El río Pedroso es un cauce
típicamente serrano famoso por la claridad de sus aguas y, hasta hace unos
años, por la abundancia de truchas. La primera localidad que atraviesa el río
es Barbadillo de Herreros, aunque su nacimiento se localiza más de 10
kilómetros al norte del pueblo, en el bucólico paraje conocido como Casa de la
Sierra. Es en esta zona típicamente montañera, rodeada de algunas de las
principales cumbres de la Demanda Burgalesa, donde la suma de varios riachuelos
da lugar al Pedroso. La belleza del entorno bien merece que le dediquemos una
ruta.
Dificultad: Alta, por la longitud y el tramo de ascenso más acusado.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil.
Belleza: Muy alta
Tiempo y distancia: 6 horas y media (22,5 kilómetros). No se
contabiliza el tiempo dedicado a la comida.
Situación.
Para acceder a Barbadillo de
Herreros, punto de partida de este recorrido, tomaremos la N-232 en dirección a Soria
hasta el núcleo urbano de Salas de los Infantes. Antes de cruzar el puente de
Costana tomamos la carretera regional que, hacia la izquierda, conduce a
Nájera. Tras más de 20
kilómetros llegamos a Barbadillo de Herreros. Ya entre
el caserío tomamos la calle que nace hacia la izquierda justo antes de cruzar
el río Pedroso. Siguiendo la calle dejaremos el pueblo por una pista asfaltada
que pronto alcanza una bifurcación junto a un edificio relativamente grande y
bien cuidado. Dejamos el coche justo en este punto. A Barbadillo de Herreros
también se puede acceder por Barbadillo del Mercado - Vizcaínos y por Pineda de
la Sierra - Riocavado.
Puntos de Interés
Restos de la ferrería de
Barbadillo y del ferrocarril minero. Hayedos y robledales. Cuenca Alta del
Pedroso. Vistas hacia las principales cumbres de la sierra de la Demanda.
Descripción de la Ruta
Empezamos
nuestra andadura por el camino superior, el de la izquierda del edificio
(volveremos por el otro). Pasamos junto a los edificios auxiliares de las
antiguas ferrerías. Al poco vemos al otro lado del río los restos de la
centenaria ferrería del pueblo, de la cual ya hemos hablado en el blog.
En seguida cruzamos la vía verde de la Demanda, antiguo ferrocarril
minero, justo en el punto en el que
acaba el largo túnel de Barbadillo.
La
ancha pista continúa remontando las aguas del río Pedroso, aunque bastantes
metros por encima del mismo. El marcado valle aparece dominado por las antiguas
rocas del secundario, aunque los robledales ocupan amplios espacios y el avance
es en general bastante sombreado, tanto más por lo cerrado del valle.
En
general vamos ganando altura con suavidad avanzando con rapidez y comodidad.
Llegamos a un punto, a los dos kilómetros y medio, con buenas perspectivas
tanto río arriba como río abajo. A continuación viene un descenso que nos
acerca poco a poco al borde del río.
Junto
al cauce observamos las primeras hayas, aunque todavía mezcladas con otros
árboles como serbales, chopos, fresnos… Seguimos avanzando sin mayores
novedades hasta el kilómetro cinco, en donde el valle se abre un poco
permitiendo la existencia de una bonita pradera. Aquí nos encontramos con un
refugio y un poco más adelante con una tenada ganadera. Aquí, hacia la
izquierda, encontramos el rio Morales y una pista que nos podría conducir hacia
el pico San Millán.
Desde
este punto el río, que seguimos remontando, recibe el nombre de río de la
Secada. El valle vuelve a cerrarse mientras la pista va poco a poco empeorando.
Las hayas van ganando cada vez mayor protagonismo en torno al cauce. Tras el
aporte del arroyo Matabecerros alcanzamos, en el kilómetro ocho, otra zona algo
más abierta que ya se corresponde con Casa de la Sierra.
