miércoles, 4 de diciembre de 2019

Árboles singulares: el doncel del Monte Santo

Sobre una pequeña loma en las afueras de la localidad ribereña de La Aguilera se encuentra un pequeño rodal de pinos entre los que destaca, en su parte más alta, un ejemplar de tipo "doncel", el Doncel del Monte Santo. Tiene cerca de cuatro metros de perímetro y dieciocho de altura.


Pero ¿de donde viene su nombre?. Una pista nos la da esta cruz que se encuentra muy próxima.


Resulta que esta cruz es la última de las catorce que componen el via crucis que une el Santuario de San Pedro Regalado con este cerro. En la imagen, otra de las cruces con el santuario en segundo plano.


El santuario, alterado en su configuración original tras la instalación en el lugar de la moderna congregación Iesu Communio con el pueblo de Quintana del Pidio al fondo.



Este Via Crucis está creado en memoria del Santo, que según se cuenta ya hacía el recorrido en vida a diario camino de una desaparecida ermita. Es más, según la leyenda lo realizaba descalzo, con una cruz a cuestas. Algunos vecinos piensan que el santo rezaba su última oración junto a este pino; cosa en realidad imposible ya que en ningún caso tiene esos 500 años largos que han pasado desde entonces. El vía crucis se sigue celebrando cada Viernes Santo.

Por si fuera poco, aún es posible localizar en la falda del monte la "Fuente del Santo"; cuya última renovación está fechada en 1909 y que lamentablemente encontramos seca.Según se cuenta, cuando en el monasterio se quedaban sin aceite para las lámparas; el santo era capaz de convertir el agua en aceite.




De vuelta al coche nos solazamos con el espectáculo del lloro de la vid, del que podemos disfrutar a comienzos de la primavera. En esta siguiente doto con la inconfundible aguja del santuario al fondo.




Para saber algo más sobre el Santuario de San Pedro Regalado, puedes leer este otro artículo.

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