Los que conocemos los bosques burgaleses sabemos que en los mismos la primavera comienza bastante tarde: la foliación de las hayas empieza a finales de abril y la de los robles cuando mayo está bien entrado. Lo podemos ver en esta ruta realizada hace casi un año. Se trata de un recorrido relativamente sencillo que transita por las laderas que cierran el espacio natural de Ojo Guareña por el norte. Descubriremos un pequeño pero precioso hayedo en las fuentes del río Ulemas, uno de los que alimenta esta emblemática red de galerías subterráneas.
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 11 kilómetros y 3 horas
Situación.
Saldremos de Burgos en dirección norte por la N-627 hasta que poco después de Sotopalacios nace la CL-627 en dirección a Villarcayo. Pasada esta localidad tomaremos la BU-562 que se dirige hacia Cornejo. Tres kilómetros más delante de esta localidad llegamos a Quintanilla del Rebollar en la intersección con la C-6318. Unos metros a la izquierda nos encontramos, algo separada el pueblo, la Casa del Parque del Ojo Guareña. Dejaremos el vehículo en su aparcamiento.
Puntos de Interés
Prados ganaderos. Vistas sobre las conchas de Sotoscueva. Casco urbano y fuente de Quintanilla del Rebollar. Robledales, hayedos y abedulares de las fuentes de Ulemas.
Descripción de la Ruta
La original estructura de la Casa del Parque procede del hecho de que antiguamente funcionó como escuela, construida a expensas de la fortuna de un indiano. Para empezar la ruta no iremos hasta el edificio, sino que buscaremos una senda que nace por el lado izquierdo del aparcamiento, en dirección al pueblo.
Llegados a la calle principal seguimos la misma en dirección a una peculiar fuente lavadero, que funciona también como pilón para ganado. Se trata de una de las fuentes más originales de la provincia. Dejamos la misma a nuestra izquierda siguiendo las señales de la estación de FEVE. El último edificio de pueblo es una bella casona que funciona como casa rural.
Caminamos ahora por una pista asfaltada en dirección al barrio de El Rebollar, en donde se encuentra la estación de FEVE. Nosotros hemos de seguir por un camino que nace a la derecha, aunque antes podemos acercarnos al lugar (son apenas unos doscientos metros) para ver el tejo que nace entre el apeadero y la iglesia.
Una vez en el camino nos encontramos con un nuevo cruce, en el que esta vez seguimos por la izquierda. Caminamos entre bellos prados ganaderos y enseguida llegamos a la pista que da servicio al barrio de Herrera de Redondo. Nos acercamos hasta este lugar, apenas una agrupación de casas de claro sabor popular. Bordeándolas por el lado derecho nace un camino que se encamina directamente hacia el monte.
Empezamos un corto pero duro ascenso mientras nos vemos inmersos en un robledal. Tras superar 150 metros de desnivel en un kilómetro, llegamos a un descanso en el punto en que el camino gira hacia la izquierda. Caminamos ahora entre el robledal a la izquierda y un pinar a la derecha. Un kilómetro más adelante, cuando el bosque clarea bastante, se nos incorpora un camino por la izquierda mientras que nosotros afrontamos el repecho más fuerte de la ruta, unos 400 metros.
Desde la parte superior del repecho observamos el bosque caducifolio que cubre las fuentes del río Ulemas. Al fondo se encuentran parte de los montes de La Engaña. A continuación nos sumergimos en el pinar descendiendo un poco. Llegamos a un camino mucho más ancho que tomamos hacia la izquierda y ascendemos un poco. Curiosamente coinciden la mitad del recorrido, el punto más alto y la transición del pinar al hayedo.
A continuación empezamos a pasar sobre los diferentes arroyos que constituyen las fuentes del río Ulemas. Como suele ocurrir en estos casos, el continuo cambio entre las vertientes de los arroyos hace que se alternen el robledal con el hayedo. Entre este último encontramos ejemplares interesantes.
Hacia el lado occidental del valle llegamos a un cruce en el que seguimos hacia la izquierda, comenzando un suave descenso. En este tramo encontramos una sorpresa. Un bello rodal de cenicientos abedules, entre los que incluso se localiza alguno de más de dos metros de perímetro. Minutos después el camino gira hacia la derecha saliendo del valle.
El paisaje ahora está mucho más despejado, lo que nos permite tener una buena perspectiva de las conchas de Sotoscueva, las diferentes elevaciones que cierran la Merindad por el sur. Nos vamos acercando paulatinamente hacia un nuevo pinar de repoblación. Justo al llegar al mismo giramos hacia la izquierda para descender bruscamente por una especie de cortafuegos.
Tras unos 700 metros de descenso la pendiente se modera. Justo entonces encontramos un desvío hacia la izquierda que hemos de seguir. A partir de aquí sólo hemos de seguir este camino, rechazando las opciones que ascienden o descienden bruscamente. Tras superar la vía del tren gracias a un camino llegamos en unos momentos hasta el aparcamiento.
Comentarios
La ruta se corresponde con el sendero de pequeño recorrido PRC-BU 37, integrado dentro de la red de senderos del Espacio Natural de Ojo Guareña. Nos podrán informar sobre los mismos en la Casa del Parque, aunque con esto de la crisis tiene unos horarios de apertura bastante restringidos.
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Track de la ruta:
Imágenes de la ruta
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