Aquí fue, ya no es. La culta azada
busca el mosaico y la columna rota:
restos de antigua acrópolis, remota
ciudad bajo el escombro sepultada.
Sobre la faz de la techumbre arada,
a la lluvia y al sol la espiga brota,
mientras el viento, que la cumbre azota,
vuela en ficción de verde marejada.
Romano torso al descubierto yace.
Y mojón de polígono o parcela,
Truncado pedestal de estatua asoma.
Para enseñar que Dios hace y deshace
los imperios, al circo pide escuela
Clunia, que sabe la lección de Roma.
Pero también encontramos una referencia a Clunia en el libro "La Amante", escrito por Rafael Alberti.
Siéntate en las graderías,
y mira la mar –el campo
de Castilla.
Aquí canta la culebra,
le escupe verde el lagarto,
y el viento parte las piedras,
moviendo, hundido, los cardos.