viernes, 28 de mayo de 2010

árboles singulares: el enebro de Quintanilla de las Viñas

Retomamos, espero que con cierta periodicidad, la serie de árboles singulares para presentaros este árbol.

Se trata en realidad de un esqueno, enebro de la miera o enebro albar, de características intermedias entre la sabina (más frecuente por estos pagos) y el enebro común.
 
Para distinguir enebros de sabinas basta con palpar sus hojas, pues mientras las de los primeros son puntiagudas, no ocurre lo mismo con las de las segundas. Por su parte el enebro de la miera se distingue del enebro común en el color de los frutos, que en lugar de ser azulados son marrón claro.
 
Este árbol no figura en el catálogo de Especímenes Vegetales Singulares publicado por la Junta de Castilla y León, y eso que es aún más grueso que el cercano ejemplar de Cubillejo de Lara (publiqué en su día sobre el mismo). Por cuatro metros de perímetro de aquel este luce 5 y medio aproximadamente, lo que le daría una edad de unos 700 años.
 
Ya hablamos precisamente en aquel post sobre las excelentes características constructivas de la madera de este árbol. Añadiremos ahora que su madera no se pudre ni siquiera en árboles muertos, que eran usados antiguamente para tablas y muebles. Del enebro de la miera se extraía el aceite de “cade” que servía para desinfectar heridas de personas y animales.
 
Este espécimen se encuentra cerca de la carretera que desde la la N-234 se dirige a Quintanilla de las Viñas. Como a 500 metros del pueblo, a la altura de una pequeña vaguada, encontramos a nuestra izquierda una señal de sendero de largo recorrido y otra indicativa de las cercanas icnitas. Justo en la pequeña ladera de la izquierda se encuentra este solitario árbol. Como vemos en la foto, forma una estampa realmente evocadora con la sierra de Mamblas ("mamas") al fondo.
 
*****
 
(Actualización de 2021). Tristemente este especimen está completamente seco, al menos desde hace un año. Según cuenta en su blog Eliás Rubio hasta hace unas pocas décadas existía otro ejemplar similar en este mismo cerro de Los Rebulillos.
 

 
 

jueves, 27 de mayo de 2010

Libros: Temas y Paisajes

Las tierras más pobladas, con más apego a su cultura o que han sabido atraer a los grandes talentos, pueden presumir de poetas (en ocasiones grandes poetas) que han glosado sobre sus paisajes, sus pueblos y sus gentes. Esos poetas que son capaces de resumir en unas líneas la sensación que difícilmente podremos explicar con la extensa prosa.

En Burgos también tenemos nuestro poeta, tal vez no muy conocido, tal vez no con gran talento literario, pero sin duda realmente vinculado a lo nuestro; se trata de Bonifacio Zamora.
 
Este sacerdote, nacido en Quintanalara en 1901 y fallecido en 1989, nos dejó numerosos versos dedicados a gran número de lugares singulares de nuestra provincia. Sin duda su obra más representativa en este ámbito es "Temas y Paisajes", editada originalmente en 1950, fue reimpresa por la Caja de Ahorros del Círculo en 1987.
 
Si no la conocéis, os animo a su lectura. En este blog aparecerán algunos versos de cuando en cuando.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Dolmen de Cubillejo de Lara o de Mazariegos

Tras varios artículos publicados en los meses de junio y julio del año pasado había quedado este dolmen pendiente, dentro de los más "conocidos" de la provincia. No en vano, no sólo está situado en una zona geográficamente distante del resto, sino que también su ubicación geográfica (en un valle y no en un altozano) no responde a los mismo parámetros.
 
El dolmen en cuestión se encuentra situado en el antiguo camino entre los pueblos de Cubillejo de Lara y el ya abandonado Mazariegos (pronto escribiremos sobre el mismo) aunque más cerca de este último.



De hecho se ha generado desde hace unos meses una cierta polémica desde Mecerreyes (que absorbió en su momento el terreno de Mazariegos) para reivindicar la propiedad y la denominación del dolmen, que al parecer está en su término municipal (puedes leer aquí o aquí). En fin, cosas de la rivalidad local.

Sean galgos o podencos, precisamente se me ocurrió acceder por una vía diferente a la tradicional, que parte desde las cercanías de Cubillejo. este acceso resulta menos apto para el vehículo pero más cercano para el pie.



