martes, 20 de septiembre de 2016

Ruta de senderismo: Cañón del Rudrón desde La Rad

Opción alternativa al tradicional recorrido por el cañón del Rudrón; con panorámicas distintas y complementarias al mismo. El trazado se ve adornado por el paso junto a unos chozos ganaderos (conocidos como “casitos” en la zona) que fueron reparados e incluso construidos desde cero por una sola persona. Más información en el blog de Elías Rubio.
 
Dificultad: Media-baja. Los ascensos son llevaderos y los caminos bastante diáfanos. No obstante, una pequeña parte del tramo más cercano al río necesita mantenimiento periódico para evitar que el sendero se cierre. Este mismo tramo puede estar parcialmente embarrado buena parte del año. 
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 4 horas y 15 minutos (17 kilómetros)
 


 
Situación

Desde Burgos tomamos la A-73 y la N-627 hasta el kilómetro 45. Aquí encontramos el desvío que en unos dos kilómetros nos lleva a La Rad. Aparcamos en el entorno de la iglesia. Aquí encontramos un jardincito sombreado con fuente; que puede ser muy adecuado para el descanso después de la ruta.

Puntos de Interés

Chozos de La Rad. Vistas de las distintas zonas del Cañón. Senderos de subida y bajada al cañón y sendas de ribera. Manantial de “El Tobazo” (en época lluviosa). Cascada del molino de El Zurdo.

Descripción de la Ruta


Nos fijamos en que la iglesia tiene algunos rastros románicos dispersos en su volumen gótico. Tomamos un camino que nace desde la iglesia alejándose del pueblo. Pronto llegamos a una bifurcación en la que giramos hacia la derecha (volveremos por el camino de enfrente). Subimos un poco por un bosque de carrascas dispersas. 

Terminada la ascensión observamos con un poco de atención, en el lado derecho y algo alejado, un chozo pastoril. Entramos en una zona de pinar de repoblación hasta llegar a la altura de una ancha pista transversal. Unos pasos antes, en el lado derecho del camino, observamos un chozo mucho más cercano: merece la pena acercarse a contemplar esta construcción popular hecha con piedras de páramo sin argamasa y techo de madera, tierra y hierba.

Una vez en la pista tenemos dos opciones: el camino señalizado sigue de frente; implica recorrer unos cuatro kilómetros adicionales más bien sosos en los que el único interés es ver tres chozos más. Por el contrario, nos decidimos por tomar la pista hacia la izquierda en claro descenso.

El paisaje es bastante abierto; lo que nos permite ver frente a nosotros el valle del Rudrón en la zona de Santa Coloma. Probablemente esta pista sea una salida alternativa desde el fondo del valle para evitar tener que recorrer la curveada carretera habitual. Tras alrededor de un kilómetro llegamos a una zona con tierras de labor. Aquí nace un camino a la izquierda que tomamos y aquí habríamos llegado con el recorrido alternativo por el páramo. 

Tras unos cuantos metros el nuevo camino gira hacia la derecha. Con un poco de atención identificamos en este punto un camino que nace en el lado izquierdo. Al principio es algo borroso pero inmediatamente gira a la derecha para descender por uno de las canales secundarias del cañón del Rudrón. 

Unos cómodos y rápidos zig-zags bajo la sombra de los quejigos (árbol dominante en las laderas de la zona) nos dejan junto al río en las proximidades del pueblo de Moradillo del Castillo. Aparece ante nosotros como una postal, colgado en plena ladera. Localizamos unos pontones de piedra perfectamente practicables; pero al otro lado el sendero está en malas condiciones y preferimos no tomar esa opción. Caso de que se limpiase se podría optar por realizar el siguiente tramo por la otra parte del río. En todo caso, salvo la visita al bonito pueblo de Moradillo, es más interesante esta otra vertiente.

Nos mantenemos por tanto en este lado del río. Una senda continúa remontándolo pero pronto se separa para subir un poco por una pedrera. Frente a nosotros seguimos viendo el pueblo y un espigón rocoso que probablemente fuese la ubicación del castillo del que recibió el nombre y que fue sede de un alfoz altomedieval.

Superada la pedrera volvemos a descender. Pronto encontramos un tramo con la hierba algo más alta y el suelo algo embarrado; fruto de los manantiales que brotan desde las peñas de nuestra izquierda. Superamos sin demasiadas dificultades esta zona y desembocamos junto al emplazamiento de la presa del antiguo molino de “El zurdo”; que ahora forma una bonita cascada. Junto a la misma encontramos un puente peatonal practicable que nos conduce al edificio del citado molino, ahora arruinado.

