viernes, 11 de octubre de 2013

Lobera de Perex o de la Barrerilla

Las loberas son unas construcciones de origen probablemente prehistórico que tenían por objeto facilitar la captura de este esquivo, temido y misterioso animal. No son muy abundantes en la geografía española; y curiosamente buena parte de las que hoy se conservan se encuentran en el norte de la provincia burgalesa, especialmente en la zona más nororiental.

Durante las ultimas décadas se ha procedido a recuperar algunas de ellas, siendo la más conocida una de las que se encuentran en el Monte Santiago; pues se ubica a unos centenares de metros del salto del Nervión. No obstante, mi preferida es esta de Perex, pues pese a estar situada en lo más profundo de un poco transitado bosque se encuentra en un estado estupendo, lo que contribuye a crear un ambiente más proclive a dejar correr la imaginación. Al parecer la razón de la conservación de esta lobera radica en la preocupación de los agentes forestales de la zona; los cuales, por una vez, llegaron a tiempo de lograr una extracción controlada de los pinos que fueron plantados en la zona.

El acceso a la lobera de Perex o de la Barrerilla se puede hacer de forma relativamente sencilla desde el propio pueblo de Perex o desde Río de Losa. Se da la circunstancia de que uno de los caminos de acceso coincide con el trazado del sendero de gran recorrido GR-85. Como observamos en la siguiente imagen la estructura de la lobera es perfectamente visible en una imagen aérea. Añado una segunda imagen en la que explico los diferentes componentes de la construcción.



La estructura de las loberas consistía en dos altas paredes – cerca de tres metros de altura - convergentes, levantadas con sillarejos de piedra, que acababan a modo de embudo en un profundo foso en el que se atrapaban los temidos carnívoros. El foso era lo bastante profundo para que el lobo no pudiera escapar de él.



Últimos metros antes de llegar al foso

El método para capturar los abundantes lobos que poblaban los montes de Las Merindades consistía en realizar una batida con perros y ojeadores que conducían a los animales hasta la entrada de la lobera. Una vez dentro de la trampa, el lobo era azuzado desde unos refugios de piedra, llamados esperas o cabañuelas, para evitar su retroceso

cabañuela a escasos metros del foso

Los muros del tramo final tenían una especie de alero para impedir el salto de los lobos en su último y desesperado intento de huída. Además el foso era tapado con ramas para que el lobo no pudiese detectarlo anticipadamente. Una vez en el foso el lobo era sometido a un simulacro de juicio popular en el que se le acusaba de todos los desmanes que había producido. Posteriormente su cadáver era paseado por todos los pueblos de la zona como testimonio de que había dejado de ser una amenaza. 

Llegamos al foso. Obsérvese el alero de las piedras superiores del muro.

La lobera de Perex tiene unos muros muy bien conservados que se extiende varios centenares de metros por la parte occidental, mientras que en la oriental se prolongan hasta un cortado rocoso que por sí solo hacía las veces de “muro”. Ello nos deja claro que, pese a tratarse de construcciones relativamente sencillas; se requería un profundo conocimiento de la geografía y de las costumbres de los lobos para decidir acerca de la ubicación de las loberas, amén del trabajo implicado en su construcción y mantenimiento.

Obsérvese la pericia en la construcción del muro

Además de su buen estado, respecto a la lobera de Perex es muy interesante que se hayan conservado las ordenanzas que regulaban su uso, las cuales se remontan al menos al siglo XVIII. En las mismas se dejaban claras las diferentes responsabilidades que tenía cada vecino que participaba en la batida. Cuando cualquier vecino detectaba la presencia del lobo debía dar la voz para que los vecinos de las diferentes localidades fueran convocados por medio del tañer de las campanas.

El foso aún es bastante profundo

A la lobera de Perex estaban asociados los pueblos de Perex, Castriciones, Robledo, Oteo, Paresotas y Momediano. En las ordenanzas se regulaba el número de vecinos de cada pueblo que estaban obligados a acudir a la batida, so pena de multa: De Castriciones, Perex y Robledo debían asistir todos los vecinos, de Oteo y Momediano ocho y cinco de Paresotas.  En total se reunían unos 50 hombres que en menos de dos horas estaban preparados para realizar la batida.


Vista desde el foso hacia atrás. Al lobo no le quedaban alternativas.

En definitiva, un patrimonio histórico y etnográfico de primer orden que debemos preocuparnos por mantener en nuestra tierra y en nuestra memoria. Aún hay más interesantes aspectos relacionados con las loberas que pasan desapercibidos para la vista neófita. Los dejamos para un futuro análisis en profundidad.

4 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

..................................¿ no hay ninguna iglesia, convento, antro, pasiego, fin, medio, campo, regalo, lugar, fortisficio, paramento, fortín, emplazamiento, fortificación, horreo, páramo o sitio para poner una foto de tamaña belleza ?

Salut

Minerva dijo...

Hola Montacedo: Que bien explicado, muy buena entrada, hace ya unos cuantos años que fui, debería repetir puesto que ahora tengo mas datos. En algunas comunidades hay ayuntamientos que se cuidan mas de mantener su patrimonio ya que es fuente de turismo. Pero claro esta que otra no gastan en eso, bastante mal anda ya el país. Eso si a otros nos duele la vista en algunos casos.

Montacedo dijo...

Muchas gracias. En efecto, con la que está cayendo no vas a insistir en gastar dinero "en un montón de piedras"; pero tampoco se hizo en épocas de vacas gordas...y estas cosas cuando se vengan abajo y desaparezcan ya no tendrá remedio...y luego vendrán los lamentos. Un saludo

oscar dijo...

Para vuestra información
http://www.centrodellobo.es/