lunes, 27 de mayo de 2013

El palacio de Cadiñanos

Tal vez sea el Palacio de los Medina-Rosales o Palacio de las Torres, de Cadiñanos, el más doloroso ejemplo del patrimonio burgalés en proceso de desaparición. El que uno de los más valiosos ejemplos de construcciones renacentistas de la provincia, en cuanto a tamaño y calidad arquitectónica, haya acabado de esta manera, es motivo de lamento para todo burgalés que se precie. Que pena que no podamos presumir de un palacio similar al de Zúñiga-Avellaneda (mencionado hace unos meses en este blog) o a la casa de Miranda o Palacio de Angulo, estos dos últimos en la capital.

De hecho, una de las cosas que llama la atención es la dificultad de encontrar publicaciones que recojan con un mínimo de profundidad la existencia de este edificio. Parece como si algunos estuviesen deseando que se caiga ya de una vez con el máximo silencio para que termine el sonrojo que les produce.

Esta es la primera imagen que recibimos, la de la fachada suroeste que en su momento fue la principal. Observamos dos torres, de las cuatro que tuvo originalmente. Semioculta vemos lo que en su día fue la portada principal. El piso superior, que probablemente lució un gran escudo, ha desaparecido completamente. Como muestra de las expectativas de que alguien se preocupe alguna vez de este lugar, tenemos los contenedores y el chiringuito fiestero.


Intentando recuperar alguna imagen de la decoración de la portada.



La torre sur es la que está en un estado menos malo. Sus preciosos vanos y su escudo nos ayudan a imaginar como pudo ser la fachada principal.


El original escudo


Esta es la fachada sureste. Mas llamativa en cuanto a que es la única que se conserva, aunque de acuerdo a los expertos la escultura es de calidad algo inferior.


Algunas imágenes que nos muestran la variada decoración y la inestabilidad del conjunto.





La familia Medina-Rosales es una estirpe de la que no se conocen muchos datos. Se expandieron en los siglos XV y XVI, una vez acabadas las luchas intestinas que se desarrollaron en la comarca entre diversas ramas nobiliarias. Decidieron establecerse en este pueblo. Antes de construir este gran palacio se establecieron en otra casa que aún se conserva, no muy lejos del palacio. Además fueron unos importantes mecenas para la parroquia, pues a su costa se edificaron sendas capillas y se levantó el altar mayor. En contraprestación poseen en la misma un pequeño mausoleo. Según la tradición el Palacio perteneció a algún Virrey del Perú. El arquitecto pudo ser Juan de Vallejo o Gil de Ontañón.

No conocemos las causas concretas de que este palacio se haya deteriorado con una rapidez relativamente alta; pero podemos especular sin mucho temor a equivocarnos: La piedra en general no es de una gran calidad, la existencia de un edificio tan grande fue sin duda interesante para las tropas activas durante las guerras de la independencia y carlistas y, finalmente, el hecho de que durante generaciones no haya habido especiales reparos en coger piedras de un edificio que al fin y al cabo "no servía para nada".
 
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Actualización redactada en febrero 2016. Durante los últimos años un empresario ha ido adquiriendo pequeñas porciones de la finca en un proceso complejo debido a la multitud de propietarios parciales del terreno. Tras la caída de algunos elementos y la declaración de ruina del edificio, desde septiembre de 2015 se han puesto en marcha unas obras de consolidación para intentar evitar la ruina definitiva; en colaboración con la asociación APTCE. Intentaré ampliar la información cuando el proyecto esté más avanzado y pueda cursar una nueva visita al lugar.
 

2 comentarios:

Miguel Cantera dijo...

Según esta noticia, parece que se actuará por fin :)

http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZF8F9E8CF-D7CD-A84B-64D4396EFCED0329/20150104/patrimonio/autoriza/obras/salvaran/palacio/cadiñanos

Montacedo dijo...

Gracias por el apunte. Algo había leído yo en este sentido, habrá que ver si se confirma.