Encontramos aquí una pista ancha que seguiremos hacia la izquierda. Alternativamente podemos acercarnos hasta Moradillo, en la otra dirección y a unos 500 metros, para ver sus casas y los restos románicos de su iglesia. En todo caso la nueva pista, que sirve para dar salida desde Moradillo hacia la zona de Sargentes, municipio del que depende, asciende suavemente.

Recorrido alrededor de un kilómetro encontramos una derivación en el lado izquierdo que tomamos. Volveremos por el camino frontal. El nuevo camino es menos ancho pero todavía practicable para vehículos. En unos minutos llegamos a un punto en donde ya se restringe la circulación y entramos en un precioso y largo tramo de ribera.

El bosque es tan cerrado que apenas podemos ver los laterales del cañón. Tras un buen tramo de avance llegamos a una zona más abierta en la que identificamos una derivación que asciende por la ladera: se trata del camino secular que empleaban los habitantes del desaparecido pueblo de Ceniceros para bajar hasta el también desaparecido molino de “Rasgabragas”. 

Subimos con relativa facilidad hasta una zona en la que tenemos excelentes vistas del cañón. Tras unos metros en los que la senda “se abraza” a la roca; acabamos siguiendo una pequeña canal secundaria que se aleja del río. Ascendemos por un bosquete de carrascas y algo más adelante llegamos a una bifurcación en la que hemos de estar atentos en seguir por la izquierda.

Al poco el sendero se asoma al cañón por última vez. Comprobamos que este valle no ofrece un perfil tan homogéneo en forma de U como por ejemplo el cercano cañón del Ebro: las paredes laterales son mucho menos continuas en cuanto a pendiente y relieves. Poco más adelante el sendero desemboca en lo poco que queda del abandonado pueblo de Ceniceros; en el que es más fácil ver grandes matas de vegetación que los muros que las mismas ocultan.

Acabamos desembocando en otra ancha pista que seguimos hacia la derecha, en suave ascenso y posterior descenso. Sin mayores incidencias llegamos a las cercanías de San Andrés de Montearados, ya en la zona “de Lora”. Ya a la vista del pueblo una derivación en el lado derecho permite bajar hacia el lugar.

Tras un corto tramo algo más sucio de vegetación llegamos a un camino en la parte baja del pueblo. Podemos explorar sus calles pero el recorrido propiamente dicho torna hacia la derecha por un nuevo camino que pronto deja atrás la localidad. Un suave y rápido descenso nos conduce de nuevo hacia el fondo de la garganta. En realidad estamos en la misma pista que recorrimos hace un buen rato.

Llegamos finalmente al tramo inmediatamente anterior a las ruinas del molino de “El zurdo”. Volvemos a cruzar la pasarela pero al otro lado buscamos un camino que gira hacia la derecha. Pronto localizamos el emplazamiento del manantial de “El Tobazo”. Salvo en épocas de deshielos lo más llamativo es su ladera cubierta de musgo. Probablemente en época invernal le dediquemos un artículo específico. 

Tras dejar atrás el manantial hemos de superar una zona de hierba alta que pronto finaliza para convertirse en una vereda que asciende por la ladera. En unos instantes salimos de la zona más sombreada al girar buscando una canal secundaria. Ascendemos con relativa facilidad alejándonos del río. Finalizando el tramo de firme más pedregoso ignoramos una opción que gira hacia la izquierda de modo que seguimos ascendiendo sin cambiar de dirección.

El llevadero ascenso implica unos tres kilómetros. Al principio estamos acompañados de quejigos que poco a poco van dando paso a carrascas más dispersas. En la zona más alta nos unimos a un camino más ancho pero seguimos sin cambiar de dirección. Pronto observamos a lo lejos la torre de la iglesia, descendemos un poco y finalmente ascendemos para cubrir la escasa distancia que nos separa del fin del recorrido de hoy.

Comentarios

La ruta propuesta aprovecha diversos tramos de la red de senderos del Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. En esta red se ha optado, en lugar de por una serie de senderos individualizados, por una especie de entramado en el que es posible plantear diversas combinaciones. No obstante, el retraso en la puesta en marcha de este Parque hace que la señalización y limpieza de las rutas no haya tenido continuidad en el tiempo y se presenten incertidumbres para el futuro.

Enlace al artículo de los manantiales de "El Tobazo" en época invernal.
 
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Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)


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Vídeo con imágenes del recorrido
 
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace años recorrí el cañón lo que se permite yendo en coche, desde Tubilla por abajo y desde Basconcillos por arriba. Es realmente grande.