jueves, 3 de marzo de 2016

Ruta de senderismo: en torno a Santa Casilda

Uno de los límites de la llanura burebana por su parte más suroccidental es una serie de elevaciones que terminan en el Santorcaz. Con sus mil metros largos de altitud es una interesante atalaya hacia La Bureba. Además de subir a dicha cota, visitaremos algunos otros puntos de interés cercanos, como el conocido santuario de Santa Casilda. 
 
Dificultad: Baja.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas (15 kilómetros).


 


Situación
 
Decidimos iniciar el recorrido en el pueblo de Rojas de Bureba. Para llegar allí desde Burgos tomaremos la llamada carretera de Poza a partir de Villimar. Pasados 29 kilómetros, nada más superar el pueblo de Rublacedo de Abajo, encontramos un cruce que en unos seis kilómetros nos lleva a Rojas. La carretera traza en el pueblo dos marcadas curvas, la segunda a izquierdas y a la altura de las últimas casas. Dejamos el coche en este entorno.
 
Puntos de interés
 
Castillo de Rojas de Bureba (opcional). Vistas desde San Torcaz. Vistas desde el Mirador de la Bureba. Santuario de Santa Casilda. Pozos blanco y negro. Cascadas del arroyo de Santa Casilda. Desfiladero de Rojas. También se puede empezar el recorrido desde Salinillas de Bureba o desde Santa Casilda. 
 
Descripción de la ruta

Empezamos a caminar siguiendo la carretera en dirección a Piérnigas. Muy pronto superamos el arroyo de Santa Casilda y encontramos una pista ancha en el lado derecho, la cual tomamos. De frente vemos ya el boscoso monte de San Torcaz, formado aparentemente por dos cimas.
 
Subimos lentamente entre campos de cultivo rechazando algunas derivaciones. A nuestra espalda vemos el pueblo de Rojas, tras el cual se levantan los restos de su histórico castillo y una serie de elevaciones de fruto de procesos geológicos de erosión. Hacia nuestra izquierda empezamos a tener amplias vistas (hoy mitigadas por la neblina) de la Bureba, cerradas por las elevaciones de Poza de la Sal y la sierra de Oña.
 
Tras superar una rampa algo dura, la pista tiende a girar hacia la derecha. Terminada la misma nace un camino carretero que se dirige aparentemente hacia el punto de unión de las cimas. Tomamos el mismo internándonos en un bosque de encina carrasca. El ascenso es claro pero llevadero. 
 
Muy cerca del collado identificamos un hito o CAIRN en el lado derecho, señal de la trocha final que nos llevará hasta la cima. Avanzamos poco a poco por la empinada ladera siguiendo las señales hasta que en algunos minutos llegamos a la cumbre, marcada por un vértice geodésico (1045 metros). Encontramos también un buzón montañero que recuerda al malogrado Félix Rodríguez de la Fuente. Desde aquí vemos que la otra elevación es en realidad considerablemente más baja. Por detrás tenemos unas vistas muy amplias de la mayor parte de La Bureba, cerrada al norte por los Obarenes.
 
Para el descenso podemos optar por realizarlo por la misma vereda, pero también podemos bajar unos pasos y girar hacia la derecha hasta encontrar otros hitos por otro lado de la ladera. Realizando esta última maniobra bajamos siguiendo estas nuevas indicaciones hasta acabar en el camino en un punto más avanzado. Tomamos el mismo hacia la derecha y enseguida llegamos a una pista que también seguimos hacia la derecha.
 
En esta zona las encinas son acompañadas por abundantes quejigos aunque pronto las vamos dejando atrás caminando en dirección sur. Entramos ahora en una zona más abierta siguiendo durante un buen tramo esta pista. Hacia la izquierda seguimos viendo la llanura burebana mientras a la derecha aparecen elevaciones menores y por primera vez las edificaciones del Santuario de Santa Casilda.
 
Sin apenas cambio de altitud llegamos a la altura de una carretera que seguimos hacia la izquierda. Bordeando un pinar y en unos minutos alcanzamos un punto en donde existe un mirador con un panel explicativo. Desde aquí nace un nuevo camino (a la derecha de la carretera) por el que empezamos a caminar. Pronto observamos bajo nosotros el pueblo de Salinillas de Bureba, y los restos de actividades mineras seculares que aún se desarrollan en la actualidad. Al fondo se observan las cimas, todavía nevadas, de la sierra de La Demanda.
 
