Hace unos días publicábamos un artículo referido a la apertura “secular” del arca con las reliquias de San Vitores. Aprovechamos la “inercia” para hacer un breve y peculiar recorrido por algunos de los lugares de la provincia de Burgos por los que discurrió la vida de este santo, cuya hagiografía tiene mucho más de leyenda que de historia. Esto no le quita su valor etnográfico, sino que más bien lo aumenta.
La vida de San Vitores fue escrita, probablemente en el propio monasterio-convento de San Vitores, en 1487 por Andrés Gutiérrez de Cerezo, siendo el primer incunable impreso en Burgos. Se tiene constancia de que está basado en un pergamino algo anterior guardado en la Biblioteca Nacional. Las redacciones posteriores se basan en este primer libro, con pequeñas variantes.
San Vitores nació en
Cerezo de Rio Tirón, ejerciendo en la iglesia de Santa María de Villalba. Hoy este templo es una ruina total, lo mismo que el antiguo barrio alto. En todo caso debió ser una iglesia anterior, ya que nuestro personaje vivió en el siglo IX.
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Ruinas de la iglesia de Santa María de Villalba |