miércoles, 8 de julio de 2020

Árboles singulares: Los castaños y el roble de La Parte de Sotoscueva

 A la entrada (o salida, según se mire) del pueblo de La Parte de Sotoscueva, encontramos un roble llamado Roble Cadalso. Recibe este denominación al situarse en la calle de dicho homónima. Cadalso es sinónimo de patíbulo, o bien de estrado, pero Cesar Javier Palacios (autor del libro "árboles singulares de la provincia de Burgos") no encontró en la memoria del lugar recuerdos de la existencia de tal lugar en el pueblo.



Parece que fue un guarda forestal el que convenció a los vecinos para que no transformaran el árbol en traviesas para el cercano ferrocarril de FEVE. Otros 20 robles vecinos de la campa no tuvieron la misma suerte.

El perímetro del árbol a 1,3 metros ronda los 5. La edad se puede estimar en unos 500 años y su estado de conservación es regular tirando a malo. Presenta varias grandes ramas ya secas y un lateral pelado, probablemente por los efectos de un rayo o un incendio. En todo caso van pasando los años y ahí sigue.

El castaño es un árbol que siempre ha atraído las leyendas populares. Su longevidad (para mucho expertos, es el árbol que más años puede vivir), el tamaño que puede adquirir y sus formas caprichosas, siempre a punto para servir de cobijo, han sin duda contribuido a su integración en la cultura popular.

En contra de lo que suele apuntarse, el castaño es un árbol autóctono en España, como así lo atestiguan diversos restos fósiles. Su distribución actual comprende fundamentalmente la franja más noroccidental de la península.

No es Burgos tierra de castaños, es más habitual encontrarlo en regiones más norteñas como Cantabria, Asturias y Galicia. Sin embargo, como encrucijada climática que es nuestra tierra, no podían faltar ejemplos tampoco de castaños. Y los que hay son de tamaño sorprendente. Se encuentra fundamentalmente en la Merindad de Sotoscueva y en Espinosa de los Monteros, y parecen tener su origen en una plantación preferente en los bordes de las praderías hace ya centenares de años (no hay que olvidar que la castaña fue la herramienta para huir del hambre en muchas zonas peninsulares).

El Castaño Calderas es aparentemente humilde y muestra un estado lamentable. Se encuentra a escasos 100 metros del Roble Cadalso.Nos cuenta Cesar Javier Palacios en su libro que el nombre proviene de un antiguo propietario que se dedicaba a fabricar calderos. Sus aproximadamente 5 metros de perímetro permiten pronosticar una edad en torno a los 400 años. 


 
Desde el tristón Castaño Calderas podemos acceder a una ladera en la que nos vamos a encontrar con sorprendentes ejemplares. Pasamos una valla por la portilla a tal efecto y entramos en un prado semiabandonado, cubierto de helechos y vegetación espinosa, que no promete mucho.
No obstante tras ascender un poco por la loma y sin alejarnos en demasía del curso situado a nuestra izquierda, (hay marcas de sendero evidentes), llegamos al castaño del Arroyo.

Aunque a cierta distancia el árbol no parece gran cosa, ya sabemos que los castaños muestran todo su esplendor en su tronco más bajo. Ya junto al mismo vemos su enorme tamaño pese a que una descomunal rama se ha desgajado (y ya ha sido aprovechada).


"Con bicho" y "sin bicho"
Aquí se aprecia mejor el tamaño del Gigante.


Palacios le da unos 8 metros de perímetro nominal y unos 700 años de vida. No está mal.



Desde este punto resulta posible intuir la existencia de otros grandes ejemplares, siguiendo el arroyo o en otro arroyo que se sitúa más hacia el oeste. Decido probar esta opción siguiendo el pequeño arroyo hacia abajo unos metros y localizando una senda más o menos marcada que lo cruza. Subimos un poco y enseguida encontramos tres buenos ejemplares. Os pongo unas fotos del que parece de mayor tamaño.


Como vemos tiene un aspecto mejor que el recién visitado. Aquí junto al pequeño curso de agua que le sirve de sustento.



Y como siempre, hasta que no tenemos referencia no es posible apreciar el tamaño real, que es comparable al anterior.


Nos alejamos del lugar rodeados de brezos en flor.


2 comentarios:

Aída dijo...

Acabo de llegar a esta sección de casualidad a través de la Burgosfera. Soy una burgalesa que vive en Buenos Aires desde hace unos años y te felicito por el blog. Es toda una alegría reencontrarse con historias, imágenes y paisajes burgaleses así de bien expuestos. Me encanta tu blog, espero tener pronto ocasión de conocer y/o revisitar algunos de los sitios que propones. Un fuerte abrazo.

Aída.

Montacedo dijo...

Muchas gracias. La verdad es que tengo registro de bastantes visitas desde América y me pregunto si no habrá casos de personas que no han visitado nunca o hace mucho su tierra o la de sus antepasados y tienen curiosidad de saber como está ahora su antiguo pueblito.

Si es tu caso o el de alguien que conoces puedes preguntar e intento responderte.

Un abrazo.