jueves, 29 de abril de 2010

Munilla


Munilla es uno de esos pequeños y recónditos lugares tan abundantes en nuestra geografía y que nos deparan pequeñas y maravillosas sensaciones. Para llegar deberemos seguir una serie de cruces desde Soncillo que nos llevan a una pequeña paramera (zona de importantes cuevas) para finalmente alcanzar el precioso valle en el que se encuentra el pueblo.
Cubierto de un bosque mixto de frondosas, la única salida saluda natural para la corriente de agua que recorre y ha formado el valle (el arroyo de la Pisa) es el espectacular enclave del desfiladero de Las Palancas.
Aunque de muy escasa población, las edificaciones se encuentran en buen estado y no desentonan con la belleza natural. No se puede hablar tan bien de su iglesia, que pese a mostrar interesantes elementos románicos, está clamando por una restauración.

















Munilla, al igual que muchos otros pueblos cercanos, fue un lugar de canteros. En parte por este oficio desde siempre un tanto misterioso y en parte por el aislamiento del lugar, los canteros de Munilla desarrollaron una jerga específica que recogió, no podía ser otro, Elías Rubio en este artículo. Todo ello ya forma parte del pasado.

2 comentarios:

Abilio Estefanía dijo...

Munilla es uno de esos pueblos que estan como tu dices bien coservados, seguramente por los paisanos que vuleven a sus raices los fines de semana.

Lugar de descanso y bocata cuando atraviesas el desfiladero de las Palancas saliendo desde Landraves. En Mi Canal de Vimeo hay un video sobre Las Palancas y que no pudimos terminar por venir el río crecidito.

Un abrazo
el lio de Abi

Montacedo dijo...

Gracias por el apunte y enhorabuena por tu periplo en Redes. Yo estuve hace unos años en plan muy rápido, pero me dio tiempo a hacer la ruta del Alba y acercarme al Taballón del Mongayu.

Un abrazo