Ya hacíamos mención hace unos días, en el blog exilio en Cantabria, a las privilegiadas vistas que desde el pueblo de La Riba se tienen sobre el embalse del Ebro. Pero el observador atento podrá distinguir fácilmente, hacia la vertiente este y en uno de los puntos más estrechos del pantano, una especie de pilastras.
Nos acercamos desde el lado burgalés, aproximación un tanto complicada ya que el último tramo está aislado salvo que el nivel del embalse sea relativamente bajo.
En este caso la explicación más lógica es la correcta. Se trata, efectivamente, de los restos de un puente; en concreto del puente Noguerol.
En este caso la explicación más lógica es la correcta. Se trata, efectivamente, de los restos de un puente; en concreto del puente Noguerol.
Pero, a diferencia de lo que pudiera pensarse, no se trata de un puente que quedara abandonado por la construcción de la presa, no. Es más, teóricamente este puente iba a ser una de las compensaciones que recibirían los habitantes de la comarca por la creación del embalse, sustituyendo la antigua carretera de comunicación que, ésta sí, quedaría inundada.
Las imágenes que nos ha llegado de esta época, finales de los 40 y principios de los 50, son ciertamente espectaculares, como éstas que se encuentran en la página web www.arija.org, altamente recomendable.
El caso es que, lleno ya de agua el embalse y estando incluso inaugurada la presa ("queda inagurado este pantano"), los arcos centrales del puente se hundieron, antes incluso de que circulara ningún vehículo.
Aunque no existe una evidencia clara de las razones del hecho, se especula con el empleo de materiales de baja calidad, especialmente teniendo en cuenta la naturaleza arenosa y fangosa del terreno.
El caso es que no sólo no se intentó su recuperación, sino que incluso se dinamitó a conciencia para evitar tentaciones futuras. Así, la única inversión compensatoria para los habitantes de la zona se convirtió en un engaño más, tal vez el más cruel de todos.
La historia, ampliada y mucho mejor contada, la podéis encontrar aquí.
2 comentarios:
Ciertamente la zona sur del pantano sufrió con este desastre del Nogerol, todavia mi padre con ochenta años no se cansa de repetir que el puente tiene que ser reivindicado.Total que para desplazarnos a Reinosa o dabas toda la vuelta por Corconte o seguías la sinuosa, peligrosa y helada carretera, (sobre todo el Monte de Horna) actualmente está por fin en obras, después de que los pueblos por los que pasa se hayan quedado semivacios.Por cierto la casa de mi madre en Villanueva de las Rozas también fue anegada por el pantano.En fin agua pasada. Un saludo.
Hola Alfonso. Vamos, que me hago a la idea. No me extraña que se reivindique el puente, pues fué una tomadura de pelo en toda regla.
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