La
pista principal asciende por el lado izquierdo, conduciendo hacia el sector más
oriental de la demanda burgalesa. No obstante nosotros seguimos de frente por
un sendero apenas marcado por unas rodadas. Muy pronto cruzamos el río
Barbadillo y llegamos a un nuevo refugio donde podemos descansar unos minutos.
Desde este punto el río de la Secada pasa a ser el río de la Soledad.
A
continuación vemos como el camino se convierte en un sendero que serpentea
entre las hayas y las escobas. Hacia nuestra derecha empiezan a cubrir las
laderas los hayedos, aunque debido a la orientación el sol no nos facilita su
apreciación. Mientras el valle vuelve a cerrarse; el sendero y el río nos
ofrecen parajes de gran belleza.
Hacia
el kilómetro 10, en el punto en donde confluyen dos riachuelos, el sendero
parece desaparecer. Cruzamos el cauce de la izquierda (el río de la Soledad), y
tomamos como referencia el cauce de la derecha, en principio de menos
importancia. Desde aquí desaparece el sendero como tal, y nuestra principal
referencia será el propio arroyo. Estamos a unos 1360 metros de altitud y hemos
de alcanzar los 1850 aproximadamente.
Avanzamos
en general dejando el arroyo a nuestra derecha. Muchas veces encontramos
indicios de lo que parece ser un antiguo sendero, pero pronto desaparecen
obligándonos con frecuencia a buscar el propio cauce. En principio el ascenso
es relativamente fácil, debido a que el hayedo no es muy cerrado y a que la
pendiente no es muy acusada.
Cuando
llevamos algo más de un kilómetro de ascenso junto al cauce (1570 metros de
altitud) encontramos que el arroyo, ya muy mermado de agua, se bifurca en dos
regatos casi paralelos. Tomamos como referencia el que se encuentra más a la
izquierda (girando por lo tanto en tal dirección), dejándolo como antes a
nuestra derecha y alejándonos un poco del mismo.
Desde
aquí la pendiente se endurece considerablemente, tanto que incluso hemos de
prestar atención para no resbalar. Poco a poco vemos aparecer a nuestras
izquierda las escobas que denotan el fin del bosque, pero retrasamos en lo
posible nuestro encuentro con las mismas manteniéndonos cerca del arroyo. Finalmente
salimos del bosque en torno a los 1700 metros de altitud.
Desde
aquí hemos de pelear un poco con las escobas, buscando los pequeños rastros de
senderos. Afortunadamente los arbustos van perdiendo altura permitiendo un
avance algo menos duro, aunque hemos de tomar frecuentes descansos. Durante los
mismos observamos a nuestro alrededor toda la cuenca que forma el río Pedroso,
marcado por los picos San Millán y Otero, este último relativamente
cerca. Aquí y allá aparecen amplias manchas de bosque autóctono de robles y
hayas.
Siguiendo
más o menos rectos (quizás un poco hacia la izquierda) alcanzamos por fin el
cordal principal de la sierra de la Demanda, muy cerca de un cartel señalizador
del sendero de largo recorrido GR-290. Avanzando un poco más llegamos a la
cumbre del lugar conocido como Cruz de la Demanda, divisorio entre Burgos y La
Rioja y al que llega una carretera desde el lado riojano.
Desde
este paraje, en donde efectuamos un largo descanso, tenemos unas amplias vistas
de toda la sierra, incluido con el su pico culminante, el San Lorenzo. Tras el
descanso retrocedemos unos metros buscando el cartel al que hicimos referencia,
ya que el regreso lo realizaremos siguiendo las marcas de pintura rojas y
blancas del GR-290. Serán más de 10 kilómetros de descenso.
Descendemos
con rapidez con excelentes vistas del paisaje antes comentado. Pronto
alcanzamos el borde del hayedo e incluso lo atravesamos durante algunos
instantes. Desde aquí la pendiente se suaviza e incluso desaparece. Tras un segundo
tramo de hayedo ascendemos un poco y hacemos un pequeño cambio de vertiente. Hacia
esta zona se observan extensos bosques de robles cerrados al fondo por las
sierras de Neila y Urbión.
