miércoles, 19 de septiembre de 2018

Iglesia de Santa María del Campo

Al llegar a Santa María del Campo es difícil evitar la atracción de su gran torre, considerada por algunos como la más bella y monumental del renacimiento español. Si no fuera por la elevada torre de su iglesia parroquial, el caserío de Santa María del Campo pasaría casi desapercibido entre las extensas y llanas planicies que conforman el paisaje de la zona. 


Santa María visto desde el cercano y también interesante pueblo de Mahamud

La iglesia vista desde el arco de la Vega, una de las antiguas entradas a la ciudad
Seguro que los responsables del cabildo eran conscientes de este detalle al encargar su diseño a uno de los artistas castellanos más prestigiosos del momento: Diego de Siloé. En todo caso a poco de terminarse el cabildo consideró que era muy baja, y obligó a elevarla más al gusto del gótico.


Fachada sur

Fachada norte (acceso habitual) con su interesante portada gótico flamígera

Consta de tres cuerpos superpuestos, en los que el inferior se abre como un gran arco triunfal que resguarda la portada principal del templo. El segundo cuerpo luce un enorme ventanal con arco de medio punto partido por maineles y el tercero, que ya es obra de Juan de Salas (discípulo de Siloé) tiene dos pisos con elegantes ventanas y está rematado por una cornisa con balaustres y pináculos en las esquinas. En las cuatro fachadas de la torre es fácil distinguir una magnífica selección escultórica de elementos iconográficos renacentistas y platerescos. El conjunto aparece culminado por una linterna ochavada del siglo XVIII, que sustituye a la concebida por el maestro Ondategui. La original acabó derribada en 1755 como consecuencia gran terremoto de Lisboa.



Cuando en 1527 comenzó a levantarse la torre, ya estaba prácticamente concluido el resto de la iglesia, cuyo interés no debe verse eclipsado por el de la extraordinaria torre. El templo tiene planta de tres naves y distintas fases constructivas. La más antigua es protogótica, comienzos del siglo XIII, que incluye una de las portadas. En todo caso la portada que llama más la atención es una gótico flamígera que pudo realizarse por Simón de Colonia o por su escuela a principios del siglo XVI. 

Degollación del Bautista. Berruguete.
En el interior, el principal tesoro artístico son las tablas pintadas hacia 1483 por Pedro Berruguete: “el bautismo de Jesús” y la “degollación del Bautista” son las mejores y en las que con mejor nitidez se aprecia la genialidad del pintor palentino. 


Combinaciones de capiteles y bóvedas que no deberían pasarnos desapercibidos.

Pero podemos reseñar otros elementos: Los capiteles de las columnas muestran figuras de animales fantásticos y escenas del nacimiento y adoración de los Reyes Magos, así como representaciones de los pecados capitales y los vicios y virtudes. 



La sillería gótica del coro, de finales del XV, presenta similitudes con la de la Cartuja de Miraflores o la sillería de Oña.  Fue desplazado al centro de la nave al levantarse la torre.

Detalle de la sillería. se especula con que este personaje barbado pudiera ser el autor de la obra.

El púlpito; una excelente obra de yesería gótico-mudéjar, construido a principios del XVI. 


El órgano, restaurado recientemente


El sepulcro de los señores de Torremoronta



Otros sepulcros integrados en arcos conopiales, algunos procedentes de antiguas ermitas


Una preciosa vidriera original del siglo XVI


La sacristía es un museo en si misma: llama la atención un armario de nogal del siglo XVI, con escenas de la vida de la virgen, obra de Simón de Bueras. Dentro del mismo encontramos, entre otros tesoros, la custodia y la cruz profesional, ambas de principios del siglo XVI. Se trata de dos de los más sobresalientes ejemplos de orfebrería de toda la provincia. También pueden citarse una curiosa naveta de plata con forma de carabela. Incluso hay un incensario, no tan llamativo, que pudiera representar la linterna perdida tras el terremoto de Lisboa.

Pero en la sacristía hay más piezas interesantes, como la imagen de Nuestra Señora de Escuderos y unos tapices de corte romanista. Por discreción, he decidido no incluir fotos de todas esta piezas, así que para verlas deberéis realizar vuestra propia visita.

El claustro es de estilo gótico del siglo XV. Se conservan las tres galerías primitivas, ya que por falta de espacio aprovecharon la nave del evangelio para las procesiones. No obstante, parte de dicho claustro e incluso una pequeña sección de la iglesia fueron expropiados y alterados por el concejo durante la desamortización de Mendizábal. 



Obsérvense estos extraños canecillos: un perro y una posible representación del infierno.



8 comentarios:

Ricardo López dijo...

Preciosa torre, pone el contrapunto y balanza a la horizontalidad del resto de construcciones. Aunque lo del claustro es una pena, has conseguido en las fotos del mismo evocar el espacio. Gracias de nuevo por tu labor.

Un saludo, Ricardo

Miguel Ángel Frías dijo...

Preciosas las entradas de Santa María, Escuderos y Torremoronta, con los datos precisos y guiando perfectamente al lector con las fotos.

Soy del pueblo, quiero felicitarte por el blog y las visitas guiadas que nos ofreces.

Un cordial saludo,

Miguel Ángel

Montacedo dijo...

Gracias por vuestos comentarios

Unknown dijo...

Puedes venir hacer mas fotos, ahora en verano esta la iglesia abierta

Montacedo dijo...

Muchas gracias por el ofrecimiento. La idea es ir revisitando todos los lugares en los que por una razón u otra he dejado cosas en el tintero, pero actualmente no dispongo de todo el tiempo que quisiera. De todas maneras el pasado verano hice un intento de ver el interior de las iglesias de Mahamud y Presencio, que resultó infructuoso. Lo mismo lo vuelvo a intentar y paso también por ahí a ver vuestra joya.

Javiertv dijo...

Muchas gracias por tu trabajo y siempre serás bienvenido.

Javiertv dijo...

Muchas gracias por tu trabajo y siempre serás bienvenido.

Montacedo dijo...

Muchas gracias.