lunes, 20 de enero de 2014

Ruta de senderismo: Desfiladero del Mataviejas


 
El río Mataviejas forma entre los pequeños pueblos de Castroceniza y Ura un pequeño desfiladero que constituye uno de los parajes más escondidos e interesantes del espacio natural de los Sabinares del Arlanza. Podemos recorrerlo en una sencilla ruta (más bien un paseo) que podemos reservar para esta época invernal.

Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 2 horas (7,5  kilómetros)




Situación

 Para llegar hasta Ura desde Burgos lo mejor es tomar consecutivamente la A-1 y la N-234 en dirección a Soria. A la altura de Cuevas de San Clemente giramos hacia la carretera que se dirige a Mecerreyes y, ya en este pueblo, hacia Puentedura. Tras atravesar la carretera Covarrubias-Lerma y buena parte del pueblo; llegamos al desvío que en cuatro kilómetros nos conduce a Ura. En los últimos metros observamos ya el paisaje del desfiladero. Existe un aparcamiento para visitantes a la entrada del pueblo.

Puntos de interés

 Arquitectura popular de Ura y Castroceniza. Desfiladero del Mataviejas.

 Descripción de la ruta

Tras aparcar el coche entramos en la estrecha calle principal de Ura. En la misma vemos una interesante arquitectura popular en la que dominan los típicos entramados de madera de la zona. Pasado el edificio de la junta vecinal llegamos a la altura de la última casa. El sendero del desfiladero sigue de frente, pero para hacer una ruta circular tomamos otro que asciende por el barranco de la izquierda.
 
Avanzando entre robustos nogales (veremos unos cuantos en la ruta de hoy) nos alejamos rápidamente del pueblo ganando altura. Seguimos un sendero muy marcado (ignoraremos posibles desviaciones) que transcurre primero entre sabinas. Tras un primer tramo la pendiente se suaviza considerablemente y entramos en un bosquete bastante cerrado de encina carrasca.

Tras un rato caminando entre las encinas, justo cuando la pendiente desaparece, llegamos a un marcado cruce. En el mismo giramos hacia la derecha entrando en una marcada pista. Ahora caminamos por un paisaje más abierto junto a algunas tierras de labor. En el horizonte es fácil distinguir los perfiles de la cercana sierra de Mamblas y del pico Valdosa.

Minutos después nos incorporamos a un camino que viene por nuestra izquierda, girando de esta manera un poco más hacia el sur. Bordeamos un pinar de repoblación cuando llegamos a una bifurcación. La pista principal continúa por la izquierda. Podríamos seguir la misma y girar hacia la derecha unos centenares de metros más adelante, pero parece más interesante tomar un camino menos marcado que de nuevo se introduce en el carrascal.

Este camino serpentea entre los árboles (tiene algunos tramos algo embarrados que no presentan demasiada dificultad). Tras un rato de caminar por este camino llegamos a un nuevo cruce. En el mismo giramos hacia la izquierda iniciando al poco un claro descenso. Pronto nos incorporamos, girando hacia la derecha, a la pista que habríamos seguido caso de tomar la otra opción. En todo caso estamos en un vallejo que pronto nos conduce hasta Castroceniza, cuya presencia se ve anticipada por otro nogueral.

Una vez entre las casas, hay que tomar la primera calle hacia la derecha y salir del  pueblo por un sendero que bordea una serie de curiosos corrales. No obstante merece la pena dedicar unos instantes para caminar por este pueblo que conserva una arquitectura popular muy interesante. En todo caso al final dejamos atrás el pueblo caminando por el lado derecho del río Mataviejas. De nuevo se observan numerosos nogales, algunos verdaderamente robustos.

Superamos la presa de un antiguo molino mientras vemos al otro lado del río unas naves agrícolas. Tras una zona en la que el valle es aún relativamente ancho ganamos algo de altura mientras que el desfiladero se va estrechando paulatinamente. La configuración del arbolado es clara: a la derecha del valle encinas, a la izquierda sabinas y, en el fondo, los nogales que aprovechan la poca tierra disponible.

Poco a poco van ganando altura y verticalidad los paredones rocosos, en los que se aprecian numerosas oquedades que seguro que son muy adecuadas para las diferentes aves rupícolas. Avanzamos de esta manera por la parte más interesante del desfiladero, siendo fácil localizar al menos a los buitres posados o trazando sus vuelos. Pronto volvemos a ver el perfil de Ura, ubicado bajo una gran peña, llegando al pueblo poco después completando así el recorrido.

Comentarios

Recorrido fácil y uno de los más cortos de los que he publicado en el blog. Podemos recorrer exclusivamente el desfiladero, que representa menos de 6 kilómetros entre la ida y la vuelta. De hecho este tramo es uno de los propuestos por el proyectoTRINO de turismo ornitológico de Castilla y León.

En la posguerra se planteó la construcción de una carretera por este vallejo para dar una comunicación más directa entre Lerma y Santo Domingo de Silos. El proyecto se acabó descartando y hoy Ura (16 hab) y Castroceniza (32 hab) son dos de las poblaciones más pequeñas de la zona. Por lo que sé en Castroceniza se fabricó carbón vegetal hasta hace relativamente poco. Me parece que la actividad ya no se mantiene, al contrario que en el cercano pueblo de Retuerta.

El humilde río Mataviejas nace en fuente de la Mora, al pie de Peña Carazo, un paraje que ya recorrimos hace un tiempo. Al poco baña las milenarias piedras de Santo Domingo de Silos. En los documentos de la edad media se denominaba a este río Ura (nombre del claro origen vasco); de ahí las localidades de Ura y Puentedura, pueblo este último donde vierte sus aguas al histórico río Arlanza.

Este pequeño desfiladero sirvió de inspiración al escritor Félix Alonso para crear la obra “el nogueral vencido”. Un pequeño libro de claro tinte nostálgico que nos conduce a la niñez del autor y sus experiencias relacionadas con este paraje.
 
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Track para el GPS (pulsa en el círculo verde para más información)

Vídeo con imágenes del recorrido:


2 comentarios:

Fidel dijo...

Gracias a los creadores vdel blog.
Siempre ofrecen buenas propuestas para disfrutar de la naturaleza en familia.
Por cierto, alguien sabe a que se deben las muertes de los nogales.
Están casi todos secos y da igual su edad.
Saludos

Montacedo dijo...

Gracias por tu comentario. Desconozco el caso de estos pueblos, pero yo supongo que les ha pasado como a muchos otros de la provincia: las heladas tardías han helado las hojas y las han dejado negras. En algunos casos volverá a salir hojas este año y en otros habrá que esperar al año que viene. Pero vamos, que mientras las ramas no estén secas y sin corteza los nogales siguen vivos.