Dejando el coche en las ruinas de Mazariegos, a la altura de las últimas casas veremos un camino al otro lado de la N-234 que conduce a una explotación de áridos. en sus primeros 500 metros este camino es apto para el coche. Poco antes de alcanzar la cantera y en una curva a la derecha abandonamos el camino principal por el camino que nace a nuestra izquierda, de modo que no cruzaremos un pequeño regato de agua. En unos 500 metros adicionales llegamos al resto arqueológico, que se ve acompañado por un reciente cartel explicativo instalado por la asociación Tierra de Lara.
 

El dolmen propiamente dicho responde a la estructura típica de sepulcro de corredor (No debemos olvidar que en su día estuvo cubierto por un túmulo de tierra) y su cronología estimada es de 5000 años. la cámara sepulcral tiene unos 6 metros de diámetro y está compuesta por 12 ortostatos o grandes lajas de piedra.

También está compuesto por ortostatos el corredor de acceso. En uno de ellos destaca la existencia de unos grabados (dos cuadrúpedos y un ramiforme que podría ser un símbolo solar) que constituyen una de las pocas representaciones de arte post-paleolítico localizadas fuera de una cueva.
 

Entre los escasos restos del ajuar llegados hasta nuestros días aparecen una serie de cuchillos de sílex y especialmente un brazalete de procedencia mediterránea, todos ellos expuestos en el Museo de Burgos.

martes, 25 de mayo de 2010

Las canteras de Hontoria

Pocos serán los burgaleses que no hayan oído hablar de la piedra de Hontoria, aquella con la que se construyó nuestro más insigne monumento, la Catedral, pero también muchos otros tanto de dentro como de fuera de la provincia.
 
Lo que es menos probable es que nos hayamos al menos acercado al lugar propiamente dicho de donde se extraía este material. Para ello, pasado el pueblo de Hontoria, tomamos la carretera que, hacia la derecha, conduce a Tornadijo. Enseguida llegamos al vallejo donde se abren las principales canteras, presidido por los restos de una antigua instalación militar.

 
Aunque en las primeras centurias la explotación se desarrolló a cielo abierto, en el último periodo la piedra se extrajo subterráneamente, formando unas galerías de dimensiones considerables. Aunque el acceso está restringido, podemos hacernos una idea observando el tamaño de las bocas de entrada.


Tras su abandono como explotación, el lugar fue utilizado a modo de polvorín por las autoridades militares. Después un ganadero lo usó a modo de aprisco, aunque todo parece indicar que ya ha dejado de cumplir tal función.
 

Desde hace bastantes años son varias las voces que abogan por conservar y poner en valor este patrimonio, a modo de centro de interpretación. Más recientemente, la red CONSTRUROCK, liderada por el Instututo Geológico y Minero de España, ha puesto en marcha una iniciativa para la protección de este tipo de canteras, con vistas, entre otras cosas, a que la restauración de monumentos se realice con piedra de la cantera original.
 
Más información aquí o aquí.

jueves, 20 de mayo de 2010

Otros pueblos del Silencio: Fresno de Nidáguila

Tal vez debería abrir un apartado para lugares que ya no pueden denominarse pueblos, pues apenas quedan algunas paredes de lo que antes fueron, y a veces ni eso. Uno de estos casos es el antiguo lugar de Fresno de Nidáguila, a orillas del humilde río de San Antón y a medio camino entre Masa y Nidáguila.
 
Actualmente se distinguen sólo tres edificios, que han podido llegar hasta hoy debido a su robustez. Un posible edificio religioso (aún se distinguen algunas arcadas)

 
Un recinto rectangular que pudiera ser el antiguo cementerio:


Y sobre todo los restos de una torre que debió ser considerablemente más alta (por cierto, como en tanto otros casos la declaración como BIC no es mas que una farsa).


De acuerdo con el libro "Arquitectura fortificada de la provincia de Burgos", esta torre estuvo originalmente rodeada de un recinto amurallado. Inicialmente el lugar formó parte de las propiedades de la orden de los Templarios, que acabarían vendiéndolo a la Orden de Santiago. Unas monjas serían las últimas poseedoras del lugar, gestionándolo desde un pequeño priorato.
 

