miércoles, 23 de junio de 2021

Medinilla de la Dehesa

La aparición de este pueblo en el blog viene justificada por la existencia de una iglesia románica construida parcialmente en ladrillo de tintes mudéjares, caso único en la provincia si exceptuamos el templo de Arcos de la Llana. A continuación muestro algunas imágenes.
 


 

 

 
El templo sufrió una importante transformación en el siglo XV; momento éste en el que entre otras cosas se tapió la portada original. El románico de ladrillo se extiende al interior del templo; donde aún es más evidente.
 






Del patrimonio de este pueblo destacamos también una bonita fuente de sabor rústico...

 
 ...Y el crucero que encontramos en la plaza de acceso al pueblo.


miércoles, 16 de junio de 2021

Iglesia románica de Valdazo

En las proximidades de Briviesca, aunque en un valle un tanto escondido, se encuentra la localidad de Valdazo. Sus casas muestran algunos interesantes ejemplos de arquitectura popular de entramados de madera, aunque el aspecto de las mismas es mejorable debido a una cierta sensación de abandono.

martes, 8 de junio de 2021

Ruta de senderismo: El Pico Humión

El pico Humión, con sus 1434 metros, es el monte más alto de los Montes Obarenes, y también la mayor cima en la transición entre la Ibérica y la Cantábrica. Ello le confiere una gran simbología entre los montes de Burgos, a lo que se suman unas grandes perspectivas. Aunque el ascenso más habitual y más cómodo se realiza desde la aldea de Cubilla, al sur, los montañeros prefieren la opción más estimulante del lado norte, que supone 400 metros más de desnivel. Además ahora existe la posibilidad de realizar un trazado circular que aumenta considerablemente la belleza del recorrido. 


Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Media. En la zona alta puede resultar algo complicado orientarse si hay niebla y en el último tramo hay varios cruces en los que hay que estar atentos.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 6 horas (18 kilómetros).
 

 


Situación

La ruta parte del pueblo de Orbañanos. Para llegar allí desde Burgos tal vez la opción más recomendable sea tomar la AP-I en dirección norte hasta Ameyugo. Allí seguimos la carretera regional que se dirige hacia Orduña. Pasado Puentelarrá y ya en tierras alavesas, tomamos la carretera que remonta el Ebro pasando por Sobrón. Tras recorrer todo el lado norte del embalse, el primer cruce a mano izquierda nos lleva muy pronto a nuestro destino tras pasar por Tobalinilla. Cruzamos todo el pueblo hasta la última casa, lugar en donde podemos dejar el coche a la sombra y junto al que se encuentra el panel explicativo de la ruta.

Puntos de interés

Ruinas de la iglesia de Orbañanos. Sendero de ascenso. Tramos de hayedo. Vistas sobre el valle de Tobalina. Vistas sobre la sierra de Oña y Montes Obarenes. Pico Humión. Pico Flor. Pico Mancubo. Sendero de retorno a Orbañanos.

Descripción de la ruta

Desde el lugar indicado la calle se convierte en camino y asciende suavemente pasando junto al cementerio. Pronto llegamos a un cruce, junto a un depósito de agua, en el que seguimos recto. Tras unos minutos, justo antes de que el camino se empine considerablemente y empeore su firme, hemos de localizar la señal de comienzo de sendero que surge por el lado izquierdo.

Tras pasar junto a un último depósito pronto nos introducimos en la espesura, en donde la especie dominante es el boj, en esta primera zona acompañado de pinos. Al poco el sendero principal gira hacia la derecha ignorando otro que sigue más hacia el este. A partir de aquí la pendiente es considerable durante toda la ascensión, aunque no insoportable.

Siguiendo el único sendero posible entre la espesa vegetación pronto llegamos a un estrechamiento del terreno en donde surgen las primeras hayas. Pasada esta angostura, se alternarán los bojes y las hayas durante buena parte de la ascensión, mientras que a nuestra espalda vamos teniendo cada vez mejores perspectivas del valle de Tobalina y la Sierra de Arcena. No tardamos mucho en ver la mole oscura del Humión.

Concentrados en el esfuerzo y en los zig-zags del camino vamos ganando altura sin grandes novedades en el paisaje. Hacia la cota 1000 entramos en un hayedo algo más consistente, el hayedo de los Campos, pero no mucho más adelante salimos hacia la zona más abierta, no lejos ya del cordal del portillo Jarrilla. Desaparecen los arbustos y el último arbolado viene representado por unos achaparrados pinos.

