miércoles, 28 de junio de 2017

Ruta de senderismo: El valle de Losa

Larga toma de contacto con la parte sur de este amplio municipio. El curso del Jerea y los extensos bosques son protagonistas, junto con el que con seguridad es el monumento más conocido del valle: la ermita románica de San Pantaleón. Aún encontramos otros dos elementos patrimoniales no suficientemente valorados: las loberas de la Barrerilla y del Toyo.

Dificultad: Media-Alta.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Regular. Si no disponemos de este dispositivo es mejor seleccionar otra ruta.
Belleza: Normal.
Tiempo y distancia: 5 horas y media (21 kilómetros)






Situación

Para llegar al valle de Losa desde Burgos debemos acceder a Merindades a través de Oña y Trespaderne. Desde aquí tomamos la carretera en dirección al puerto de Angulo. Pasados unos veinte kilómetros adicionales, y tras superar el cañón del Jerea, llegamos a la altura del inconfundible perfil de la Peña Colorada y el pueblo de San Pantaleón de Losa. Dejamos el coche en un amplio aparcamiento que aparece a la izquierda de la carretera; en el citado pueblo. También existe la posibilidad de empezar la ruta algo más adelante, en el pueblo de Río de Losa.

Puntos de Interés

Peña Colorada y ermita de San Pantaleón. Vegas del río Jerea. Bosques mixtos. Panorámicas. Loberas de La Barrerilla y El Toyo. Pueblo de Río de Losa.


Descripción de la Ruta


Desde este punto tenemos una buena vista de la notable e inclinada peña Colorada, con sus característica forma de proa de barco, que aparece como a punto de desplomarse sobre el pequeño pueblo. En esta perspectiva no es visible la conocida ermita que se encuentra en el alto. Al lado del lugar en donde hemos aparcado encontramos un panel explicativo de la ruta. Tras echarle un vistazo caminamos unos pasos hacia el norte hasta encontrar un camino en un nivel inferior. Aquí giramos a la izquierda y nos dirigimos hacia la base de la peña. Atravesamos parte del trazado urbano, no especialmente bien conservado. 

Una vez junto a la iglesia tenemos dos opciones. La ruta como tal continúa bordeando la iglesia por la derecha. Existe la variante consistente en ascender hasta lo alto de la ermita. Para ello continuamos subiendo por un camino parcialmente empedrado hasta llegar al lado oeste de la peña. Desde aquí se aprecia la fuerte inclinación de la plataforma superior, de modo que el espacio que nos separa del templo, ya a la vista, está ocupado por una empinada y ondulada pradera.

A medida que ascendemos podemos ir admirando no sólo la peculiaridad del enclave, sino también la calidad constructiva y artística del edificio. En el mismo podemos observar dos fases más diferenciadas: una de mayor calidad que corresponde al periodo románico y otra, prolongación de la anterior, que proviene del gótico. Este templo es muy interesante desde el punto de vista estético y cultural, y por ello es abordado en un artículo específico

De vuelta en la iglesia giramos dejándola a nuestra izquierda. Pasamos así a bordear la peña camino del cauce del río, cuya cercanía se hace notar por el insistente croar de las ranas. En este punto pasamos a coincidir durante un pequeño tramo con el trazado de los senderos de largo recorrido GR-85 y GR-1. Superamos el río, con escaso cauce, gracias a un puente de cemento, y pasamos a caminar dejándolo a nuestra izquierda, por una zona herbosa.

Tras unos cientos de metros, y tras superar un vallado, observamos una clara derivación para ascender por la ladera de nuestra derecha. Seguimos la misma tomando un bonito sendero que se interna en la espesura. En este tramo la vegetación es fundamentalmente de encinas, pinos y enebros, pero a lo largo del recorrido veremos cómo en muchas zonas los pinares de replantación originales están siendo sustituidos manchas de arbolado autóctono más variado: robles, hayas, acebos…

A lo largo del ascenso podemos desviarnos un poco hacia nuestra derecha para tener nuevas perspectivas de la peña de San Pantaleón. El sendero como tal termina su ascenso situándose junto al pequeño cortado sobre el valle de Losa, si bien el arbolado dificulta verlo directamente. La vereda como tal se vuelve algo borrosa por momentos, pero resulta fácil de seguir. A nuestra izquierda queda la humilde cima del Muyentes.

Pasados unos minutos comentamos a descender y no mucho después nos encontramos con un camino transversal algo más marcado. El sendero señalizado continúa hacia la derecha, descendiendo, pero nosotros vamos a subir hacia la derecha en busca de la relativamente cercana lobera de “La Barrerilla”.

Subimos casi rectos y con relativa facilidad, dejando a un lado una fuente-abrevadero. Notamos cómo estamos entrando en una especie de estrecho vallejo, cerrado en su parte alta por unos cantiles rocosos. Estos cantiles son los que servían de complemento para la operativa de la lobera. Ya casi en la parte alta superamos una alambrada y desembocamos en una pista que seguimos hacia la derecha.
 
En esta zona observamos cómo el bosque ha sido clareado quedando encinas algo dispersas. Podemos salir del camino hacia la derecha hasta llegar a una alambrada; con lo que localizaremos con relativa facilidad el foso de la lobera, visto desde la parte exterior. Estamos ante un elemento etnográfico de excepcional valor, que trato con relativa profundidad en un artículo independiente.
 
De regreso al camino, llegamos a un nuevo cruce, que seguimos hacia la derecha. Con ello podemos acceder a la parte interior de la lobera y explorar los elementos de la misma. En su parte este hay una especie de balcón-mirador con buenas vistas. Para continuar deberemos retroceder sobre nuestros pasos. Alternativamente, podemos aprovechar un derrumbe parcial en el muro izquierdo (visto desde el interior) cercano al foso. Desde el otro lado, en descenso y hacia la derecha, y superando algunos obstáculos y ramajes, podemos enlazar en unas decenas de metros con el camino de ascenso, recuperando con ello unos cuantos minutos.
 
Descendemos hasta recuperar el trazado de la ruta. Al poco llegamos a una especie de trifurcación, en donde la señalización nos indica que hemos de seguir de frente, por el camino menos marcado (creo que hacia la izquierda acabaríamos confluyendo igualmente). La borrosa trocha parece ser el resto de un camino perdido. Al cabo de unos cientos de metros se hace más clara y acaba saliendo del bosque, ya a la vista de la localidad de Río de Losa.
 
Enlazamos con una pista que viene por nuestra izquierda y llegamos al pueblo en unos minutos. Además de una torre muy transformada con una curiosa historia reciente, en río de Losa encontramos un conjunto de edificios mejor conservados. Destacan algunos ejemplos de casa losina. De grandes volúmenes más bien cúbicos, muros hechos a base de lastras, pequeños vanos y esos peculiares balcones rehundidos respecto a la fachada.
 
Recorremos la alargada calle principal en dirección sur y superamos un puente sobre el río. Enseguida nos desviamos hacia la izquierda y caminamos unos instantes por el arcén de la BU-550. Al cabo de unos 100 metros de andar por la misma identificamos al otro lado de la carretera el inicio de un sombreado camino. Tomamos el mismo, que según parece es un tramo del antiguo camino Real que por aquí transitaba. El mismo gana altura suavemente alejándose poco a poco de la carretera. Hay algunos puntos húmedos.
 
Sin especialmente novedades alcanzamos un grupo de chalets aislados. Desde este punto existe la posibilidad de realizar un enlace de ida y vuelta hasta la ermita de San Antonio de Villaluenga. No obstante consideramos que el tramo no aporta especial interés y, como a la ermita se puede acceder cómodamente con coche, decidimos prescindir de este ramal (podéis saber algo más de esta ermita en este artículo).
 
Así que lo que hacemos es girar a la derecha por la pista asfaltada que da servicio a esta urbanización. Pronto dejamos atrás los edificios y continuamos ascendiendo en dirección al bosque. Al cabo de unos instantes localizamos un camino secundario que surge en el lado derecho. El ascenso se hace más duro, y aún aumenta tras una bifurcación en la que seguimos hacia la izquierda.
 
Tras un tramo en el que nos vemos obligados a hacer varios descansos, alcanzamos una zona más llana. El bosque aquí está compuesto de encinas algo dispersas. A los lados tenemos vistas algo “sucias” de la zona de Sierra Salvada y Montes de la Peña. De frente apenas destaca la elevación de Peña Alta de Losa, la cota más alta de la zona con poco más de 1000 metros.
 
Poco después de incorporarnos a un camino que viene por nuestra derecha estaremos atentos a ese lateral. Con un poco de atención observaremos los muros de los restos de la Lobera de Toyo. Nos aproximamos a los mismos observando que se encuentra en mucho peor estado que la lobera de la Barrerilla, al parecer debido a las prácticas forestales de las últimas décadas. En todo caso el camino que traíamos cruza la lobera algo más adelante (es bastante probable que dediquemos un artículo en el futuro a esta lobera).
 
A partir de aquí entramos en una zona un tanto confusa en la que hay que estar atentos a la señalización para no confundirse en los cruces. Básicamente mantendremos la dirección este alternando suaves subidas y bajadas. Ignoramos un primer desvío a la derecha y llegamos a una primera bifurcación en la que nos decidimos por esa misma dirección. En la siguiente trifurcación seguimos de frente (las dos opciones laterales parecen más evidentes). A continuación nos incorporamos a una pista; y no mucho después ignoramos la posibilidad de girar a la derecha. Al final de este tramo acabaremos junto a un portón y un alargado y rectilíneo vallado. Estamos en la entrada de la Granja de Bovéda y en el límite con Álava.
 
Seguimos el camino que se dirige hacia el sur, paralelos al vallado, en clara ascensión. Tras una posterior bajada y una corta subida alcanzamos el lugar conocido como Barrerón de Muniteri. En el mismo superamos un vallado, disfrutando al otro lado de buenas vistas de una parte de Losa y del área de Valdegobía y San Zadornil. Aquí el camino gira alejándose definitivamente del límite provincial.
 
Iniciamos así un nuevo tramo algo confuso en cuanto a orientación en los que hay que estar atentos a la señalización y del track correspondiente, si se dispone del mismo. Básicamente se transitará en dirección oeste y suroeste; y en general en descenso. Tras bordear una zona parcialmente rocosa entramos en una zona más sombreada. Ignoramos alguna derivación hacia nuestra derecha. La senda es más estrecha; en algunos puntos encontramos grandes pinos caídos en el sendero. Al poco salimos a una zona con el suelo más descarnado y alcanzamos el fondo de un vallejo.
 
Al otro lado del cauce seco la vereda más clara asciende frente a nosotros, pero un sendero secundario nos permite faldear sin tener que ascender. Tras otro tramo sombreado, alcanzamos sin demasiados problemas la fuente-abrevadero de Camoro, acompañada de grandes robles. Desde aquí hasta el final compartiremos el trazado del sendero de largo recorrido GR-1 “Sendero histórico”.
 
Aquí se gira a la derecha y se continúa el descenso. Unos centenares de metros más adelante hemos de estar atentos para girar a la izquierda; en lugar de continuar por el camino frontal que parece más evidente. Tras serpentear un poco aparece a lo lejos, y por unos instantes, la vista de la peña de San Pantaleón.
 
Bajamos de manera evidente hasta llegar a una zona de muretes de piedra en seco; en donde se encuentra una portilla que viene a dar por finalizado el tramo de monte. Poco después llegamos a una bifurcación en la que hay que ir hacia la derecha. En unos instantes aparece ante nosotros la peña de San Pantaleón. A unos pasos de la carretera buscamos un camino desdibujado que nos permite alcanzar el pueblo sin caminar por la carretera, dando así por concluida la ruta.
 
Comentarios
 
La ruta descrita se corresponde básicamente con el recorrido del sendero de pequeño recorrido PR-BU-62, Valle de Losa, promovido por el Ayuntamiento homónimo. El estado de la señalización en el momento de realizar la ruta (mayo de 2017) es correcto. Las variaciones sobre el trazado propuesto son básicamente dos:
- Acceso hasta la lobera de la Barrerilla, que supone aproximadamente 3 km adicionales, entre ida y vuelta. Suponemos que la razón principal de que lo se incluya este lugar en el trazado es que se encuentra en terreno de Medina de Pomar.
- Se omite el ramal de ida y vuelta hasta la ermita de San Antonio de Villaluenga.

Los desniveles acumulados y la larga longitud hacen que esta ruta sea más dura de lo que pueda parecer en un principio. No obstante no hay tramos complicados técnicamente. Visto a posteriori tal vez sea más práctico realizar el recorrido a la inversa, desde el punto de vista de administración de los esfuerzos.

La orientación es uno de los puntos a tener en cuenta a la hora de realizar esta ruta. Hay muchos cruces en los que sería complicado decidirse si no fuera por la ayuda de la señalización y/o el track (es probable que en la descripción se me haya pasado indicar alguna de las derivaciones). El interés del recorrido es difícil de calificar; incluso aunque nos interesen las loberas (como es mi caso), existen algunos tramos largos que se acaban haciendo algo monótonos.


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Track para el GPS (pulsa en el círculo verde para más información)


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Vídeo con imágenes del recorrido.




 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, una puntualización no nimia: Río Losa, NO; su nombre es el de JEREA (o Gerea).
Al pan, pan y al vino, vino.
Sin más.

Anónimo dijo...

Por favor, le ruego que corrija la grafía del nombre de Perex de Losa, que no contiene ninguna tilde: es una palabra aguda, no llana como sugiere su artículo. Muchas gracias y un saludo.
Majós ( de Perex De Losa)

Montacedo dijo...

Este artículo es un poco antiguo. Siempre pensé que era Pérex hasta que me señalaron lo contrario y en otros artículos más actualizados ya lo he cambiado. En todo caso acabo de hacerlo también en este.