A medio camino entre Puentedey y Quintanilla Valdebodres, pero ya perteneciente a este último lugar y
por lo tanto a la Merindad de Sotoscueva, encontramos un sendero que en unos
minutos nos conduce a la Cascada de la Mea.
Se trata de un bonito salto de
curioso nombre que forma el torrente que recorre el barranco homónimo. Es el
barranco más pequeño de los que componen el sistema de los Canales de Dulla.
Lo cierto es que debido a su
estacionalidad apenas puede verse con agua unas cuantas semanas al año. La mayor
particularidad de esta cascada es la posibilidad de poder acceder a su parte
interna y contemplarla desde la misma.
A escasos metros de la cascada
encontramos el pueblo de Quintanilla Valdebodres. Algo tiene este lugar; tal
vez sea la rústica construcción en lajas sin cemento de sus edificios más
tradicionales, tal vez sea su ubicación como salida natural de los originales
Canales de Dulla, tal vez la cercanía a la Cascada de la Mea…
…tal vez por el profundo y enigmático Oozo del Infierno, en el mismo casco urbano del pueblo por el que se
cuenta que una vez aparecieron una pareja de bueyes con el brabán enganchado y
todo, que habían sido previamente engullidos en el Ojo del Guareña.
Tal vez por el molino harinero
construido precisamente para aprovechar las aguas de esta gran surgencia, y uno
de los pocos recuperados en la zona.
Pero en lo que probablemente no
se fijen muchos de los, en todo caso escasos, visitantes del lugar es en la
imagen policromada de la virgen que se encuentra en un pequeño altarcito a la
vera de la carreterita.
La curiosa historia de esta imagen
la narran en el el libro "Aguas abajo, Un recorrido por la cuenca del río
Nela" y que paso a reproducir brevemente.
Al parecer esta imagen pertenecía
originalmente al cercano pueblo de Brizuela y la tenían prestada en
Quintanilla. Cuando fueron a devolverla a su lugar original los bueyes que
transportaban el carro donde se llevaba, se negaron a cruzar el río Nela por
muchos intentos que se realizaron, y con ello la imagen quedó para siempre en
Quintanilla.
Cuenta también el libro citado
que no hace mucho en la letanía cantada en misa de Brizuela algunos vecinos
contestaban así al cura:
- Cura: “santa María"
- Iglesia: “está en Quintanilla”
Termino el artículo con un
pequeño video de la cascada de la Mea.
Encontre este blog por casualidad y me parece realmente bueno.Pronto lo colocare en enlaces
ResponderEliminarMuchas gracias. Por mi parte deficitarte también por la intensa actividad "blogística" que llevas a cabo. Un saludo
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