miércoles, 30 de abril de 2014

Árboles singulares: El roble de la Verruga

De una dehesa nos vamos a otra, bastantes más kilómetros al norte, para buscar uno de los grandes robles burgaleses: el Roble de la Verruga.
 
 
Pero esta dehesa de Jaramillo Quemado (que aquí es donde nos encontramos) está tan abandonada y el bosque tan cerrado que durante mucho tiempo la localización del roble en cuestión era poco menos que imposible. Afortunadamente, juntando una información de aquí y otra de allí hace algún tiempo que pude obtener suficientes datos como para llegar hasta el roble; y finalmente el año pasado cumplí con la visita.
 
 
 
Este roble recibe tal nombre por una marcada protuberancia en el tronco. Este elemento hace que su perímetro se acerque a los nueve metros. Su estado se puede calificar de regular, pues empieza a estar acosado por los ejemplares más jóvenes y va notando el peso de sus aproximadamente 800 años.
 
 
 
El roble de la Verruga también es tratado en la obra "Árboles singulares de la provincia de Burgos". En la misma podremos saber que este roble era punto de referencia de los pastores en la antigua dehesa boyal. Ya de paso podremos conocer muchos aspectos de la vida ganadera de antaño, algunos ciertamente curiosos, como el hecho de que los terneros recién nacidos eran escondidos dentro del tronco de los robles huecos para evitar el acecho de los depredadores, o los quebraderos de cabeza que implicaba controlar que el ganado no fuese a comer a los campos sembrados.
 
 
 
El abandono de la dehesa de Jaramillo Quemado no es casual. En Burgos tenemos muchos ejemplos de despoblación pero pocos tan impactantes como el de este pueblo. En los años 50 del pasado siglo rondaba los 200 habitantes. A partir de entonces inició su inexorable despoblación, primero a gran velocidad y luego como un lento goteo. En el último padrón de 2013 se contabilizan cuatro habitantes. Pero lo más curioso es que contra todo pronóstico, el pueblecito sigue permaneciendo como ayuntamiento independiente, lo que le convierte en el segundo más pequeño (en cuanto a población) de toda España.
 
En el próximo artículo describiré una ruta muy sencillita para acercarnos a esta dehesa y a este roble.
 
 
 

8 comentarios:

Marga dijo...

Hola Montacedo. Hace pocos días, buscando alguna ruta fácil para realizar con mi marido y mis hijos descubrí este blog, que me parece una maravilla. Hicimos la ruta del cañón del Hontomín y me pareció preciosa. Luego hicimos la Orbaneja-Villaescusa. Y mañana (1 de mayo) igual hacemos otra rutita. Me parece un blog estupendo, y este comentario sólo es para darte las gracias por hacer algo tan útil y práctico para gente como yo, que nos gusta salir por ahí de vez en cuando. No te canses. Es un blog muy currado y fantástico, de verdad. Saludos.

Montacedo dijo...

Muchas gracias por tus palabras. No sabéis lo importante que es recibir comentarios, especialmente si son de este tipo, pero también cuando aparentemente no aportan nada especial.

Gudín dijo...

Pero si salgo yo en la anteúltima foto....
1 saludo.

ZáLeZ dijo...

Ante un ejemplar de esta categoría de árbol, no puedo evitar darle un abrazo, aunque no pueda abarcar esos 800 años de su savia fluyendo en su viejo tronco de gran experiencia sabia. Jod... lo que me ha salido. Jeje.
Saludos amigo, y a seguir disfrutando.

Anónimo dijo...

Y más q vas a aparecer en el video de la ruta. Je je. Soy montacedo

Gudín dijo...

Ahhhhh.
Ya me imagino.

El tejón dijo...

Me recuerda al roblón de Estalaya, es una pena que esté próximp su final.
Un saludo y un abrazo que te encargo le des al roble de mi parte si no voy yo a verlo antes.

Montacedo dijo...

Muchas gracias por vuestros mensajes. Sí, nosotros también le dimos un abrazo a este gigante. Por cierto que ha dado la extraña casualidad de que ayer publicó un artículo sobre este mismo roble Elias Rubio en "memorias de Burgos". Parece cosa de brujas.