Ailanes o Aylanes, como casi todos los pueblos del valle de Zamanzas tienen como única contraprestación a su secular aislamiento el haber conservado una arquitectura popular muy destacada. El pueblo, que estuvo en trance de desaparecer, ha revivido de manos de una casa rural y pequeñas iniciativas comerciales, y, con el impulso restaurador de segundas viviendas resulta ahora encantador. A continuación algunas fotos.
Como podéis ver, los alrededores del pueblo presentan un cada vez más denso bosque, pero lo más llamativo del lugar es sin duda su interesante iglesia románica que, afortunadamente, ha sido restaurada hace pocos años.
Extraño relieve, quizás proveniente del tímpano de una portada perdida. |
Termino el artículo con una vista general del pueblo desde las alturas cercanas.
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