A mediados del siglo XIX el lugar contaba con cerca de 100 habitantes, número que se reduciría progresivamente hasta quedar abandonado a principios del XX. Tan sólo estos restos nos recuerdan que aquí hubo un pueblo; cuando desaparezcan nos olvidaremos.
 

viernes, 14 de mayo de 2010

Libros: Leyendas y fiestas populares del norte de Burgos

Libro editado hace más de 20 años (en 1988) por varios autores y con el patrocinio de Caja de Burgos (entonces aún caja de Ahorros Municipal). Puede dividirse en dos partes: la dedicada a las leyendas y la dedicada a las fiestas actuales (fundamentalmente religiosas).

La primera recoge el análisis de buena parte de los mitos populares más afamados del norte burgalés. Destaca la introducción y el amplio capítulo dedicado a los misterios de Ojo Guareña.
Respecto a la segunda, podemos ver el origen de muchas de las romerías y fiestas locales, incluyendo algunos datos curiosos e incluso sorprendentes.
Como supondréis, mi idea es aprovechar cuando sea oportuno esta o aquella anécdota, de hecho por ejemplo de aquí me informé (en parte al menos) de casos como los de la Condesa Traidora, la Virgen de la Tabla, San Fermín de Tartalés de Cilla...
*****************
No olvidemos que mañana es la festividad de San Isidro, que aunque hoy en día en general esté reducida a una celebración "plana" y sin originalidad, no deja de ser el patrono de nuestros campos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Escanduso: La iglesia románica más pequeña de España

Así se la conoce en algunos foros e información turística. Tal vez lo sea o tal vez no, esta diminuta, humilde y enternecedora iglesia que por lo demás suele pasar desapercibida para los turistas que transitan camino de Puentedey.
Pero si la he decidido traer a estas líneas no ha sido (sólo) por esta anécdota estadística. Revisando mis fuentes ha tiempo que encontré la historia reciente de esta iglesia y resulta que hasta no hace mucho (unos 5 años) mostraba un aspecto prácticamente ruinoso.
Los escasísimos vecinos todos jubilados, tras mucho tiempo de llamar infructuosamente a todas las puertas, se resistieron a aceptar la evidencia y, ni cortos ni perezosos, emprendieron la titánica tarea de recuperar el templo con sus propias manos; labor para la que, por otro lado, no disponían de ningún tipo de formación ni experiencia. Y tras arduos esfuerzos consiguieron, como vemos, recuperar el bonito aspecto que la iglesia luce hoy en día.
Como tampoco es cuestión de copiar párrafo por párrafo, aquí os dejo el enlace a dos versiones de esta historia que merece la pena conocerse: Uno y dos.

martes, 11 de mayo de 2010

Otros pueblos del Silencio: Valderías

Valderías se encuentra en una situación muy similar a sus vecinos Linares y Presillas; tal vez algo mejor que la del primero y algo peor que la del segundo. En definitiva, algunas casas de temporada muy bien conservadas, pero sin indicios de población estable.

El cementerio, a la entrada del pueblo, probablemente construido con los restos de una antigua ermita:
Una casa nueva o reformada en venta (visto en verano del 2009):
El entorno del lavadero y el pilón, ciertamente bien conservado:

Una casa que podría provenir de una antigua torre desmochada:

La iglesia de San Martín, en ruinas:


Y algunas casas al estilo montañes bien reformadas:



Valderías figura en el censo, desde hace ya algunos años, con 4 habitantes. 79 vivían en 1950; los mismo que en 1900.

lunes, 10 de mayo de 2010

Ruta de senderismo: Las Calderas desde Palacios de la Sierra


Por segunda vez consecutiva os presento de nuevo una ruta realizada hace poco tiempo. Se trata nada más y nada menos que del acceso al espectacular y original paraje de Las Calderas desde el pueblo de Palacios de la Sierra.



Como muchos lectores sabrán existe otra opción, tal vez más usual, de acceso desde las Lagunas de Neila.
 
Las fotos se corresponden al propio paraje y a diferencia de lo que hago habitualmente, no están situadas en el mismo orden que el trazado seguido.


Dificultad: Muy Alta
Orientación: Normal
Belleza: Muy alta
Tiempo: 6 horas


Situación.

