opción de bajar hasta el borde del río, pero mejor seguimos recto hasta alcanzar la carretera Espinosa – Baranda. Aquí, casi enfrente aunque un poco hacia la izquierda, vemos el nacimiento de una pista que continúa hacia el este paralela al río. Desde este punto termina nuestra coincidencia con el sendero del Monte Edilla.  
 
Entramos así en una zona mucho más abierta de vegetación. La pista hace el avance rápido aunque monótono. La nota de color la tenemos hacia nuestra izquierda, con el río a nuestros pies y al otro lado la espesura del robledal del monte Edilla. Vamos cubriendo kilómetros sin novedad entrando en el municipio de Merindad de Montija, hasta que tras un suave ascenso alcanzamos la parte alta de Loma de Montija.  
 
Bajamos hacia la parte baja, junto al río. Justo antes de cruzar el puente dejamos de compartir trazado con el sendero GR-1006, que gira decididamente hacia el sur. Pasado el puente giramos hacia la derecha y al poco hacia la izquierda, atravesando con ello la carretera BU-542. Al otro lado continuamos en dirección noreste en ligero ascenso por una zona sin especial interés, hasta alcanzar la parte occidental de Villasante.  
 
No entramos en este pueblo, sino que avanzamos paralelos a su calle principal atravesando una llamativa dehesa de robles que según parece se conservó porque durante la guerra sus troncos se llenaron de balas haciendo poco rentable su corta. Terminado el robledal seguimos hacia el norte hasta que a la altura de unas naves (es fácil despistarse) tomamos hacia la derecha un camino cuyo piso se ha rellenado de escombros.  
 
Nos queda una nueva rampa, que a estas alturas se hace algo pesada, hasta que ya vemos bajo nosotros la localidad de Bercedo. Sólo queda continuar hasta el punto en el que se cruza la N-629. Llegamos así al borde del cauce del río Cerneja, que hemos de cruzar siguiendo la calle principal del pueblo. Terminamos esta etapa a la altura de la interesante iglesia románica; cuyo elemento más llamativo es una portada profusamente decorada.

Comentarios

Ruta sencilla aunque algo larga. Es más interesante la primera mitad ya que se avanza por senderos más tradicionales y está más sombreada.

Track para GPS:


Powered by Wikiloc

Vídeo con imágenes del recorrido: