jueves, 1 de septiembre de 2016

Fuente Úrbel

El río Úrbel recibe su nombre probablemente de la voz euskera "Ur-Beltz" (agua Negra). Es un humilde curso de agua que recorre 55 kilómetros de Norte a Sur desde la zona del Tozo hasta la desembocadura en el Arlanzón en las cercanías de Frandovínez. De antiguo el Úrbel tuvo fama de río truchero y, sobre todo, cangrejero, hecho que hoy lamentablemente hoy ha pasado a la historia.

El pueblo de Fuente Úrbel responde a un topónimo que no necesita mayores explicaciones. Para encontrar el manantial tan sólo tendremos que seguir unos centenares de metros en dirección suroeste el curso de agua que cruza el pueblo.




Precisamente el día que lo visité yo tocaba la limpieza anual del lugar, tarea que realizan fundamentalmente los antiguos vecinos desplazados del pueblo durante la mayor parte del año.



Pero sin duda el punto más interesante a visitar en este pueblo es su parroquial de Santa María la Mayor, aunque a primera vista no parezca gran cosa. En estas vistas exteriores lo más llamativo es la persistencia de un ábside románico en un edificio posterior, respondiendo a una construcción de no excesiva calidad desde el punto de vista arquitectónico.



Pero lo que realmente llama la atención del templo es su repertorio iconográfico en piedra, concentrado en su colección de relieves. Sorprenden no tanto por su calidad como por su originalidad, de muy difícil interpretación. 



Empezamos por algunos de los canecillos de la parte exterior del ábside, y en concreto con esta cabeza que parece tocada por un turbante. Si nos fijamos en el rostro, aparece como picado por una enfermedad, por lo que tal vez se trate de un leproso al que se ha despojado de parte de la venda.


A continuación, un lector con los ojos vendados. Representa al que trata de conocer a Dios a través de la razón, y no de la fe, y por ello no lo consigue. A su izquierda una no tan original sirena.



Por último una representación posiblemente relacionada con el dios celta Ogmios, que encadena a las gentes por el poder de su palabra y que habría sido sustituido por el Dios cristiano.


Hay otros relieves extraños, ¿Es una figura de una extraña ave mutilada?



¿Un músico también con los ojos vendados?


¿Una lucha entre extraños animales?


En internet no circulan muchas imágenes del interior de este templo; y es que entre los aficionados es “famoso” el lugar por la dificultad de su visita. Puedo al parecer sentirme privilegiado al hacer podido conocerlo por un cúmulo de circunstancias afortunadas. Aquí la primera imagen, que corresponde a la vista desde el coro.


Una vista más cercana de la parte que nos interesa, el ábside románico, con su fondo de cinco arcos ciegos en una configuración que ya hemos visto en otros templos burgaleses algo alejados de este lugar (son especialmente evidentes ciertas similitudes con la iglesia de Siones de Mena.



Nos centramos en los elementos más peculiares. En primer lugar este capitel del arco triunfal. Un caballero lucha con un enorme animal.



En uno de los arcos ciegos aparecen “embutidas” las figuras de Adán y Eva. A su lado unos personajes en barca, similares a los vistos en otros lugares, que tienden a asociarse con el episodio de la pesca milagrosa. En este caso sin embargo parece que reman.


Dos extrañas aves contrapuestas, con cara humana (se diría incluso que de monje o monja).


Un grupo de cabecitas que asoman bajo una especie de manta, y que algunos interpretan como una representación de las almas del purgatorio o de todos los santos. 


Y por fin el que tal vez sea el relieve más extraño de toda la iglesia: una figura sedente sostiene con unas largas tenazas un objeto apoyado en una especie de yunque o banco sobre el que parece golpear con un martillo otro personaje, al tiempo que una enorme ave come de ello y defeca sobre un caldero.



Una reciente interpretación del profesor José Luis Huerta ha relacionado esta extraña composición con el relato celta de Thidrek, donde un héroe llamado Wieland forja una espada pero al no estar contento con el resultado la pulveriza, la mezcla con harina y se la da de comer a tres aves a las que había mantenido en ayunas durante tres días.

Wieland, siempre según la leyenda, recogió los excrementos de aquellos animales, los fundió y con el hierro libre de escoria que extrajo forjó una segunda espada, más ligera y de mejor filo. Y eso es lo que parece recoger con exactitud el capitel románico de la pequeña iglesia burgalesa.

Tanto misterio ha llamado la atención del Círculo Románico, un colectivo de amantes y estudiosos de esta cultura, quienes en su página web desarrollan un amplísimo artículo en el que defienden la presencia de símbolos celtas entre los capitales de Fuente Úrbel; que representaría un paso decisivo en la integración de los cultos ancestrales de origen irlandés en los ritos cristiano-romanos.


6 comentarios:

Abilio Estefanía dijo...

Hola Montacedo, he estdo alguna vez en Basconcillos del Tozo y andando por el Cañón del Rudrón, pero nunca he estado en Fuente Urbel, la próxima vez lo visitare, que tiene muy buena pinta.

Un abrazo
el lio de Abi

HACAV dijo...

Lo de la dificultad de visita no creo que sea mayor o menor que otros templos de la mermada geografia rural de la provincia. Es un templo en el que hace muchos años se realizaba culto un dia a la semana, posteriormente cada quince dias y actualmente cuando se solicita al párroco.

Siento un templo que esta cerrado siempre (como muchos otros de Burgos), la dificultad estriba en encontrar a alguien para preguntarle si puede abrirte la iglesia para verla. Cuestion complicada en invierno y mas asequible en verano.

Si es cierto que en su dia parece que se puso de moda por un cumulo de artículos y llegaban directamente autobuses llenos a verla con una gestion caótica de las visitas entre los interesados, el párroco y los vecinos del pueblo que recibian las visitas de golpe sin aviso.

Pretender una disponibilidad como la de otros grandes monumentos y áreas culturales escomprensiblemente, poco razonable por parte del visitante.

Perdon por el ladrillo pero oigo muchas criticas respecto a estas pequeñas iglesias y los vecinos que desinteresadamente cuidan y custodian los templos no tienen porque estar a disposicion de la gente por obligacion, se deben a la parroquia y sus vecinos.
Además de que esta tarea suele recaer en gente muy anciana que ya vió en los 70 y 80 los expolios de toda iglesia desprotegida en las pequeñas poblaciones y desconfian mucho de las personas que llegan y fotografian todo.

Mi combinacion infalible si organizo el viaje, localizar el parroco en la diócesis, llamarle y concertar un aviso a la persona del pueblo para que sepa que voy y que el parroco lo sabe. Si recalo en el lugar improvisadamente, confiar en encontrar alguien y que puedan abrirme si les parece bien. Si no pueden o no quieren, mala suerte y la próxima será.

Muchas gracias por el blog Montacedo, cada dia nos demuestras lo grande que es nuestra provincia (en todos los sentidos).

Montacedo dijo...

Tienes razón en las apreciaciones. En realidad no critico a nadie en concreto, sólo quizás que el arzobispado o las administraciones no ponga más medios para que pueda ser visitado con algo más de facilidad, como sí pasa en otros templos de menor interés. Evidentemente los templos a los que es posible entrar siempre serán una minoría, pero lo deseable que al menos se intente que entre los mismos estén los más interesantes. Por cierto, en la web del arzobispado figuraba este templo y el de La Piedra como visitables este verano. Además, por lo que he podido intuir, en este caso de Fuente úrbel parece haber derivado en tiranteces de carácter personal en las que no puedo entrar mucho porque no las conozco de cerca.

Como podrás suponer en mis periplos me ha pasado de todo. Como me cuesta planificar el tema y quedar a horas concretas con mucha antelación, es frecuente que no pueda visitar templos tras llegar al pueblo y preguntar; en estos casos siempre lo he asumido como algo normal incluso en algunas ocasiones en las que por segunda e incluso por tercera vez he fracasado.

Un saludo

Miguel dijo...

Sobre la toponimia (oObtenido de wikipedia de Úrbel del Castillo)


El lugar ya podría haber estado poblado desde época romana, pues esporádicamente ha aparecido alguna moneda romana en las faldas del alto donde se sitúa el castillo. Pero unas pocas monedas no son suficiente testimonio para aseverar un origen tan antiguo, y se reconoce que el pueblo nació durante la reconquista, bajo la protección del castillo de Úrbel, construido en el siglo X seguramente que por pobladores vascones y cántabros que se aventuraban a instalarse en estas tierras.

Tradicionalmente se ha considerado este topónimo como de origen vasco, derivado de Ur- (agua) y -beltz (negra). Pero actualmente está más aceptado entre los expertos el origen del latín. Como remarcó Luciano Huidobro Serna ya en 1909, las citas más antiguas del pueblo, datadas en 1121, aparecen escritas como Uluer o Ulver. Esta grafía podría derivar de Ul- / Ultra- (más allá) y -ver / -verede (ver). Por lo tanto, el nombre de Úrbel querría decir originariamente "oteadero" o "lugar para mirar a lo lejos". Esta explicación se corresponde perfectamente con la utilidad de atalaya que podría haber tenido el cerro del castillo de Úrbel desde la antigüedad. En Villavieja (municipio de Priaranza del Bierzo) también existió otra localidad llamada Ulver dominada por un castillo en la punta de una loma, que seguramente tuvo una función como atalaya similar a la del Úrbel burgalés.5

Montacedo dijo...

Gracias por el apunte.

Anónimo dijo...

Oye, y lo del moro de la carne picada no sera Gadafi?
JuajuajuA, perdon