La subida al paraje de Las Calderas se realiza desde el pueblo de Palacios de la Sierra.
Llegando desde la carretera de Salas a Quintanar de la Sierra, deberemos desviarnos por la primera calle perpendicular a dicha carretera a mano izquierda, y unos 50 m antes del desvío que hacia la derecha conduce al puente sobre el Arlanza y el centro del pueblo. En este punto ponemos el cuentakilómetros a cero.
Esta calle, bastante ancha, toma un sentido ascendente y termina en su asfaltado junto a un aserradero. En este punto se cruza un paso canadiense y se convierte en un camino que se introduce en un bosque de roble albar.
A partir de aquí seguimos siempre el camino principal. Dejamos un pabellón a la derecha y en la cercana bifurcaron tomamos el arranque hacia ese mismo lado. Medio kilómetro mas adelante pasamos a nuestra izquierda una voluminosa granja.
Unos 800 metros después de la granja y 2,8 km después del pueblo llegamos a un cruce de caminos, en donde podemos dejar el coche (1110 mts de altitud). Aún es posible avanzar por el camino principal (el de frente) aproximadamente un kilómetro más, hasta llegar a unas praderías en donde se une un camino por la derecha y junto a unas grandes losas. Este segundo punto está a 1190 mts de altitud.

Puntos de Interés

Robles de la dehesa, vistas sobre los pueblos de la sierra, cascadas, gargantas, formaciones rocosas, pozos.

Descripción de la Ruta
Desde el punto citado como segunda opción para dejar el vehículo se desciende ligeramente y se llega a una zona de amplias praderías separadas por un muro intermedio. Continuamos junto al muro atravesando la pradera por un camino más o menos difuso. Tras atravesar el prado llegamos inmediatamente a un cortafuegos en donde giramos a la izquierda.

Este es el punto de más difícil orientación de la ruta. Tras unos 200 metros de entrar en el cortafuegos y antes de llegar a un montón de tierra se puede apreciar en su lado derecho el inicio de un camino bastante desdibujado e inicialmente semi-taponado por un pequeño talud. Una referencia adicional, dependiendo de la época, es una pequeña corriente de agua que invade el mismo camino durante buena parte del año.

Este camino es relativamente ancho aunque está (cuando lo visitamos nosotros, hace unos 3 años) en evidente estado de abandono. Deberemos avanzar por el mismo durante aproximadamente media hora, y siempre en dirección perpendicular a la que tenía el cortafuegos.
 
Tras aproximadamente una hora de recorrido total llegamos al final de este camino, llegando a otro mucho más ancho de tierra que tomaremos hacia la derecha y en sentido ascendente.

Seguiremos este nuevo camino, sin pérdida posible, durante aproximadamente otra hora adicional. Este camino alterna zonas más suaves con otras de fuerte pendiente y tiene siempre cierta tendencia hacia la izquierda. En esta zona el robledal es sustituido paulatinamente por el pinar.
 
En nuestro avance veremos, al cabo de un tramo, un camino que hacia la izquierda desciende al encuentro del arroyo y, como a mitad de camino, los restos de la llamada Cabaña de los andaluces, que vinieron a repoblar el pinar hace ya bastante décadas.
 
Por encima ya de los 1600 metros y tras una vaguada algo más abierta de vegetación el camino atraviesa un pequeño arroyo, gira una vez más a la izquierda y tras un fuerte, pero corto repecho realiza un inesperado giro de casi 180 grados.
 
En este punto, muy cercano al final del camino, debemos localizar un hito montañero (montón de piedras) que nos indica el sendero que por la izquierda deberemos seguir a partir de ahora. Tras un corto trecho entre pinos salimos a una zona más abierta en la que los hitos siguen marcando el recorrido. Al poco hacia la derecha volvemos a entrar en el bosque.
 
En esta zona, caracterizada por los numerosos árboles derribados por los crudos inviernos, el sendero vendrá marcado por hitos y flechas de color blanco pintadas en los árboles.

Sin ganar ni perder altitud cruzamos un arroyo algo más caudaloso al cabo de unos 5 minutos y seguimos por el bosque hasta acceder, al cabo de otros 5 minutos, al paraje conocido por el nombre de Las Calderas. Este punto, a unos 1630 metros de altitud y en la zona central de dicho paraje, se caracteriza por la existencia de una gran superficie plana de roca por la que circula el arrollo por una especie de canales interrumpidos por pequeñas cascadas y marmitas de gigante.
 
A partir de aquí se abren las posibilidades exploratorias del senderista, pero creo útil hacer una serie de recomendaciones.
 
