El grupo se compone de ocho danzantes adultos y dos zarragones que apoyan en el cambio de utensilios durante la danza. Su indumentaria consiste en camisa blanca con corbata, chaleco y chaquetilla corta adamascados; calzón de terciopelo negro o rojo, faja roja o verde. En la cabeza, pañuelo morado de seda. Los zarragones llevan chaqueta de paño con partes amarillas, verdes y rojas y pantalón de paño con un camal rojo y el otro amarillo y gorro rojo, verde y amarillo mezclados, puntiagudo y con cresta. En la espalda llevan escrito “HONTORIA Año 1730” y en la trasera del pantalón, “SOPLA TU”. En la mano un zurriago y al hombro una alforja para los palos.
Las danzas son de palos (que tienen la particularidad de ser de acebo), cada una con su nombre: “el Caballero”, “el Fraile”, “el Zapatero”, “Napoleón”, “las Peras” “el señor Cura”, “la Venada”… aunque el más peculiar es el de “el Sable”, que tiene lugar, como su nombre indica, con espadas simuladas. Tradicionalmente danzaban hasta que por su edad debían traspasar el palo a un danzante más joven generalmente un hijo. Hoy, debido a los achaques de la despoblación no existen ese tipo de restricciones. Se desconoce a ciencia cierta el origen de estas danzas hontorianas, aunque se habla de raíces celtíberas y guerreras.
Buscando similitudes cercanas con los bailes de Hontoria, citaremos el caso de los grupos de danzantes de Navas del Pinar y Rabanera del Pinar, que originalmente bailaban también en estas fechas, o el de Aldea del Pinar, cuyo último registro data de mediados de los años cuarenta. No podemos olvidar los bailes de la aneja localidad de San Leonardo, ya en la provincia de Soria.
Termino el artículo con breve vídeo, que en este caso es más ilustrativo que las fotografías.
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