martes, 13 de diciembre de 2011

La Fuente del Oro María

No es ningún secreto que soy un enamorado de la provincia que me vio nacer, de sus pocas grandezas y de sus muchas miserias (de ello son buena prueba las más de 500 entradas que llevo publicadas en este blog); y este sentimiento se ve reforzado cuando; de cuando en cuando, me encuentro con lugares como éste, tan humildes, originales y desconocidos, y precisamente por ello tan súmamente especiales.

Siguiendo por la carreterita que conduce desde Cereceda hasta el pequeño embalse al que da nombre. Justo antes de un pequeño túnel, se encuentra una pequeña surgencia natural de caudal relativamente importante. Es la Fuente del Oro María.




La originalidad de esta fuente está en el hecho de que es intermitente, es decir, que tan pronto como mana con fuerza, se seca repentinamente. Pero además, a diferencia de otros escasos ejemplos como las Fuentes Tamáricas de Velilla del río Carrión o la Fuentona de Ruente, en este caso sí que obedece a un ciclo más o menos establecido, lo que no la hace menos sorprendente. En efecto unos tres minutos después la fuente presenta este aspecto.




Y así está otros tres minutos hasta que vemos como el agua vuelve a ascender por el hueco inicial y a manar de nuevo en un ciclo sin fin.


Aunque al parecer esto se confirma sobre todo en primavera y otoño.

Si leemos el artículo referido a las Fuentes Tamáricas, vemos como en la antiguedad se les confirió un poder de funesto presagio, pues vaticinaban la muerte próxima de aquel que al observarlas por primera vez las encontrara secas. En principio desde el siglo XVII se han asociado estas legendarias fuentes con las de Velilla del Río Carrión, pero nunca se sabe...

Los lugareños, por el contrario, han dado una utilidad mucho más amable a esta fuente. Tradicionalmente se acudía al lugar (y especialmente las parejas de enamorados), y se cantaba esta copla cuando la fuente estaba seca, para que volviera a surgir:

“Fuente del Oro María
sal y da de beber a esta niña.
Si se lo dás
por el río arriba subirás
si no se lo das
por el rio abajo bajarás”.

Al parecer hasta no hace mucho hubo un cartel o inscripción junto a la fuente con esta rima.

Nuestro poeta Bonifacio Zamora completaba la historia con esta poesía:

Que la fuente intermitente
de Cereceda es la fuente
del oro, lo dice el coro
de voces, entre la gente,
cantando: "Fuente del Oro,...

Porque un buen día María,
fué a la fuente, sonriendo
Sonreía

María, la fuente viendo
intermitente brotar
mientras la fuente decía:
- ¿ No me dices el Cantar
Fuente del Oro, María?

María, nada decía
Sonreía
y mirábase curiosa,
como en espejo, la cara
en el cristal de agua clara.
repitiendo: -Soy hermosa-

¡Eres hermosa! - la fuente
repetía, - y un tesoro
es la cabellera de oro
que rubia adorna tu frente.
¡ Si pudiera
copiarte la cabellera
en el agua trasparente!...

Volvió la fuente a brotar,
volvió María a mirar
y vió con agrado que era
de oro su cabellera,
que el agua pudo copiar.
Y la fuente proseguía
intermitente y sonora:

- Pues es de oro y es mía
tu cabellera de aurora,
si antes no lo merecía
¿No es verdad que soy ahora
Fuente del Oro, María?

A la fuente intermitente
de Cereceda la gente
le dice desde aquel día
siempre que canta a la fuente:
"Fuente del Oro María".

Y allí nos quedamos sonriendo como María, viendo uno de estos diminutos milagros de la naturaleza; hasta que, es cierto, una pareja muy joven allegóse junto a la fuente, lo que nos invitó a dejarlos tranquilos para cumplir el rito secular.

Termino el artículo con un pequeño vídeo del manantial. El ciclo en este momento era de unos 2 minutos activo por unos 10 minutos inactivo. 


3 comentarios:

El Correo de las Matas dijo...

Pero que artículo más guapo e interesante.
No dejamos de sorprendernos cada día con tu blog.
Muchas gracias por tu esfuerzo y trabajo.

Abilio Estefanía dijo...

Hola Montacedo, hace años que conozco la fuente y no hace mucho que estuve en ella, lo que no sabia era su nombre.
De todas formas es que te enteras de todo, cánticos, poesias... joder que envidia.

Un abrazo

Montacedo dijo...

Gracias por vuestras amables palabras. Abilio, me gustaría poder decir que esta info la obtengo de hablar con la gente, pero soy muy reservado y sale más bien de mi labor como rata de Bublioteca. Cotejas unas fuentes con otras y sale esto.

Un abrazo.