Puentedura se encuentra justo en el punto en el que las aguas del Arlanza empiezan a abrirse hacia su fértil vega; dejando atrás el
quebrado y territorio formado por las
sierras de las Mamblas y Gayúbar. Su nombre deriva de un paso de época medieval y origen romano situado sobre el Arlanza; pero muy
cerca de la desembocadura del Mataviejas, curso de agua que en el medievo recibía el nombre de Ura. Aún hoy este puente, bastante modificado pero muy bello, es uno de los elementos patrimoniales más interesantes del pueblo.
Puentedura también ha sabido conservar parte de su casco urbano; con bastantes casas bien cuidadas a base de adobe y entramados de madera (al estilo de los cercanos Covarrubias y Retuerta).
En su parroquial destaca la existencia de un cristo románico.
Al cristo románico acompañaba, hasta los años cincuenta del año pasado, una valiosa imagen de la Virgen con el niño de finales del siglo XII. La ignorancia o la avaricia (tal vez ambas cosas) del cura del lugar hicieron que esta imagen acabase donde otras muchas; en el Museo Marès de Barcelona.
Según me comentaron en el pueblo, en principio el cristo iba a salir hacia el mismo lugar u otro parecido; pero un vecino ahuyentó a los expoliadores con una escopeta entre las manos. Esta pieza es una de las que reclama en PCAS en sus periódicas campañas de reivindicación sobre el patrimonio castellano en el exterior.
Lo cierto es que tanto el cristo como la imagen de la Virgen con el niño se encontraban anteriormente en una sencilla ermita de rastro románicos; la ermita de San Millán. Tal vez el traslado a la iglesia se debiera al mal estado de este edificio; azotado por los periódicos desbordamientos del Arlanza.
El edificio ha sido parcialmente restaurado por los vecinos; y su interior ha sido acondicionado como una especie de museo etnográfico.
Pero lo más curioso del lugar son unas pinturas murales, bastante deterioradas, que representan la última cena y una procesión de penitentes. En la bibliografía he encontrado diversas dataciones para estos frescos, remontándose algunas hasta el siglo XIV.
Es más, según parece la imagen desaparecida tampoco estaba en origen en esta ermita; sino en otra dedicada a Santa Marina. De hecho, los vecino conocían a la talla , y aún así la recuerdan, con el nombre de Santa Marina.
4 comentarios:
¡Cuánto expolio de nuestro patrimonio! Gracias por recordárnoslo Montacedo. Un saludo.
Un pueblo muy interesante, y sin duda poco conocido en la provincia, entiendo que Covarrubias eclipsa mucho. El mural es precioso, estaría bien ponerlo en valor protegiéndolo más. Un saludo Montacedo!
Gracias por dejar comentarios.
Felicidades por tu Blog.
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