El libro propone un recorrido por las comarcas del alto Ebro, especialmente el burgalés; pero que nadie espere una guia turística o de otro tipo; pues estamos hablando más bien de un viaje interior, evocador de un patrimonio y unos valores en trance de desaparición.
La lectura del libro es sin duda recomendable dado su mayor valor literario respecto a otros textos propuesto aquí, sus interesantes reflexiones y el descubirimiento o redescubrimiento de pequeños mágicos rincones. En todo caso, como aviso para navegantes, ahonda en una visión pesimista recelosa incluso de las pocos visos de desarrollo de estos pueblos.
Aunque seguro que parte de las reflexiones leídas me vendrán a la mente cuando me dirija a estos lugares apunto aquí la frase de cierre del libro.
"llaman “SOBREPENA” en la comarca a una melancolía de que uno es dueño y se coloca en el fondo del corazón y ya toda la vida se nota una extrañeza en las sensaciones. Algo semejante me sucede, que te voy a decir, es una enfermedad que se aloja en los viajeros – en los seres humanos – cuando se acostumbran a las ruinas, y no desisten”.
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