Los montes de la parte
suroccidental del Valle de Losa (hoy en su mayoría integrados en el municipio
de Medina de Pomar) fueron objeto hace décadas de una intensa política de
repoblación forestal que ha dado como resultado un gran bosque de coníferas que
en otoño hace las delicias de los recolectores de setas. Amén de los paisajes
que nos ofrecen algunos de sus puntos, aún podemos disfrutar de aisladas manchas
de interesante bosque autóctono.
Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Normal (sólo hay
una zona algo compleja)
Belleza: normal
Tiempo y distancia: cuatro
horas y 15 kilómetros
Situación
Hay que salir de Burgos por la N-1 o la A-1 hasta Briviesca. Desde aquí buscamos la carretera provincial que enlaza con la N-232 y con Oña. Pasada esta localidad tomamos la N-629 por el desfiladero de la Horadada hasta Trespaderne. Desde aquí cambiamos a la carretera que se dirige al Puerto de Angulo. Pasado unos 20 kilómetros desde Trespaderne llegamos a Villaluenga. La parte principal del pueblo aparece en la ladera que aparece hacia el oeste, con lo que podemos optar por aparcar junto a la carretera o junto a una pista que se dirige a Calzada de Losa. En todo caso la referencia es la iglesia.
Puntos de Interés
Bosques de pinos. Manchas de hayedos, robledales y arces. Vistas sobre los montes de la Peña y el valle de Losa. Caballos en libertad (algunos parecen losinos).
Descripción de la Ruta
Con un poco de atención encontramos un sendero que nace por la parte de atrás de la iglesia, pasando una portilla y dejando a un lado una finca con piscina cubierta. Subimos cómodamente por este sendero entre robles y algunos ejemplares de arce y haya (estas tres especies serán las que intenten competir con el pinar). Tras ignorar una variante que se dirige hacia la derecha seguimos ascendiendo unos minutos más hasta llegar a una zona más llana rodeada de encinas.
En general no es difícil seguir el sendero principal, que continúa en sentido noroeste. Volvemos a ascender un poco más hasta que, pasados unos dos kilómetros desde Villaluenga, nos incorporamos a una pista justo en el punto en que traza una gran curva. Ascendemos por esta pista forestal junto a la que el pino se ha hecho dueño y señor, salpicado aquí y allá por bonitos ejemplares de haya.
El siguiente tramo no tiene mucho más que contar, pues basta con seguir la pista en dirección noroeste. Cuando llevamos casi dos kilómetros por dicha pista nos cruza transversalmente una carreterita asfaltada que se convierte en el camino que se dirige a Robredo de Losa. Nosotros seguimos de frente pasando junto a un monumento dedicado a un ingeniero forestal junto al que se encuentra un gran ejemplar de roble.
Seguimos entre los pinos un kilómetro más hasta llegar a una bifurcación junto a la que se encuentra un nuevo monumento a los ingenieros forestales (el lema escrito “En homenaje a los primeros forestales, que lucharon ante la incomprensión popular” da para pensar). La pista de la izquierda conduce directamente al Alto del Guardia, pero nosotros iremos a este punto por el otro camino, siguiendo el sendero de pequeño recorrido PRB-138, incluido dentro de la red de senderos de Medina de Pomar.
Siguiendo las señales de pintura entramos en una zona con mayor abundancia de hayas. Muy pronto llegamos a la altura de una desviación a la derecha que hay que tomar. Serpenteamos en torno a un abrevadero y salimos a una zona abierta desde la que se empiezan a tener muy buenas vistas sobre los montes de la Peña. El sendero asciende con suavidad por una zona abierta siguiendo los entrantes y salientes del monte.
Sin mayores novedades llegamos al Alto del Guardia, a 961 metros de altitud, en donde se ubica una torre de vigilancia forestal, un vértice geodésico y un buzón montañero. Desde aquí se tienen muy buenas vistas del valle de Losa, especialmente de la parte que se extiende hacia Berberana, con Quincoces del Yuso bajo nosotros.
Para continuar tomamos la pista que da servicio a esta torreta, y en leve descenso entre los pinos (por aquí se ven unos cuantos acebos) llegamos con facilidad al cruce en el que ya estuvimos con anterioridad. Continuamos como si empezáramos a volver sobre nuestros pasos, pero enseguida vemos la señalización de un ramal del mismo PRBU-138 que se dirige a Robredo de Losa.
El nuevo camino es menos ancho y se encuentran más árboles autóctonos. Como en unos 500 metros llegamos a la fuente del Duengo, acondicionada con varias mesas. Giramos por encima de ella y acabamos llegando a una pista forestal. Giramos a la izquierda superando un paso canadiense y ya alcanzamos el citado pueblo.
Atravesamos la única calle asfaltada de este aislado pueblo (4 habitantes empadronados) rodeado de un precioso entorno (también podemos acercarnos a la pequeña iglesia, junto a la que crecen dos sorprendentes y robustos ejemplares de fresno). Al final de la misma la calle se trasforma en un nuevo camino desde el que se tienen muy buenas vistas de un precioso rodal de hayedos entre el pinar. Pasados unos metros llegamos a la zona más confusa del recorrido de hoy. Por la pradera de nuestra derecha buscamos un sendero casi borrado en sentido suroriental.
Seguimos este sendero hasta zona una de arbustos en donde hemos de buscar otro sendero que baja por un pequeño barranco que empieza más a nuestra izquierda. Lo difícil es encontrar el sendero pues luego se le sigue fácilmente en su descenso. Este camino se conoce como Camino de la Escalerilla. Por momentos este sendero tiende a cerrarse pero no hay problema pues nos podemos salir hacia el prado de nuestra izquierda.
El descenso termina en un barranco más profundo por el que trascurre un camino más ancho. Seguimos el camino en su descenso por una zona con grandes ejemplares de haya y algunos arces. No hay más que seguir el camino por este interesante tramo en suave descenso hasta que salimos del bosque. A nuestra izquierda vemos ya los sembrados del valle de Losa. Un camino se nos une por nuestra izquierda y enseguida llegamos a Villaluenga.
Comentarios
Ruta sencilla. Con un poco de atención los cruces no son demasiado complicados. La práctica de la recogida de setas está cada vez más regulada. No estaría de más informarse sobre posibles permisos en los respectivos Ayuntamientos. En las afueras de Villaluenga podemos acercarnos al entorno de la ermita de San Antonio, que tiene una curiosa historia que ya comentamos en su momento.
Para comer y dormir, podemos acercarnos a Quincoces de Yuso, en donde podremos probar algunos productos de la zona: setas de temporada, patata losina, carne de potro…Otra opción es acercarse a un hotel rural en el pueblecito de Oteo, cuyo nombre no deja lugar a dudas: "Los Perrechicos".
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vídeo con imágenes del recorrido
3 comentarios:
Una maravilla ¡
La he hecho yo mismo, totalmente recomendable.
Gracias por dejar comentarios. Alex ¿te basaste en la publicada por Enrique del Rivero? Yo hice algunas variaciones.
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