Desde el pequeño pueblo de
Alarcia se puede realizar una variada ruta que transita bajo la sombra del pico
Trigaza, a caballo entre las vertientes de la cuenca del Ebro y del Duero. Esta
ruta señalizada recibe el nombre de Genciana; que además del nombre de una
bella flor es la denominación del barranco más característico del recorrido.
Dificultad: Media.
Varias subidas distribuidas fundamentalmente en la primera parte del recorrido.
Orientación (sin GPS
con cartografía o track): Media. Hay muchos cruces delicados y todo depende de
que señalización se mantenga correctamente.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 5
horas (18 kilómetros)
Situación y acceso
Para llegar a Alarcia partiremos
de Burgos por la N-120. Llegados
a Ibeas de Juarros tomamos la carretera regional que conduce a Pradoluengo.
Unos 25 kilómetros más adelante, y tras bordear una parte del embalse de
Uzquiza, llegamos al pueblo de Alarcia (antes ignoraremos el cruce que se
dirige a Pineda de la Sierra). Dejamos el coche a la altura de las primeras
casas.
Puntos de interés
Bosquetes de robles, hayas y
pinos. Vistas desde la parte alta. Barranco de la Genciana, con cascaditas en determinadas épocas del año.
Descripción de la ruta
Desde el punto en donde nos
encontramos nos dirigimos hacia el voluminoso edificio del polideportivo del
pueblo. A la altura del mismo giramos en dirección contraria a la construcción.
Pronto alcanzamos la altura de la curiosa fuente del burro, acondicionada con
unas mesas y desde la que se tienen buenas vistas del pueblo. Inmediatamente
dejamos el camino más ancho, siguiendo un camino carretero bordeado por
arbustos y sin cambiar de dirección.
La ascensión, que es continua
desde que empezamos a andar, se hace más acusada. Vamos entrando en un bosque
de esbeltos robles. Tras ignorar una primera derivación vemos cómo la
señalización nos orienta hacia una salida por el lado izquierdo. Entramos así
en un precioso sendero que asciende por la cerrada sombra de los robles.
Pronto llegamos a un calvero del
bosque en donde el sendero parece difuminarse. Ayudados por unas estacas
indicativas lo bordeamos por su lado derecho, lo cual nos conduce hacia un
camino que viene por nuestra derecha y por el cual seguimos ascendiendo. Hemos
entrado en una especie de arista que nos permite tener una vista parcial de los
montes de la zona de Villasur de Herreros.
Enseguida llegamos a una zona más
abierta que antecede a un pinar y en la que observamos varios caminos. Tras
dejar un primero que va hacia nuestra derecha casi inmediatamente seguimos un
segundo (apenas unas rodadas en la hierba) que está señalado con una estaca y
que nace paralelo al anterior, siguiendo el mismo nos internamos en el pinar.
La nueva senda también es muy
bonita y asciende suavemente y con cierta tendencia hacia la derecha. Rechazamos
una primera opción hacia la izquierda y nos unimos a un camino más ancho que
viene por nuestra derecha, manteniendo con ello más o menos nuestra dirección.
Minutos después atravesamos otro camino transversalmente y vamos entrando en un
vallejo, en la otra vertiente vemos aparecer las primeras hayas.
Poco a poco el vallejo se va
haciendo más cerrado y la pendiente más acusada. Tras un tramo de ascenso
llegamos a un camino perpendicular que seguimos hacia la derecha, en dirección
a las hayas, no sin antes pasar junto a la rústica fuente Paulejas. Tras unos
minutos por el bonito hayedo volvemos al pinar llegando enseguida a una especie
de mirador.
Nos incorporamos así a un
camino-cortafuegos que asciende hacia la evidente cima del Trigaza (más de 2000
metros) caracterizada por la presencia de un pequeño edificio. A nuestras
espaldas va quedando la llanura del centro burgalés, que en el día de hoy
aparece cubierta por una espesa niebla. Tras una primera rampa y antes de
llegar a la siguiente vemos que un camino atraviesa perpendicularmente el
cortafuegos; lo seguimos hacia la derecha.
Andando entre los pinos llegamos
a un punto en el que se puede ver la sierra del Mencilla y más cerca varios
vallejos cubiertos de bosque autóctono. En esta zona giramos hacia la izquierda
mientras el camino apenas muestra pendiente. Finalmente la vereda gira
bruscamente hacia la izquierda para afrontar una dura pero afortunadamente
corta rampa.
La senda se difumina en un área
mucho más despejada. Orientados por una estaca indicativa pasamos cerca de una
pequeña balsa de incendios, alcanzando el punto más alto del recorrido de hoy
(más de 1500 msnm). Desde aquí seguimos observando la cima del pico Trigaza;
pasando junto a nosotros la pista semiasfaltada que asciende hacia su cima.
Relativamente cerca tenemos la peculiar construcción, colgada de la peña,
conocida como chalet de los ingenieros.
Cruzamos la pista citada para
seguir un camino muy claro que nace perpendicular a la misma, frente a
nosotros. Sin apenas desnivel vamos bordeando algunos ejemplares de haya. Desde
las zonas más abiertas se pueden ver los montes de Oca y la llanura burebana,
cubierta ésta igualmente de niebla. El camino ignora sendas derivaciones hacia
la izquierda y empieza a descender, camino de un espeso hayedo que nace bajo el
chalet de los ingenieros.