Por la parte inferior llegaremos al final de esta superficie plana al cabo de unos centenares de metros. A partir de aquí las grandes rocas dificultan sobremanera el avance y se hace del todo recomendable alejarse un poco del cauce hasta ganar la parte alta del cortado.
Desde aquí veremos espectaculares formaciones rocosas, un poco más adelante el curso toma un aspecto más lógico de cañón. Si decidimos seguir un poco más, a unos 1550 metros de altitud las sendas existentes nos propondrán bajar de nuevo junto al cauce, para descubrir, en torno a los 1500 mts dos bonitas cascadas. En todo caso, y teniendo en cuenta el esfuerzo de descender y volver a ascender al punto, de partida esta es la zona menos interesante del paraje, aún siendo igualmente espectacular.
 
Por la parte superior, la superficie plana termina en una bonita cascada y poza, el lugar ideal para un baño si el día está caluroso. Podemos remontar la cascada junto al arroyo por su parte derecha unos 100 metros hasta ver otra nueva cascada y un nuevo paisaje de grandes rocas pero las grandes grietas que empiezan a aparece hacen recomendable retroceder hasta la poza e intentarlo por la parte izquierda.
 
Tras unos centenares de metros por un sendero de difícil avance por la retama y con un poco de dificultad descubriremos una grieta que desciende hacia el curso de agua. En este punto hay una senda que nos permite avanzar un poco curso abajo y un buen tramo curso arriba siendo esta la parte más espectacular del cañón.
 
Avanzamos por debajo de grandes rocas de hasta 30 metros de alto que a veces forman túneles bajo los que deberemos pasar. Se suman los saltos de agua. En un punto con una especie de bóveda encontramos dos saltos consecutivos.
Desde aquí el camino asciende parcialmente permitiendo una vista general muy interesante. Hacia los 1750 metros el arroyo deja de producir saltos importante y será el momento de retroceder.
Un último aviso, en el descenso junto al curso de agua, hay un punto en el que no parece posible continuar, pero los más osados podrán conseguirlo gracias a una cuerda destinada a ayudarnos a salvar un desnivel de unos tres metros.

Comentarios

La ruta es bastante dura. Para acceder a muchos de los rincones es necesario apoyarse a menudo en puntos precarios de las rocas y asumir un continuo sube y baja muy duro para las piernas.
Tan complicado o más que las rocas resulta el avance entre la áspera y resistente vegetación. Adicionalmente el camino hasta las calderas implica unas dos horas a buen ritmo.
Una opción menos exigente es contemplar únicamente la zona de superficie lisa y los dos saltos de agua de su parte superior, lo que nos va a dar una visión general del entorno.

La época más recomendable es el final de la primavera o principio del verano cuando el arroyo aún tenga abundante agua. Con nieve o durante el deshielo los paisajes serán más espectaculares pero aún será más difícil e incluso peligroso andar por las rocas (hay agujeros inesperados de más de 10 metros). En verano se pierden muchos saltos e agua pero se hace más apetecible un baño en las numerosas pozas del recorrido.
 
Track de la ruta (descargable en wikiloc).
 



jueves, 6 de mayo de 2010

Cigüenza

Esta es la bonita estampa que forma el Nela a su paso por Cigüenza, a tiro de piedra de Villarcayo, lugar de frecuentados restaurantes de fin de semana. En la parte alta de la imagen podemos distinguir el perfil de la ermita de Nuestra Señora de la Tabla.

Esta curiosa advocación tiene su origen en la tradición según la cual una niña estuvo a punto de ahogarse en el río, pero en el último momento se le apareció la virgen (nunca mejor dicho) ofreciéndole una tabla donde asirse para salvarse.

La ermita celebra su fiesta en torno al 8 de septiembre, momento en el que la imagen es trasladada a la iglesia del pueblo (al otro lado del río) en donde permanece hasta la semana siguiente.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Chacolí de Burgos

En una época en la que el vino de la Ribera y en menor medida del Arlanza es fuente de fama y prosperidad para el tercio sur de la provincia puede ser buen momento para recordar los caldos que se produjeron durante siglos en el norte burgalés y que aún se mantienen aunque sea de manera testimonial, nuestro vino más antiguo y a la vez más olvidado: el chacolí.

Este pequeño recorrido lo haremos de la mano del libro "El chacolí de Burgos: Vino heroico de la primitiva Castilla", escrito hace ya más de 20 años por Pablo Arribas y editado por Caja Círculo.

