Durante los próximos meses, si Dios quiere, voy a ir mostrando nuevos lugares del sector nororiental de la provincia. Se trata en su mayoría, como hasta ahora, de lugares humildes y poco espectaculares. Tal vez algunos os resulten absolutamente indiferentes aunque espero que la mayoría os puedan provocar al menos una sonrisa o reflexión a los peculiares seguidores de este peculiar blog.
Y empezamos este periplo en la antigua estación de ferrocarril de Horna, pedanía prácticamente anexa a la localidad de Villarcayo. Entre los antiguos edificios de servicio del Santander Mediterráneo aún podemos descubrir sorprendidos una antigua locomotora de vapor de tipo Mikado, prácticamente devorada por la herrumbre. Según parece esta máquina llegó aquí una vez cerrado el uso comercial de la vía, ya en los años 90, para un proyecto de tipo turístico que desafortunadamente quedó en proyecto. Podéis leer algo más al respecto en la revista Crónica de las Merindades (número de enero 2011, página 18). Es una pena que no se haga un pequeño esfuerzo para la puesta en valor de esta locomotora.
Muy cerca de la máquina encontramos una peculiar escultura. Según leemos también en Crónica de las Merindades (número de febrero de 2011, página 12), se tratan de obras de un artista indio colocadas en una estructura creada por Carlos Armiño, que por devenires del destino han acabado aquí. ¡Que cosas!.
1 comentario:
Una maravilla de máquina, no puedo ver sus ruedas para saber su tracción, pero me parece que es una 2-4-2, o sea, una máquina potente , para cuestas.
Es un pecado dejarla morir así..
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