El sendero, que transita entre enebro rastrero y gayuba, va siendo cada vez más difuso hasta acabar desapareciendo. A partir de aquí nos guiamos por la ubicación de la cumbre y por los hitos montañeros de piedras amontonadas, por una zona de pendiente suave. Los minutos van pasando mientras nos aproximamos a la cumbre. Al final acabamos llegando a la ceja rocosa que cierra el Humión por el sur y sin excesivas complicaciones acabamos llegando a la cumbre, en donde se haya una pequeña torreta culminada por una cruz.

Hacia el norte tenemos unas vistas muy parecidas a las que ya menos tenido durante el ascenso. Al fondo se observan algunas cumbres de la Cordillera Cantábrica y más cerca la sierra de la Tesla y la ciudad de Frías. Hacia el suroeste tenemos las llanuras castellanas y más cerca la sierra de Oña y la parte final de los Obarenes. En medio de la sierra se abre un valle con abundante vegetación, por el que transita la calzada entre Cubilla y Encio. Al fondo vemos algunas cimas de la Sierra de la Demanda, aún con nieve. Al este el paisaje aparece cerrado por el pico Flor, hacia el que nos dirigimos a continuación.

De vuelta en la planicie del Portillo Jarrilla continuamos hacia al pico Flor (1340 mts), que se encuentra enfrente. Nos llevará unos quince minutos de ascenso no muy duro, buscando las mejores veredas entre la rala vegetación. Desde su vértice geodésico tenemos muy buenas vistas del Humión y del valle de Tobalina. Tras un oportuno descanso continuamos por este cordal en dirección sureste que deja la caída más pronunciada hacia la izquierda. Al principio el desnivel no es demasiado acusado, pero poco a poco es más evidente mientras aparece ante nosotros la achaparrada cumbre del Mancubo (1184 metros).

Llegados al collado previo a la citada cima (1098 metros) identificamos la señal que nos indica la continuación del descenso hacia Orbañanos (cerca de seis kilómetros). Subimos al Mancubo del cual nos separa menos de un kilómetro de fuerte repecho. Desde la cota tenemos buenas vistas, en días despejados, del sector más oriental de los Montes Obarenes y de la llanura de Miranda de Ebro (Con Santa Gadea del Cid en primer plano).

Regresamos al collado y buscamos con atención las señales (pintura morada) para continuar el sendero. La vereda va bajando a media ladera de un amplio valle bastante abierto de vegetación, cruza un pequeño bosquete y empalma con la variante que viene desde Bozoo. Repentinamente se introduce un umbrío y delicioso hayedo que protagonizará los siguientes kilómetros. Al principio cruzaremos transversalmente otras dos pistas semiborrosas. Descendemos un buen tramo en el que el único punto complicado se deriva de un pequeño corrimiento de tierras que obliga seguir una variante algo incómoda durante unas decenas de metros.

Finalmente, tras dejar atrás la bucólica fuente de Valmayor, el sendero pasa a una ladera algo más soleada y pasa a ser ascendente en dirección a una torre de alta tensión. Antes de llegar a la misma alcazamos un zig-zag que es el resto más evidente del antiguo camino que permitía comunicar Tobalina con la llanura de Miranda (Orbañanos-Bozoo). Superado este pequeño portillo llegamos a unas roderas algo más marcadas que continúan en dirección noroeste. No obstante, pronto llegamos a una nueva bifurcación. Hacia la derecha iríamos hacia Tobalinilla por lo que hemos de seguir hacia la izquierda, aunque casi inmediatamente abandonamos la nueva pista por un borroso sendero que bordea una charca en donde puede que canten las ranas.

Desde aquí no queda sino seguir el sendero sin cambiar de dirección. En algunos puntos hemos de superar pequeños ascensos. El último tramo transita junto a unas tierras de labor que quedan a nuestra derecha hasta que finalmente llegamos al recinto del cementerio, ya a las afueras de Orbañanos y al lado de donde dejamos nuestro vehículo.

Comentarios

La ruta se corresponde inicialmente con el PR-BU-111, sendero incluido dentro de la red del Parque Natural de Montes Obarenes- San Zadornil,. La señalización es muy escasa aunque en general no es necesaria. En la parte alta no existe tal señalización por respeto al entorno montañero. Finalmente se regresa por el llamado Camino Real de Orbañanos, señalizado igualmente por el personal de dicho parque. Al respecto cabe decir que en el pueblo de Orbañanos merece la pena acercarse a las ruinas de la iglesia de San Juan, vinculada a un antiguo monasterio que se remonta al siglo IX. Este monasterio guardaba el principal paso montañero que permitía salvar los Obarenes desde Tobalina hacia la llanura de Miranda de Ebro. Más información aquí y aquí. En las cercanías de las ruinas existe una fuente con agua fresca de la que podremos proveernos.

