Estando en Castrillo de la Reina quise aprovechar para acercarme a ver la sabina de Moncalvillo, uno más de los árboles incluidos dentro del catálogo de especímenes singulares de Castilla y León.
Una vez llegados a la localidad buscaremos la parte alta, hacia la derecha, en donde se ubica la iglesia. Detrás de la misma y a la altura de las últimas casas del pueblo encontraremos una señal de sendero local (marcas azul y blanca) que nos encamina a un cerrado y pequeño vallejo.
Empezamos a andar por un paisaje dominado por las sabinas dispersas. Al cabo de uno 200 metros nos encontramos con un cruce, decidiéndonos por el camino de la izquierda.
El camino sigue ascendiendo suavemente por el vallejo, entre antiguas tierras de labor y ejemplares de cierto tamaño.
Justo en el punto en que dejamos de ascender (apenas llevaremos medio kilómetro andado) debemos abandonar el camino y caminar unos 50 metros hacia nuestra izquierda, como buscando el punto más alto de este área. Con un poco de atención localizaremos el ejemplar, aunque a primera vista parece poco mayor que los del entorno y su estado no es muy bueno (tal vez esta sensación se deba a la sequedad del periodo estival).
Está compuesto por dos grandes troncos que se separan a algo más de un metro del suelo. Antes de la separación llega a tener unos 5 metros y medio de perímetro. Ello le convierte en la sabina de mayor grosor de nuestra provincia.
La situación exacta la podéis ver en el apartado "Ubicación", al final de esta entrada.
La situación exacta la podéis ver en el apartado "Ubicación", al final de esta entrada.
2 comentarios:
me agrada encontrar personas que sepan recrearse con un paisaje tan sencillo y la vez tan importante como el que habeis descubierto a mis ojos. Saber disfrutar de la belleza de un árbol, y en especial de una sabina, está al alcance de muy pocos. Os felicito.
Gracias por tu comentario.
Publicar un comentario