En un apartado rincón en medio de las llanuras de cereal, a unos seis kilómetros de Presencio pero perteneciendo a este pueblo, se encuentra la humilde ermita de Nuestra Señora de Villacisla.
El templo conserva su estructura de un románico tardío así como algunos elementos aislados. Otros elementos de interés son el moral que existe junto al edificio y la propia talla de la Virgen.
Los vecinos de Presencio y alrededores celebran sendas romerías al lugar en los meses de mayo y septiembre. Una cofradía aún se encarga del mantenimiento del lugar.
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Imagen de romería en la ermita cedida por Pedro Lozano |
Pero si he querido reflejar este lugar en el blog es sobre todo por una antigua leyenda que recogió en forma de poesía hace ya bastantes años un maestro jubilado de la zona, Godofredo Martínez. Se ambienta durante la invasión musulmana y refleja los esfuerzos de un ermitaño por salvar la imagen de la Virgen que teóricamente ya existía por aquel entonces:
Huyó de allí el ermitaño // con la imagen que guardaba
Llamada de Villacisla // después de muchas jornadas
A la montaña llegó // en su borriquita parda
Ocultando en las alforjas // a la mejor de las damas
Allá en Cantabria vivió // retirado en la montaña
Nuestro piadoso ermitaño // cuidando a la imagen santa
Hasta que en la reconquista // bajaron hacia el Arlanza
Cientos de foramontanos // en grupos de retaguardia
Con ellos volvió a Castilla // en su burra apresurada
Acercándose al cogollos //y a la ermita que dejara
En tiempos atrás tan sola // tan pobre y abandonada
Termino este artículo con dos imágenes del entorno en plena primavera.