Mucho se ha escrito sobre esta iglesia románica, que llama la atención por la calidad y (sobre todo)originalidad de su construcción, por el bello entorno en el que se ubica y por las incógnitas que envuelven su existencia. No voy a entrar aquí a abordar en excesivo detalle ninguno de estos enfoques; pues ello sólo a alargar el artículo y a dejar manifiesta mis limitados conocimientos.
Decimos que esta iglesia no llamaría tanto la atención si no estuviese ubicada en un bello rincón del bello Valle de Mena, a los pies de los Montes de la Peña, casi en la vertical del portillo de Lérdano.
Vista del pueblo de Siones desde el portillo de Lérdano (con zoom).Se aprecia perfectamente la ubicación de la iglesia románica. |
El edificio es de los que da la sensación de calidad en su construcción. Proviene del tránsito entre los siglos XII y XIII, con un románico algo avanzado excepto en el ábside. Al exterior llama la atención la torre-crucero, con la sensación de que se quedó a medias en su construcción. De hecho el pequeño campanario se sitúa aparte, en un lateral.
Presenta dos portadas de buena factura, especialmente la que se abre hacia occidente. La decoración en las mismas es, no obstante, más bien sencilla.
En el ábside, y más en concreto en sus ventanas, empezamos a descubrir el abundante y peculiar programa iconográfico de este templo. Aquí vemos un capitel con calavera y tibias (nota importante, algunos capiteles fueron rehechos a finales del siglo XIX, aunque no tengo claro cuáles).
Ventana central. Arquivolta exterior con perro persiguiendo a conejo. Arquivolta interior con tacos.
Al interior del templo lo primero la agradable sensación de las iglesias de buena factura, bien conservadas y bien restauradas
Lo más original del templo, sin duda, son los dos pequeños edículos o capillitas que se abren a ambos lados del crucero, con curiosas arquerías y arcos interiores. Aquí tenemos el de la derecha.
En el mismo el relieve más marcado es este, que pudiera representar las tentaciones de Cristo en el desierto. Se identifican los cuatro evangelistas.
Aquí tenemos el edículo de la izquierda.
Capitel de difícil interpretación; pudiera representar el juicio de Cristo ante el Sanedrín.
Otro extraño relieve: lucha de mujeres o enfrentamiento de Santa Juliana con el demonio.
Talla románica. |
No desmerece en absoluto el interior del ábside, con una solución de doble arquería muy bien rematada. A nivel artístico son más interesantes los arcos de la arcada inferior.
Representación del pecado original |
Pero más original es el espacio que une el ábside con el resto del templo, el presbiterio, en donde podemos observar alternativas decorativas ciertamente poco habituales. Por ejemplo aquí un curioso relieve alojado en un arco.
Aquí originales arcos trilobulados en el lado norte.
Columna cuyo fuste está tallado en su totalidad. Remate a base de arpías.
El hecho de que se disponga de poca documentación acerca del origen de este templo y el nombre del pueblo, Siones, ha favorecido el desarrollo de teorías que vinculan este templo con la Orden de San Juan de Jerusalén e incluso con la leyenda del Santo Grial (priorato de Sión).
En este sentido, resulta interesante recuperar la propuesta formulada en la página web "Salud y Románico", en la que se hace notar la similitud entre la palabra Siones y el apócope latino de San Juan: S.IOANES. Cabría por tanto la posibilidad de que este templo estuviese realmente asociado a la orden hospitalaria de San Juan, lo cual tendría lógica al estar demostrado que por la zona pasaba un antiguo ramal del Camino de Santiago.
1 comentario:
Bonitas fotos, no me acordaba del interior pues hace unos cuantos años que la vi por dentro.La ubicacion es preciosa con los prados y la arboleda, me gusta el valle de Mena. Un saludo.
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