El río Esgueva es un pequeño curso de agua que nace en las peñas de Cervera y recorre transversalmente alrededor de una cincuentena de kilómetros en el tercio sur provincial; antes de entrar en Valladolid y unirse al Pisuerga en la capital de la Comunidad.
Poco conocido, en las próximas entradas recoreremos algunos rincones de interés de la última parte de su recorrido por tierras burgalesas, empezando desde este lugar de Santibáñez de Esgueva.
En el acceso al pueblo nos encontramos con la sencilla y bella ermita románica de San Miguel. Se estructura mediante una alargada nave única rematada por ábside semicircular. La portada es sencilla de arquivoltas simples. En el ábside tenemos una decoración de arquillos ciegos de influencia lombarda que se apoyan sobre seis columnillas, sistema que se verá repetido en otros monumentos de la zona.
En el centro del pueblo, más que en la iglesia nos fijamos en el elaborado rollo gótico, que está sin duda entre los más interesantes de la provincia. Es de sección octogonal culminado por elaborados chapiteles góticos, las ménsulas laterales son cabezas de león. Se puede fechar en el siglo XV.
En la ladera que desciende del pueblo encontramos una alargada preciosa fuente con pilón tallada sobre la roca y rematada con piedras de sillería. Lo cierto es que en la gran mayoría de estos pueblos del sur se les presta (o se les prestaba) mucha atención a las fuentes.
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