Estamos ante una ruta relativamente dura con más de 1100 metros de desnivel acumulado; concentrado especialmente en los 3 primeros kilómetros. Para los montañeros no representará mayor problema debido a la escasa longitud y el buen estado del sendero pero los senderistas principiantes deben tenerlo en cuenta.
 
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Vídeo con imágenes del recorrido




miércoles, 2 de junio de 2021

Yacimiento romano de Clunia

 Aquí fue, ya no es. La culta azada
busca el mosaico y la columna rota:
restos de antigua acrópolis, remota
ciudad bajo el escombro sepultada.

Sobre la faz de la techumbre arada,
a la lluvia y al sol la espiga brota,
mientras el viento, que la cumbre azota,
vuela en ficción de verde marejada.

Romano torso al descubierto yace.
Y mojón de polígono o parcela,
Truncado pedestal de estatua asoma.

Para enseñar que Dios hace y deshace
los imperios, al circo pide escuela
Clunia, que sabe la lección de Roma.
(Bonifacio Zamora)
 
 
Sin lugar a dudas Clunia es uno de nuestros mayores tesoros patrimoniales, pero como ocurre con casi todos los lugares arqueológicos es muy difícil de vender. Tanto más cuando el yacimiento ha sido expoliado durante siglos y siglos. Así que, pese al empeño de la Diputación de Burgos, no acaba de arrancar.

Las ruinas de Clunia se localizan sobre la extensa planicie que culmina el alto de Castro, un cerro de 1023 metros de altitud que se alza sobre el valle del río Arandilla. Antes de la llegada de los romanos el lugar estuvo ocupado por un estratégico asentamiento del pueblo celtibérico de los arévacos. Durante las guerras sertorianas Pompeyo asedia Clunia donde resiste Sertorio. A la muerte de este (75 a.c) Pompeyo acaba con sus partidarios ocupando Clunia. Veinte años más tarde se desarrolla aquí el último episodio de las guerras numantinas.

Bajo Tiberio (14-37 d.C) Clunia cuenta con el estatuto de municipio romano pues acuña monedas con la efigie de este emperador y los nombres de los magistrados de la ciudad. Sabemos que es capital de convento jurídico a mediados del siglo I d.C. Su amplia Jurisdicción, que abarcaba la totalidad de la antigua celtiberia, se extendía desde la costa cantábrica hasta el sistema Central y desde Asturias hasta Navarra y La Rioja.
 
Simulación de la extensión de Clunia durante el imperio romano.
 
En la sublevación de Galba contra Nerón, En el año 68 d.c, este se refugia en Clunia, levantando la Legión VII Gemina y esperando hasta ser proclamado emperador por el Senado. En agradecimiento a la ciudad que le alberga le concedió el importante título de colonia y le dio su nombre. La colonia de Clunia Sulpicia fue consolidándose como un gran centro judicial, administrativo y religioso por el que pasaban muchas de las vías de comunicación de la región. La más importante era la de Ab Asturica per Cantabriam Caesaraugustam, que comunicaba las actuales ciudades de Zaragoza y Astorga. También fue muy notable su desarrollo económico como centro de un enorme territorio cerealista.

Todo esto hizo de Clunia una poblada urbe cuajada de grandes y numerosos edificios públicos. Sus cerca de 30.000 habitantes pudieron disfrutar de un monumental foro, con forma de gran plaza rectangular porticada y situada en la intersección del cardo máximo y el decumanus. Estaba diseñada no sólo para el municipio, sino para reunir en momentos señalados a ciudadanos de todo el convento jurídico. La función rellgiosa se situa en la cabecera del foro, presidida por el templo de Júpiter. La función comercial se desarrolla en el espacio central, una plaza porticada, donde hay pequeños locales denominados tabernas y espacio bajo el pórtico para venta ambulante. La función jurídica de desarrolla en los pies del foro en un edificio llamado Basílica, gran espacio cubierto donde se resuelven los pleitos y sancionan contratos. También sirve para guardar las leyes y de registro. En su condición de Convento Jurídico, la basílica servía, una vez al año, para recibir al Gobernador de la Provincia Hispania Citerior y celebrar juicios relativos al territorio de todo el convento.

