viernes, 2 de mayo de 2014

Ruta de senderismo: la Dehesa de Jaramillo Quemado

A medida que nos adentramos por la parte oriental de la comarca de Lara el paisaje pasa rápidamente del cereal al los extensos robledales, que acabarán extendiéndose por las laderas de la sierra del Mencilla. Un ejemplo de esta transición lo tenemos en Jaramillo Quemado, en donde aún se pueden encontrar los rastros de una preciosa dehesa ahora semiabandonada por el proceso de despoblamiento rural.

Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 2 horas y media (10 kilómetros)




Situación y acceso

La localización de Jaramillo Quemado permite un fácil acceso. Desde Burgos seguiremos la carretera de Soria hasta más allá de Hortigüela. A la altura de Cascajares nace la carreterita que en unos cuatro kilómetros nos deja en Jaramillo. Dejamos el vehículo en una plazoleta que se encuentra en la entrada del pueblo.

Puntos de interés

Iglesia y casco urbano de Jaramillo. Dehesa. Roble de la Verruga. Ermita de Valpeñoso.

Descripción de la ruta

Las casas de Jaramillo tienen un interesante gusto serrano. En la plazoleta indicada destaca una casa con un escudo fechado en 1609. Precisamente junto a esta casa nace una calle que asciende por una suave ladera. Siguiendo la calle salimos del pueblo y tras dejar atrás la última casa tomamos un camino que se interna entre unas tierras de labor.

De frente ya se observa el bosque de robles. Pronto llegamos a una intersección en donde seguimos hacia la derecha. El camino gira de nuevo hacia el monte. En instantes llegamos a una bifurcación en donde seguimos un camino poco marcado que ahora sí empieza a discurrir entre el disperso arbolado. Al principio observamos algunos robustos y añejos ejemplares, pero pronto hay un suave descenso y los ejemplares esbeltos ganan terreno.

Prestaremos atención hasta observar el primer ejemplar robusto que vuelve a aparecer en el lado derecho del camino. Desde aquí observaremos los rastros del tránsito en esa misma dirección. Siguiendo los mismos llegaremos en unos 100 metros a la altura del emblemático roble de la Verruga, del que se habla en otro artículo de este blog.

De vuelta en el camino se desciende un poco más entre otros robustos ejemplares aunque mucho menos llamativos; y se afronta un ascenso muy suave junto a un pilón. Cuando empezamos de nuevo a descender salimos del sendero, cada vez más desdibujado, para ir desviándonos poco a poco hacia la izquierda. Pronto encontramos un nuevo sendero que sigue en su descenso a este pequeño vallejo. Llegamos así a una zona más abierta de praderas abandonadas. Poco después llegamos a una pista muy marcada, que seguimos hacia la derecha.

Toca ahora ascender, pero como en los casos anteriores no implica ningún esfuerzo. Menos de un kilómetro después alcanzamos un nuevo cruce, en donde toca seguir por la izquierda. Acompañados de un tupido pero poco desarrollado bosque llegamos a una bifurcación en donde elegimos el camino derecho (en el vídeo del final del artículo está mal señalado). Inmediatamente se cruza una pista más marcada y al poco se empieza a descender mientras el robledal lo cubre todo.

Sin mayores novedades alcanzamos una zona más abierta acondicionada como área de esparcimiento. En la zona en donde tiene lugar la romería de la Virgen de Valpeñoso. El templo lo encontramos ascendiendo por nuestra derecha, junto a un antiguo hueco de altar y una ancestral fuente. El edificio en sí no tiene gran valor artístico, lo cual se ve compensado por el embrujo que produce su ubicación y su historia, que comentaremos en artículo aparte.

Desde la ermita nace una marcada pista que sirve para dar servicio a la misma. Siguiendo dicha pista pronto salimos del bosque y nos acercamos al curso del río de San Martín. No obstante ya muy cerca del mismo nuestro camino gira hacia la izquierda y asciende suavemente por una zona de prados y arbustos. A lo lejos observamos claramente las elevaciones de la zona: Peñalara, la sierra de Mamblas y el monte Gayúbar. El abandono de los antiguos usos hace que pasen desapercibidos los restos de unas antiguas tenadas y una cañada ganadera.

Cambiamos de vertiente de modo que podemos ver ya el pueblo y los bosques cercanos. Ignorando un cruce que nos aparece a la izquierda pronto llegamos a la carretera de acceso al pueblo. Caminamos unos cientos de metros hacia la gran presencia de la torre románica de la iglesia. Inmediatamente después alcanzamos el punto de partida del sendero.

Comentarios

Recorrido muy sencillo; corto y con pocos desniveles. Creo además que no existen especiales dificultades para orientarse. La idea de esta ruta viene dada como alternativa a la llamada “Ruta de los Jaramillos”, que aparece en el segundo tomo de rutas de senderismo publicado por Enrique del Rivero. El problema viene dado por el estado de la senda que une ambos pueblos siguiendo el curso del río del Salcedal, que por lo que he podido saber se encuentra cerrada en algunos tramos. Una conexión alternativa entre ambos pueblos se puede hacer siguiendo las dos pistas que son mencionadas en el tramo central del recorrido aquí descrito.

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Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)
 
 

Vídeo con presentación de fotos del recorrido.
 
 

2 comentarios:

Gudín dijo...

Ciertamente, ya sólo ver el roble y el sitio donde está la ermita ya merece el madrugón y la kilometrada que me metí ese día...
1 saludo

Montacedo dijo...

Al menos algo sacaste en claro de la kilometrada. Un saludo.