La sierra de Mamblas, pese a no
alcanzar en ningún momento los 1400 metros de altitud, es una de las
elevaciones con mayor personalidad de la mitad sur de la provincia. Las
características formas a modo de “mamas” de sus dos elevaciones principales (de
ahí recibe el nombre la sierra) hacen que sea claramente identificable desde
muchos kilómetros a la redonda. En la ruta de hoy nos acercamos a este valioso
espacio cubierto de sabinas que nos
ofrece el sorprendente descubrimiento de una dehesa muy bien conservada.
Dificultad: En general
media-baja, pero el ascenso y descenso de la Muela es duro y con cierta complejidad.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Medio en general, salvo
en el tramo citado.
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 5
horas (17 kilómetros )
Situación
El punto de partida de esta ruta
es Mambrillas de Lara. A este pueblo se llega muy fácil desde Burgos, tomando la A-1 y la N-234 en dirección a Soria.
A unos 40 kilómetros
encontramos el acceso a la localidad. En lugar de tomar el cruce que, hacia la
izquierda, conduce al casco urbano, podemos dejar el coche en el lado derecho
de la carretera principal.
Puntos de interés
Vistas de la sierra y de otras
elevaciones de la zona. Muela de Mamblas. Ermita de Nuestra Señora de Mamblas.
Bosques de Sabinas. Dehesa de Mambrillas de Lara.
Descripción de la ruta
A este lado de la carretera
observamos un par de naves ganaderas. Tomamos el camino que se aleja del pueblo
en dirección a la sierra. Nada más dejar atrás las naves llegamos a una
bifurcación, eligiendo el camino frontal, algo más difuso.
Avanzamos por unas verdes
praderas en las que sorprendemos a una cigüeña. Al poco detectamos algunos
robustos robles, que nos anuncian lo que veremos al final de la caminata. El
camino empieza a ganar altura y se va internando en un disperso pero extenso
sabinar.
La pendiente se va haciendo más
intensa. Trazamos una revuelta y unos cientos de metros más adelante una
segunda revuelta. Ya hemos ganado bastante altura y observamos, paralelas a
nosotros, la sierra de Peñalara (con los restos del castillo del picón de Lara)
y por detrás de la misma la más contundente Sierra del Mencilla.
Sin demasiadas complicaciones
alcanzamos un collado de la sierra a unos 1200 metros de altitud
(hemos partido de 1000
metros ). El cordal principal tiene unos 15 kilómetros de
longitud en dirección NO-SE. Mientras que hacia el NE el perfil es más acusado,
en la otra vertiente desciende de manera mucho más suave.
Dos caminos nacen desde el
collado. El más marcado empieza a bajar en dirección a Covarrubias (será por el
que regresemos) pero nosotros seleccionamos el que continúa por el cordal de la
sierra, hacia el noroeste. Vamos ganado altura poco a poco mientras a nuestras
espaldas son fácilmente identificables varias elevaciones que no son
desconocidas para los lectores del blog, como Peña Carazo o el Pico Valdosa.
Tras un pequeño descenso
afrontamos una rampa algo más dura que nos deja en una primera cumbre a 1260 metros . Frente a
nosotros tenemos ya imponente Muela de Mamblas, punto culminante de la sierra
con sus 1373 metros ,
protegida por un cinturón de pinar de repoblación. Para continuar hemos de
descender bruscamente hasta un vallejo situado a 1180 metros de altitud
en que enlaza un camino transversalmente (de hecho este camino coincide con el
trazado del sendero de largo recorrido GR82).
Si a la vista de la Muela decidimos evitar su
ascenso podemos seguir este camino y buscar el sendero que bordea la muela por
su lado derecho, sin casi cambiar de altitud. En caso contrario la ascensión se
realiza sin sendero definido, aunque se puede tomar como referencia una grieta
que se abre en la peña un poco hacia la derecha de la posición en que nos
encontramos.
El ascenso es duro y deberemos
tomar frecuentes descansos. Durante el mismo atravesamos el tramo de pinar alcanzando finalmente la base de la última
línea de rocas. Con un poco de atención identificaremos una pequeña pedrera en
la que se localiza un paso de ascenso relativamente fácil hacia la meseta
superior (sólo deberemos ayudarnos un poco con las manos).
Ya en la meseta caminamos hacia
el oeste por una pradera hasta alcanzar el vértice geodésico. Desde la cima
observamos los paisajes ya descritos anteriormente, además de buena parte del
valle medio y bajo de los ríos Arlanza y Arlanzón. Tras el descanso seguimos en
dirección noroeste hasta que pronto aparece entre nosotros la segunda “mambla”,
llamada Mambla de las peñas Amarillas, de mucho menos volumen algo menor
altitud.