Sí, porque, aunque a primera vista parece claro que el origen del caldo y la palabra hay que situarlo en el actual País Vasco, la asociación no es tan evidente. Tanto que, algunos expertos en lengua vasca admiten dificultades en justificar un origen vasco a la palabra chacolí, siendo más fácil interpretarla como una expresión castellana adaptada al euskera (un "castellanismo" diríamos).

El cultivo de la vid en la zona se retrotrae al menos a la época imperial, como así lo atestiguan algunos sepulcros paleocristianos (ver una de las imágenes, de la lápida encontrada en Quintanabureba). Posteriormente, en el famoso documento fundacional del monasterio de Taranco de Mena (aquel en el que aparece por primera vez la palabra Castilla) ya se citan unas vides como parte de la donación al monasterio.

Ya en los últimos siglos, se constata el cultivo de chacolí en toda la mitad norte de La Bureba, en el Valle de Tobalina, en Las Caderechas, en el Valle de Mena y en Miranda y su alfoz. En todos estos lugares el vino era un protagonista de la economía local; tanto que incluso, no se permitía la venta de vino foráneo hasta que no se consumiese la cosecha del propio, práctica que a la larga impediría la mejora de los caldos al tener la seguridad de que tanto el vino malo como el bueno estaba vendido de antemano.

En Poza de Sal el vino fué durante bastante tiempo la segunda fuente de ingresos, después de la omnipresente sal. De Poza se extraían hasta 100.000 cántaras anuales. Las viñas servían para dar trabajo en invierno a los obreros de las salinas. Frías llegó a ser comparada con un barco que navegaba en chacolí. En las Caderechas la producción de vino se compaginó durante un tiempo con la de la sidra (sí, sidra)...


...en Briviesca se consumía el chacolí producido entre otros lugares en Castellanos y Solas de Bureba. Por cierto, este último lugar tuvo que cambiar su nombre, durante la época de racionamiento, por el de Llano de Bureba, ya que eran frecuentes las confusiones con el de Salas de Bureba, localidad de más peso adonde eran enviados por error muchas veces el correo e incluso los víveres a distribuir en la población. En Llano de bureba se conserva incluso una barriada de bodegas en la parte alta y algunas cepas y nuevas plantaciones, cuyas imágenes ilustran este artículo.
El Monasterio de Oña se asocia con unas bodegas legendarias con cubas de hasta 30.000 cántaras (medio millón de litros) según crónica de un viajero italiano que recorrió estas tierras en 1523. En el precioso museo etnográfico de Montejo de San Miguel se conservan unas enormes y centenarias cubas de madera...

Sería a partir de los años 30 cuando empezaría el arranque masivo de vides quedando desde entonces reducido a un cultivo anecdótico en puntos aislados, y siempre para el consumo familiar. Como hemos apuntado anteriormente, se están haciendo algunos esfuerzos para potenciar, o al menos mantener, la producción. Se dice de este vino que, acostumbrados a los vinos tintos de Rioja o Ribera, no podemos establecer una comparación con los mismos, pero que una adecuada selección y mejora podría ponerle al nivel de otros blancos.

Así lo entienden la Asociación de Amigos del Chacolí del Valle de Mena, que tratan de dar a conocer las bondades de este producto y que aunque de momento prefieren mantener la producción exclusivamente familiar, no descartan en el futuro avanzar en la comercialización y la obtención de marcas de garantía para el mismo.

Si queréis profundizar algo más, no hace mucho el Diario de Burgos publicaba una noticia al respecto.

martes, 4 de mayo de 2010

Vídeo sobre el GR-85

El pasado domingo se emitió por La 2 el primero de una serie de documentales sobre senderos de largo recorrido en España.
 
Y tenemos la suerte que la mini-serie se estrenase con el GR-85: el Sendero de las Merindades, La ruta de los Sentidos.
 
La mayoría de las explicaciones están muy simplificadas e incluso hay alguna errónea.  Además al querer meter mucha información en poco tiempo el ritmo es un poco acelerado. En todo caso la belleza del camino, los pueblos y paisajes bien merecen dedicar un rato a ver el vídeo. Para acceder, pulsa sobre la imagen.
 
Por otro lado como aprovecho para indicaros que todas las etapas de este recorrido han sido descritas posteriormente en este blog. Las puedes consultar en este artículo y los siguientes.