jueves, 15 de noviembre de 2018

San Vitores y sus lugares

Hace unos días publicábamos un artículo referido a la apertura “secular” del arca con las reliquias de San Vitores. Aprovechamos la “inercia” para hacer un breve y peculiar recorrido por algunos de los lugares de la provincia de Burgos por los que discurrió la vida de este santo, cuya hagiografía tiene mucho más de leyenda que de historia. Esto no le quita su valor etnográfico, sino que más bien lo aumenta. 

La vida de San Vitores fue escrita, probablemente en el propio monasterio-convento de San Vitores, en 1487 por Andrés Gutiérrez de Cerezo, siendo el primer incunable impreso en Burgos. Se tiene constancia de que está basado en un pergamino algo anterior guardado en la Biblioteca Nacional. Las redacciones posteriores se basan en este primer libro, con pequeñas variantes.

San Vitores nació en Cerezo de Rio Tirón, ejerciendo en la iglesia de Santa María de Villalba. Hoy este templo es una ruina total, lo mismo que el antiguo barrio alto. En todo caso debió ser una iglesia anterior, ya que nuestro personaje vivió en el siglo IX.

Ruinas de la iglesia de Santa María de Villalba


Deseando llevar una vida más recogida se retiró a los montes próximos a Oña. Allí vivió en una cueva llevando una vida de ermitaño durante unos siete años.


"apartose de todos sus parientes e amigos, e fuese para la villa de oña .... e fiso allí una cueua por sus manos en una peña que allí estaua…"

Ermita de San Vitores, cercana a Oña

Los onienses hicieron al lado de la cueva una ermita. En la actualidad, en el día de su fiesta, 26 de agosto, suben en procesión con el santo a ese lugar de romería.

Pasado ese tiempo se le apareció un ángel que le exortó para que volviera a su pueblo sitiado por los moros.

"e vete para la cibdat que dises y predica la ley que tienes e defiende la cristiandat quanto podieres e asi recibiras corona de martirio e libraras esa cibdat.."
Según la creencia, unas oquedades a gran altura cercanas a Quintanilleja (en las proximidades de Cerezo de Río Tirón) se corresponden con el Convento de Sietefenestras. Dice el escrito que:

"bynole reulación del señor dios que los moros que ponían escalas a la peña de las siete finiestras para sobyr a las cueuas donde estauan las donsellas para las prender..."
Emplazamiento cercano a las cuevas de Sietefenestras

Gracias a sus oraciones y esfuerzos las escalas fueron derribadas. No sólo esto, la predicación de San Vitores era tan intensa que incluso los moros se convertían de forma masiva, y los milagros eran continuos. Esto enfadó al rey moro que no cejó hasta que logró prenderlo. Hecho prisionero, es llevado a la Vega de Quintanilleja donde es crucificado. Pero como no moría y no cesaba de predicar, se da la orden de cortarle la cabeza:

"Et viendo aquel rey malo que dios fasia muchos miraglos por ruego del santo martyr mandolo poner en la crus que el mucho alabaua ..."
"...e en aquella el moro cortole la cabeca. e lancópor la cortadura sangre e leche..."

De la sangre surgieron o renacieron, según otras versiones, unos morales. Dichos morales se encuentran justo al lado de un camino, a pocos pasos de los restos de Quintanilleja. Cerca de los mismos hay una piedra donde es creencia que se produjo el martirio propiamente dicho. Es costumbre subir con unas moras a la piedra y manchar las cuatro cruces que se encuentran en sus caras. También es creencia que estas moras tienen propiedades curativas.

Morales de Quintanilleja

Se da la circunstancia de que el moral más espectaculares de la provincia, el moral de Villoviado, dicen que proviene de uno de los esquejes de estos morales, y que tiene unos de 500 años


Moral de Villoviado, con las Mamblas al fondo
Ante el asombro general coge su cabeza del suelo y vuelve al pueblo. Allí realiza el milagro de resucitar al hijo de un amigo que había muerto ese día. Tres días estuvo con la cabeza en la mano. En este periodo seguía cercada la ciudad de Cerezo, y el santo idea una estratagema que consiste hartar a una vaca con trigo hallado milagrosamente y enviarla al campo enemigo. Los moros, tras matar a la vaca, observan que tenía la panza llena de trigo, y desesperan porque pese a los años de cerco los cristianos aún tienen alimento incluso para dar de comer a los animales, y con ello levantaron el sitio.

Cuando lo consideró, reunió a sus paisanos y en su compañía partió de Cerezo al lugar donde tenía dispuesto ser enterrado. Al llegar al término de Cubillas, hizo brotar una fuente para lavarse y a pocos metros, en la cuesta sobre el Tirón, había una cueva donde había una gran serpiente que aterrorizaba a la comarca. El santo no sólo la amansó y la hizo alejar, sino que decidió que ese sería su lugar de enterramiento. En su honor hicieron un pequeño convento en el lugar donde había surgido la fuente.



Ruinas de la ermita y del pozo del santo, en su interior

En años posteriores también hizo otro convento al lado de la cueva donde yacían sus huesos. En el siglo XV, los Condestables de Castilla decidieron hacer un convento en condiciones donde fueron trasladados los restos del santo. Este convento fue habitado por frailes hasta la desamortización en la que se abandonó. A partir de ese momento el Convento se fue deteriorando. En los últimos años se ha ido restaurando todo el edificio. En la iglesia permanece el sepulcro y el arca donde reposan los restos del santo.

Convento de San Vitores, dominando el valle del Tirón y con la Sierra de la Demanda al fondo.

En la “Vida de San Vitores” se narran varios milagros acontecidos tanto por la oración al santo como por el consumo de las moras de su árbol. Tal y como indicamos en un artículo anterior su advocación, aunque no muy frecuente, se encuentra bastante extendida en el norte peninsular, especialmente en Burgos y en zonas aledañas al camino de Santiago.

En nuestra provincia, además de las de algunos de los pueblos más cercanos, podemos citar las parroquiales de lugares tan alejados como Bárcena de Pienza, Ventades o Villoviado (allí donde existe ese gran moral); así como ermitas en Frías, Huerta de Arriba o Zazuar. Creemos plausible que el “culto” a los morales, relativamente frecuente en nuestros pueblos, tenga algo que ver con la veneración a este Santo.

La principal fuente para la elaboración de este artículo ha sido ésta:
http://sanvitorescerezo.blogspot.com/2012/02/san-vitores-y-sus-lugares.html

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