Ya en descenso llegamos a un cruce en el que seguimos por la derecha. Pronto llegamos a otro cruce, muy cerca ya de las primeras casas de Salinillas. Aquí hemos de girar considerablemente hacia la derecha, a la altura de una rústica cruz. Ascendemos un poco y volvemos a ver, ya mucho más cerca, la peña en la que se eleva el Santuario de Santa Casilda, que nos ofrecerá durante los próximos kilómetros interesantes panorámicas.
 
Pronto el sendero baja en zig-zag hacia la carretera de acceso a Santa Casilda atravesando un pinar. Llegados a la pista hemos de cruzarla y acceder al área de esparcimiento de los pozos de Santa Casilda. Enseguida llegamos al Pozo Blanco, un bonito y abundante manantial en forma circular. Tras leer un cartel explicativo vemos cómo desde aquí continúa el camino, pero subimos por un senderito que nace en la loma de la izquierda, en subida al santuario.
 
El sendero enlaza con otro mejor acondicionado que acaba llegando a la iglesia del santuario, en la vertical del Pozo Blanco. Bordeando el templo llegamos a la plaza en torno al que se ubican todos los edificios que forman parte de este simbólico lugar. Para continuar podemos descender por el mismo camino, pero por variar decidimos subir desde la plazoleta hacia la carretera de acceso al emplazamiento. 
 
A la altura del parking detectamos un camino en el lado derecho. Tomamos el mismo pero pronto identificamos en el lado derecho un camino más estrecho que baja en forma de revueltas. En la parte baja elegimos la izquierda en sendos cruces hasta desembocar en el entorno del llamado “Pozo Negro”, llamado así por el color oscuro que la da la abundancia de vegetación en su fondo. 
 
Desde las cercanías de dos fuentecitas que existen junto al pozo es fácil identificar un sendero que se dirige hacia la cercana localidad de Buezo, dejando definitivamente atrás el enclave de Santa Casilda. Llegados a la pequeña localidad atravesamos las calles en ligero giro hacia la derecha. Pronto llegamos a una carretera que seguimos en su descenso.
 
Continuamos unos centenares de metros por esta pista en las cercanías del arroyo de Santa Casilda, que a estas alturas ya ha generado un cierto caudal. En un punto del valle algo más estrecho localizamos una pista que nace en la derecha. Antes de tomar la misma vemos una cascada que forma el arroyo en este punto. 
 
Entramos en un área algo más abierta mientras observamos en el lado izquierdo nuevas lomas en las que se observan interesantes procesos erosivos. Tras un buen tramo de descenso llegamos a una bifurcación en la que seguimos hacia la derecha. Cruzamos el arroyo y llegamos a un área con un par de mesas. De frente observamos una cercana hoz hacia la que nos dirigimos mientras el camino se va estrechando paulatinamente. 
 
Entramos así en este pequeño desfiladero en el que localizamos una cueva con una amplia entrada, llamada Cueva de la Virgen. Al final del mismo, junto a otras mesas para el descanso, se localiza una cascada de cierta altura, si bien no es fácil tener una perspectiva amplia de la misma. Arroyo abajo identificamos el edificio de un antiguo molino y otras cascadita que en realidad es la salida del antiguo cauce molinar. Siguiendo el camino volvemos a ver los paisajes del inicio de recorrido, y llegamos sin mayores novedades al pueblo de Rojas.
 
Comentarios
 
Recorrido más bien sencillo y con bastantes puntos de interés. Puede ser adecuada para realizar en invierno o principios de primavera. Salvo el acceso a San Torcaz, esta zona es muy adecuada para la bici de montaña. De hecho la proximidad a la localidad de Briviesca hace que por esta área transiten bastantes ciclistas los fines de semana.
 
Al castillo de Rojas se puede llegar fácilmente desde este pueblo. Más información sobre este lugar y su historia podéis obtener leyendo este artículo. Santa Casilda es un lugar de visita relativamente frecuente. Podéis conocer más sobre el mismo y su interesante historia (y leyenda) en este otro artículo. Finalmente, aquí podéis enlazar con un vídeo de la cascada citada en la parte final de la descripción.

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Track de recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)





 


 
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Vídeo con imágenes del recorrido (incluye pequeñas secuencias de las dos cascadas)
 
 

2 comentarios:

Amador dijo...

Me gusta la ruta y precioso el video,Santa Casilda es uno de los lugares a los que me gusta volver de vez en cuando,tiene algo que atrae.

Montacedo dijo...

Gracias por comentar. Efectivamente es una ruta sencilla y bonita. Lo que no he mencionado han sido las repelentes procesionarias que ya estaban bajando de los pinos.