Buscamos la bajada casi enfrente de esta segunda cumbre, un
poco hacia la derecha. Antes de bajar menos en el fondo del vallejo que divide
las dos elevaciones la ermita de Nuestra Señora de Mamblas, medio oculta entre
los frondosos castaños de indias. Un camino que se dirige hacia el templo será
nuestra referencia.
Bajamos los primeros metros con precaución hasta alcanzar el
cinturón de pinos. Superamos este tramo con cierta facilidad y salimos a un
nuevo tramo abierto. De nuevo continuamos con cuidado de evitar resbalones
hasta alcanzar el fondo del vallejo y el camino. Si hemos optado por evitar el
ascenso a La Muela
enlazaremos en este punto.
Llegamos hasta la ermita de Mamblas recuperándonos de las
últimas sensaciones. El edificio no tiene gran valor patrimonial, aunque sí es
sede de una centenaria romería a la que acuden los pueblos de la zona, con Covarrubias como protagonista; y que tiene lugar cada 8 de septiembre.
Continuamos por el camino que da servicio a la ermita,
ignorando algunas desviaciones, hasta que pasados unos 700 metros tomamos un
cruce hacia la izquierda mediante un marcado giro. Una vez en el nuevo camino
encontramos un empinado y resbaladizo ramal que desciende, por nuestra derecha,
hasta el fondo del vallejo, permitiéndonos recortar algunos metros.
Ascendemos por la otra ladera de la canal y nos giramos para
tener una última panorámica de la ermita de Mamblas y la Mambla de Peñas Amarillas.
Desde aquí iniciamos un tramo un tanto monótono en dirección sureste, paralelos
a la sierra y acompañados del bosque de sabinas y encinas.
Recorridos unos dos kilómetros de este tramo llegamos a una
nueva canal, el valle de la
Esculla , que cruza transversalmente y que por lo tanto hemos
de superar. Para ello afrontamos una resbaladiza bajada y ascendemos por el
lado opuesto. Ya en la parte superior enlazamos de nuevo, hacia la derecha, con
el sendero GR-82. Apenas unos pasos después lo abandonamos girando hacia la
izquierda, siguiendo una señalización hacia Hortigüela.
De este modo recuperamos la dirección sureste y el transitar
pausado entre los árboles. Apenas un kilómetro más adelante identificamos un
ramal, también señalizado, hacia la izquierda y a Mambrillas de Lara. Aunque en
los primeros pasos el camino es un tanto difuso pronto se clarifica.
Vamos ascendiendo suavemente por un paisaje muy similar al
descrito anteriormente hasta que finalmente enlazamos con el collado de la Sierra en el que ya
estuvimos hace unas horas. Empezamos a descender por el mismo camino de
Mambrillas pero a la altura de la primera curva salimos por un sendero hacia el
lado derecho.
Entramos así en la preciosa
y sorprendente dehesa de Mambrillas de Lara. Sus robustos quejigos,
Quercus faginea sorprenden por su grosor y abundancia en un enclave rodeado de
áreas de vegetación mediterránea y asociadas a la falta de humedad.
Identificamos incluso la existencia de algunos pies de haya. Describimos en
mayor profundidad esta dehesa en otro artículo.
El sendero serpentea por la dehesa durante más de un
kilómetro. Al final de este tramo la vereda traza una marcada curva hacia la
izquierda y comienza a descender entre ejemplares mucho más esbeltos y
juveniles. Entre los árboles empezamos a ver de nuevo la localidad de
Mambrillas, hacia la que el camino se orienta.
Ignorando posibles derivaciones y superando algunos tramos
de pradera o encharcados alcanzamos finalmente el camino por el que iniciamos
el recorrido. Desde aquí apenas nos queda desandar unos cientos de metros hasta
alcanzar el punto en donde iniciamos el recorrido.
Comentarios
Recorrido con variaciones. La mayor parte es fácil, sin fuertes
desniveles e incluso un tanto monótono. Sin embargo hay algunos puntos
delicados de subida y bajada, que se hacen especialmente acusados en la dura
ascensión a la Muela.
Una pequeña parte de la ruta coincide con el llamado Caminode San Olav, que transita entre Burgos y Covarrubias, como una de las
iniciativas para poner en valor las vinculaciones noruegas de la villa rachela.
Una variante podría consistir en partir desde Hortigüela,
aunque no estoy seguro del estado en que se encuentra el tramo entre las dehesa
y la citada localidad
Se deben evitar los días del verano pues el paisaje se
reseca y es una zona en la que el calor le suele pegar bastante fuerte. Tal vez
la época más adecuada es mediada la primavera, para encontrar con hoja a los quejigos.
Guarda este artículo como pdf e imprímelo cuando quieras
Track del la ruta (pulsa en el círculo verde para acceder)
Vídeo con imágenes del recorrido. Estoy trabajando con un nuevo programa para crear vídeos un poco mejores. Aún tengo que trabajar un poco más con el mismo pero espero que ya se noten los resultados.
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