miércoles, 20 de septiembre de 2017

Huérmeces

Huérmeces es un pequeño pueblo situado a tan sólo una veintena de kilómetros de Burgos, al borde del río Úrbel y en el antiguo camino, hoy vía secundaria, a Aguilar. Por su ubicación al comienzo de un pequeño desfiladero se cree que pudo ser una de las primitivas atalayas de repoblación altomedieval. Según algunas teorías pudo existir un castillo de esta época en el actual emplazamiento de la ermita de Cuesta Castillo, de nombre harto ilustrativo.
 

 

 Tal vez por ello el lugar siempre ha tenido un cierto rango, y ya durante los siglos XVI y XVII seguía siendo hogar de varias familias nobles, algunas constituidas por indianos que regresaban con su fortuna. De esta época data parte del compacto grupo de casas, construido con la excelente y recia piedra caliza del páramo.
 



Muestro, por su originalidad, el relieve de una espada sobre un dintel de sabor medieval.
 


O esta llamada fuente romana o fuente de San Román, con influencias de tal época pero construida en época medieval. 
 
 
El edificio más interesante se encuentra a la salida del pueblo en dirección a Santibáñez. Se trata del palacio de los Fernández Zorilla, del siglo XVII. Este palacio presenta ciertas similitudes con el Palacio de Chiloeches, ya que ambos fueron edificados en similar época y por orden de la misma familia. Nos cuenta el libro "Burgos, mansiones señoriales" que el lema de la familia era “velar se debe la vida de tal suerte, que viva quede después de la muerte”, un lema que da que pensar, sin duda.

 
 
En la construcción de este palacio intervino de forma decisiva don Pedro Fernández-Zorrilla, obispo de Mondoñedo, de Badajoz y de Pamplona. Parece que no le fue bien al obispo en este último destino, ya que su fuerte carácter chocó con el también fuerte carácter de los navarros, lo que llevó incluso al extremo de la excomunión del cabildo pamplonica y el desplazamiento de la sede episcopal a Sos del Rey Católico. Don Pedro murió en Estella y fue traído posteriormente a este casa, en cuya capilla residen sus restos.


 
Llama la atención el excelente escudo familiar perfectamente conservado. El cuerpo principal guarda una estudiada simetría, aunque tiene anexas varias dependencias (entre ellas una capilla) y una gran huerta. Según algunas fuentes, en los siglos XVIII y XIX sirvió de colegio. Hoy el edificio se encuentra restaurado y acondicionado para el alquiler completo, por tarifas que oscilan entre las módicas cifras de 600 y 1000 euros la noche. Para el que quiera saber más al respecto o simplemente ver fotos del interior, se puede consultar la página web



 
También se le ha dado un uso turístico al palacio renacentista de los Arriaga-Salamanca (o de los Alonso de Maluenda); situado en las afuera de la localidad, al otro extremo del pueblo. Lo más llamativo del mismo es la balconada orientada al oeste (aunque para nuestra sorpresa averiguamos que fue creada en pleno siglo XX) y los medallones que flanquean su portada. En este lugar se ha desarrollado un proyecto mixto que implica la ocupación de parte del espacio por parte de la empresa Fénix Restauración (dedicada a la rehabilitación de bienes artísticos) y la utilización del resto para la celebración de eventos. Más información en http://www.palaciodehuermeces.com/

 
 
Y aún queda un edificio histórico adicional, los restos de la torre de los Padilla, conocida en el pueblo como “El Torreón”. De la misma quedan dos lienzos casi enteros, pudiendo rebuscarse el arranque de los otros dos. Aparece citada en documentos de principios del siglo XVI. En 1774 se la menciona como posesión del Duque de Abrantes, indicando que por dentro está toda “desbaratada”. A día de hoy apenas se pueden ver algunas ventanas y aspilleras, aunque es evidente el uso de buen sillar en vanos y esquinas. Los estudiosos han detectado los restos de un cuerpo adosado.




Buena parte de su ruina proviene de su derribo parcial en los años cuarenta del pasado siglo, por parte de su propietario, para vender la piedra para su uso en construcción. ¡Quien sabe cuántas de las buenas casas del pueblo tienen piedra procedente de esta torre!. En el blog sobre el pueblo, podemos ver una fotografía de la torre tomada en los años 30 en la que el edificio aparece estructuralmente íntegro.



Por cierto, quiero aprovechar para recomendar la consulta detenida de los contenidos de este excelente blog, con artículos muy documentados llenos de sensibilidad, que sirven para hacerse una buena idea de la esencia de toda esta comarca y alrededores.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La ermita recibe el nombre de "Virgen de
Cuestacastillo" no del Santo Cristo.Apunto.
Y el Palacio de los "Abad Maluenda" ,no Salamanca,no ha quedado en... "agua de Borrajas"... cosa que no fue nunca así.Apunto.

Montacedo dijo...

Muchas gracias. Efectivamente lo de la ermita eraun error. El nombre del palacio lo he encontrado de diversas formas. Efectivamente el proyecto se ha llevado a cabo, afortunadamente. He tenido la oportunidad de ver el lugar con posterioridad.

Anónimo dijo...

Viva Huermeces y San Pantaleon

Amador dijo...

Hola Montacedo , un pueblo con las piedras bien puestas . En el pequeño desfiladero del Urbel esta la cueva de Valdegoba , donde se encontro una mandibula de nehandertal y otros restos importantes . La cueva esta cerrada con una puerta metalica . Un saludo .

Montacedo dijo...

Conocía de su existencia, pero como está cerrada y supongo que tampoco diga nada a los profanos pues no la he puesto en el blog (de momento al menos).

Anónimo dijo...

y el castro?
Aprilio

Montacedo dijo...

No conozco la existencia de un castro en la zona. La verdad, sé que hay muchas castros en la provincia pero es un ámbito en el que en general no voy a entrar en profundidad y mencionaré sólo los más importantes o los que pillen de paso por ejemplo en una ruta de senderismo. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola, Monteacedo: efectivamente, en el paraje de San Vicente existió un castro; situado justo a la entada del desfiladero del Urbel; aún quedan restos de muralla en la zona norte, que era la que no disponía de defensas naturales; restos de dos corrales de ovejas, el primero adosado a la muralla y el segundo en el centro de la explanada. A diferencia del monte situado al norte del castro, en el que abundan las encinas, en los terrenos de éste no crece ningún tipo de árbol ni arbusto, abundando los buenos pastos. Excelentes vistas sobre el curso medio del Urbel.

Anónimo dijo...

MUY BUENA INFO!!
APRILIO