En
suave descenso alcanzamos el borde superior de un pinar. Hacia el final del
mismo, en un collado, el sendero parece difuminarse. Giramos hacia la derecha y
enlazamos con un camino recuperando la dirección original y con vistas de nuevo
hacia el valle del Pedroso y el monte San Millán. El camino asciende un poco
hacia una pequeña elevación (1685 metros) en la que existe un amontonamiento de
piedras.
Desde
aquí seguimos bajando por la arista montañosa a la búsqueda de una nueva
referencia, una caseta de vigilancia de incendios en el lugar conocido como
Cerro Guariste (1635 metros). Queda claro que desde aquí se sigue observando un
panorama muy amplio, también hacia el sur, zona en la que ya detectamos el
pueblo de Barbadillo de Herreros.
Desde
aquí el descenso se hace más acusado y el camino va poco a poco internándose en
el robledal. Algo más adelante dejamos la arista principal decantándonos por el
lado izquierdo. Continúa el rápido y algo monótono descenso por el robledal
hasta que empiezan a aparecer ejemplares algo más robustos, indicio de que
estamos acercándonos al final del descenso.
En
la cota 1220 llegamos a otro camino que tomamos hacia la derecha siguiendo el
descenso. Estamos en el entorno del río de la Umbría, que ya recorrimos hace un tiempo. Sin mayores novedades llegamos de nuevo a la vera del Pedroso,
dejando antes a un lado un área recreativa y cruzando la vía verde de la
Demanda. Antes de terminar observamos la presa de las olvidadas instalaciones
de la ferrería de la zona. Segundos después cruzamos el río y alcanzamos el
punto en donde dejamos el vehículo.
Comentarios
Se
trata de una ruta de cierta exigencia por la longitud y la dureza del ascenso
principal. No obstante la mayor parte del recorrido transcurre por camino y
senda cómoda. Existe una fuente unos metros antes del punto en donde sugiero
dejar el coche. Por cierto se puede modificar ligeramente el inicio dejando el
coche algo más adelante y enlazando por la propia vía verde.
Me
he decidido por esta opción como la mejor para hacer un recorrido circular que
permita conocer el entorno de Casa de la Sierra. Hay que tener en cuenta que el
acceso en vehículo hasta esta zona está “en principio” prohibido. Existe una
opción de realizar otro recorrido circular por sendero más definidos, pero
sería mucho más largo implicando el ascenso hasta las cercanías de pico Otero.
Estas longitudes son un tanto prohibitivas para el senderismo, pero no para la
bici de montaña.
Por
otro lado el camino hacia Casa de la Sierra también puede utilizarse para el
ascenso hacia el pico San Millán y otras cumbres de la zona. Este municipio de
Barbadillo y otros cercanos disfrutan de una importante riqueza micológica. No
obstante hay que tener en cuenta que desde hace unos años se trata de una
actividad regulada para la que se requieren los correspondientes permisos. A
partir de aquí allá cada uno con su responsabilidad.
Guarda este artículo como pdf e imprímelo cuando quieras
Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)
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Vídeo con imágenes del recorrido
Hola Javier,bonito recorrido con el otoño en su esplendor como se ve en tus fotos,supongo que verias algun tejo de los que por alli hay.Un saludo.
ResponderEliminar¿Qué tal es el acceso final al Alto de la Cruz de la Demanda. ¿Hay camino continuo o pista?
ResponderEliminarAmador. No me suena de ningún tejo por esta zona. Sí el enorme de la otra vertiente.
ResponderEliminarAnónimo. Entiendo que te refieres al acceso desde la parte Riojana. Hay carretera aunque no voy desde hace años.
Hola Javier,hice un recorrido por esa zona hace bastantes años y no tengo los recuerdos muy claros,empezamos por el arroyo de morales donde habia pequeños tejos, luego fuimos girando hacia la derecha y bajamos por matabecerros al rio de la secada,creo que fue en matabecerros, en un hayedo donde habia un tejo de buen tamaño. Un saludo.
ResponderEliminarOk, pues habrá que planteárselo para el futuro. Gracias por la propuesta una vez más.
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