Vista de Canicosa desde las cercanías del pino-roble. Al fondo Quintanar y la sierra de Neila.
¿Cuántas posibilidades hay de que
un piñón caiga en la cruz principal de un roble?¿Cuantas posibilidades hay de
que germine en este lugar?¿Cuantas de que el pino se desarrolle?¿Cuantas de que
el inquilino no mate al huésped?. Pues todo esto ha ocurrido en el curiosísimo
ejemplar llamado pino-roble o roble-pino, que se encuentra a unos centenares de
metros del pueblo de Canicosa.
El árbol se ubica en una pequeña
dehesa de robles, en una pequeña vaguada en la que logran competir con el
pujante pinar. El ejemplar no es llamativo desde la distancia y no está
especialmente señalizado, con lo que incluso llevando las coordenadas es
posible que nos lo pasemos de largo.
Se trata de uno de los árboles
más raros de España, mitad roble-mitad pino. Quizá fue algo casual o, como
sostiene un vecino, la culpa la pudo tener una ardilla que escondió entre las
ramas del roble una piña. Las raíces han acabado perforando el tronco hueco del
árbol hasta llegar al suelo, con lo que su supervivencia parece garantizada. Y
por eso es bastante ya más alto que el árbol en el que vive. El engrosamiento
de este incómodo inquilino le está ocasionando al roble la rotura longitudinal
de la corteza, fenómeno que, de todas maneras, no parece afectarle en exceso.
El estado de conservación de ambas especies es aparentemente bueno, aunque al parecer el pino está afectado por un hongo.
Se puede estimar la
edad del pino en unos 130 años y la del roble en unos 250.
También tiene connotaciones
arbóreas el nombre de la patrona del pueblo: la Virgen de Carrascal. Su ermita
se encuentra a un kilómetro al oeste del pueblo, a las puertas del bosque y a
los pies del pico Carmona. El lugar acoge en agosto una romería cuya antigüedad
se pierde en la memoria. No en vano, pese a la austeridad del edificio actual,
la imagen de la patrona es una talla del siglo XII.
Y también tiene su leyenda. Según
la misma, estando un vaquero cuidando atento de sus vacas en el término
conocido como “el Carrascal”, se quedaba extrañado de que una de las reses
permaneciera siempre en el mismo lugar junto a unas carrascas y
sorprendentemente era la más nutrida y lozana de toda la vacada. Cuando acudió
el observador ganadero a indagar el prodigioso pienso encontró asombrado que
lamía un bulto envuelto en un saco. Quitado el tosco envoltorio apareció en
todo esplendor la bella imagen. Y así cantan aún los romeros:
“No es comprada ni es vendida
la Virgen del Carrascal.
no es comprada ni es vendida,
que es bajada de los cielos
y apareció en una encina
y apareció en una encina
la Virgen del Carrascal”
Una leyenda muy similar a otras
que ya hemos difundido en este blog.
3 comentarios:
Hola Montacedo , sin duda que es un arbol singular , en Canicosa tambien se le conoce como el pinachon . Un saludo .La primera foto , tiene una vista mas espectacular desde el pico arañas .
Gracias por dejar comentario. Recuerdo que me hiciste varias recomendaciones por la zona. A ver cuando cuadra para hacerlas.
En la carretera que sale del comunero de Revenga a Canicosa, justo al salir del comunero, hay un área recreativa (no la del propio comunero). En agosto del año pasado había gente con los perros sueltos, y haciendo fuego en las barbacoas.
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