Entramos en el precioso hayedo
llegando a la altura de un pequeño torrente que desciende impetuoso desde lo
alto. Pozo después encontramos (es un poco borroso al principio) la salida que
por el lado izquierdo da continuación al sendero. No obstante decidimos
continuar por el camino hasta la siguiente curva (unos 500 metros) punto desde
el que tenemos acceso hacia un mirador natural de todo el barranco de La
Genciana, junto al que existe un panel explicativo.
El arroyo principal viene por
nuestro lado derecho, mientras que el secundario, el que acabamos de ver,
será por el que descendamos. Las hayas se refugian principalmente en la parte
más cercana a los cursos de agua. A lo lejos observamos claramente el pueblo de
Alarcia.
Volvemos sobre nuestros pasos
hasta el nacimiento del sendero. El hayedo del entorno se hace aún más bello.
Tras una curva llegamos hasta la altura del torrente. A partir de aquí el
sendero se torna un tanto confuso durante un tramo, al haberse creado varias
trochas entre la espesura. Nosotros optamos por girar hacia la derecha, sin
cruzar el cauce.
Pronto llegamos a las cercanías
de un solitario tejo, aquí giramos hacia la izquierda bajando con cuidado (el
suelo es empinado y resbaladizo) mediante varios zig-zags hasta el cauce, en el
punto en donde se genera una pequeña cascada que nosotros encontramos casi
seca. Ascendemos un poco por el otro lado y seguimos por el bucólico bosque.
Entre los diversos senderos
decidimos bajar un poco para caminar algo más cercanos al torrente, que queda
de todas maneras bastante por debajo. Pronto salimos del bosque cerca del punto
en donde se unen ambos barrancos. Por aquí dominan las escobas combinadas con
árboles de pequeño porte (serbales fundamentalmente…). Seguimos el descenso
alternado tramos abiertos con rodales de hayas.
Por momentos encontramos
derivaciones a los lados, pero nosotros siempre seguimos el sendero más
marcado, señalizado con amontonamientos de piedras. Hacia los 1250 metros de
altitud entramos en un hayedo de mayor tamaño, del cual seguimos disfrutando.
Finalizado el mismo acabamos incorporándonos a una vereda más ancha, estando ya
en la parte más baja del valle.
Pronto hemos de desviarnos hacia
otra vereda que nace hacia la izquierda (si siguiésemos de frente llegaríamos
rápidamente al pueblo de Valmala). A nosotros nos toca ascender por un camino aún
interesante entre vegetación variada (se encuentran varios ejemplares de arce
campestre). Cruzamos el arroyo de la Tejera y tenemos un último contacto con
las hayas en una zona de fuerte pendiente.
Entre zigzags del camino
alcanzamos la carretera de la zona, que seguimos hacia el este. Estamos en la
parte más alta del puerto natural que separa las vertientes del Duero y del
Ebro. A nuestra derecha vemos el nacimiento de la pista que conduce al pico
Trigaza. En esta dirección observamos también los barrancos de Tejera y
Genciana. Si siguiésemos de frente no tardaríamos mucho en llegar a Alarcia,
pero nosotros buscamos un claro camino que nace en el lado derecho de la
carretera.
El camino empieza paralelo al
asfalto, pero pronto se aleja del mismo en una llevadera ascensión entre prados
y árboles. Cerca observamos el aislado edificio de la iglesia del pueblo, con restos románicos.
Alcanzamos otro camino que hemos de tomar hacia la izquierda, esta vez sí para
descender hacia el pueblo, pero antes seguimos unos metros en dirección
contraria hasta llegar al llamado mirador de la Cruz.
Desde aquí tenemos buenas vistas
de los paisajes descritos, mientras hacia el norte la vista es más sucia. Al
lado encontramos un panel explicativo que contiene interesante información
relacionada con la tradición popular del pueblo de Alarcia. Tomamos ahora si el
camino que desciende decidido hacia el pueblo (antes ignoramos otro camino que
asciende hacia la derecha), alcanzando el caserío en unos minutos.
Comentarios
La ruta descrita se corresponde
con el sendero de pequeño recorrido PRC-BU-84, sendero de la Genciana, del que
se puede encontrar información en este enlace. La verdadera distancia, tal y como
hemos indicado es de 18 kilómetros. En esta ocasión nos hemos decidido por
realizar la ruta en sentido inverso a como suele describirse, fundamentalmente
para evitar el sol de frente en la zona del hayedo.
El recorrido es tirando a
durillo, con casi 800 metros de desnivel acumulado y una longitud que ya no se
puede calificar de corta. Si realizamos la ruta en periodo otoñal encontraremos
multitud de setas. Es preciso indicar que su recolección se encuentra regulada.
El periodo más interesante desde el punto de vista de los colores de los
hayedos puede establecerse más o menos entre el 1 y el 10 de noviembre.
El pueblo de Alarcia está enclavado en el
municipio de Rábanos; Ayuntamiento muy curioso pues, de las tres localidades
que lo componen, su cabeza es la de menor población.
Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)
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Vídeo con imágenes del recorrido
Hola,
ResponderEliminarhace años quise hacer una ruta similar, subiendo al Trigaza, pero nunca la llevé a cabo. No me había dado cuenta de que entre Alarcia y Valmala está la divisoria de aguas, curioso. Volveré a hacer la ruta entre Burgos y Logroño por Alarcia, Pradoluengo y Ezcaray.