La adaptación de un entramado de galerías naturales subterráneas servía para suministrar agua, a través de pozos, a la abundante población. Como cualquier ciudad de su categoría contaba también con sus correspondientes baños públicos. Las termas descubiertas en Clunia, al igual que el foro y el teatro, están entre las más grandes y lujosas de las construidas por los romanos en toda la península Ibérica. La zona de termas conocida como “Los Arcos”, muestra una planta simétrica y no ha sido excavada en su totalidad.
 





Diversas imágenes de las termas "Los Arcos" de Clunia. Nótese la existencia de un mosaico y el abundante empleo del llamado "hormigón romano".
 
Clunia pervive hasta finales del siglo VII pero su importancia en época visigoda decae, como parece demostrar su desaparición de las fuentes literarias, la carencia de ceca y la instauración de una sede episcopal en Osma.

A pesar de su secular expolio, Clunia ha constituido un inagotable filón para los investigadores, que ya empezaron su estudio desde finales del siglo XVIII. Entre los hallazgos con resonancia artística destacan las esculturas ornamentales, los mosaicos, el conjunto epigráfico y una valiosa colección numismática. Buena parte de lo mismo lo podemos ver en el Museo de Burgos.
 
Plano de Clunia según Loperráez. (1788).
 
En todo caso, el elemento más característico para el que hoy se acerca a Clunia es su teatro. El teatro de Clunia se construyó en las afueras de la ciudad, en el exterior de las murallas y aprovechando un afloramiento rocoso situado en la ladera nororiental del alto del Castro. Gran parte de la cavea o del graderío está tallado en la roca viva a la manera de los teatros griegos. Los espectadores del teatro de Clunia no solo disfrutaban de las distintas representaciones teatrales, sino que también podían contemplar desde sus localidades el impresionante panorama natural abierto debajo de la planicie en la que se alzaba la ciudad: una extensa llanura enmarcada entre montañas y cubierta por frondosos bosques de encina, quejigo y sabina albar.

Debido al secular expolio de sus materiales pétreos para la construcción de muchas de las iglesias, castillos y casas de los pueblos del entorno, el teatro de Clunia ha quedado reducido a su mero esqueleto. Además del graderío, que al estar tallado no puede robarse, quedan los restos del escenario y de los desnudados muros del frente de escena levantados en hormigón y con sus habituales tres grandes puertas. En origen, la fachada escénica estaba compuesta de dos pisos de columnas corintias, entre las que se situaban esculturas. 
 



 
Por su arcaica tipología, muy cercana a la de los teatros del norte de África, se ha datado su construcción a principios del siglo I d.C, durante el gobierno del emperador Tiberio. Por sus dimensiones, el aforo total era cercano a los 10.000 espectadores, lo que hace de este teatro el de mayor capacidad de la Hispania Romana. Así mismo, las últimas excavaciones arqueológicas han demostrado que el teatro fue utilizado incluso para luchas de gladiadores, combates entre fieras y representaciones de cacerías.

Para más información os remito a la página http://www.cluniasulpicia.org/, en donde además de fotografías antiguas aparecen representaciones virtuales de como era la ciudad. Os recomiendo visitar el yacimiento entre mayo y septiembre; ya que en los meses de invierno los mosaicos permanecen tapados para su preservación.

Antiguos olmos y ermita cristiana. Aquí tiene lugar el tercer fin de semana de abril una ancestral romería partiendo del pueblo de Caleruega, y que está relacionada con la creencia de que el más ilustre hijo de la localidad, Santo Domingo de Guzmán, acudía con frecuencia a este lugar. Como vemos se encuentra en medio del yacimiento.



Quizás la casa más importante de Clunia es la denominada Casa número 1 o casa Taracena. A continuación diversas imágenes destacando la existencia de varios mosaicos de motivos geométricos.
 
 











 Restos de la Basílica



Lugar que ocupó el Foro.




 Termas del Foro
 

El llamado "Mosaico de las Cráteras"
 




 Existe un proyecto de creación de un Museo in-situ que, a fecha de redacción de este texto (junio de 2021), está paralizado. Mientras tanto podemos disfrutar en unos pequeños espacios expositivos de una serie de paneles explicativos y algunas piezas de notable interés.



 
Aquí algunos restos de columnas del área del teatro

 
Un busto que parece representar a Nerón niño

 
La estatua de la Diosa Fortuna (más de dos metros de altura); recostruida a partir de 200 piezas dispersas.



Siéntate en las graderías,
y mira la mar –el campo
de Castilla.
(Rafael Alberti. La Amante)