Cuantas veces hemos contemplado, en nuestro ascenso al páramo de Bricia, el panorama de Escalada en el fondo del valle del Ebro. Ya lo decía nuestro poeta Bonifacio Zamora:
Dos rivales, el páramo y la Lora,
disputan por desdenes Escalada.
Pero el Ebro interviene con su espada
de verde filo y a favor de flora.
Flora enamora al valle, le colora
de verdores y frutos- flor cuajada-
mientras en un belén de soleada
huerta se alumbra de navidad sonora.
Por contemplarle se remansa el río,
que tanta y tan gentil es su hermosura
en juego de arboleda y caserío.
La carretera con zig-zag penoso
va subiendo la cuesta. Y ya en altura,
vuelve a mirar el valle ¡es tan hermoso!
Pero en realidad Escalada guarda una intrahistoria y un patrimonio bastante interesante, alguno de cuyos hitos más curiosos apuntaremos aquí, como casi siempre de forma breve y animando a que el lector profundice por su cuenta.
Empezaremos por el edificio más antiguo, el templo de Santa María la Mayor que conserva aún de su periodo románico la extraordinaria portada, formada por seis arquivoltas ligeramente apuntadas y decoradas con puntas de diamante, motivos vegetales, sogueados. Alguno de sus capiteles representan arpías afrontadas, guerreros luchando, un jinete peleando contra un dragón y dos animales devorando a un cordero. La labra se caracteriza por el modelado en medio o altorrelieve.
Pero en lo que en realidad nos fijamos es las figuras, lamentablemente bastante maltratadas, de los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis que se representan en la sexta arquivolta, con características propias del románico de la segunda mitad del siglo XII. Encontramos un cambio en la representación: el personaje principal es un sacerdote con un cáliz en la mano, cuando lo normal sería un ángel. A ambos lados, vemos a los Ancianos, todos sentados tocando instrumentos o con libros sobre sus rodillas.
La portada se corona con un tejadillo sobre canecillos esculpidos, que hace las veces de guardapolvos. Toda esta escultura parece remitirmos a los mismos autores del claustro de las Huelgas o del monasterio de Aguilar de Campoo. Observamos restos de policromía, posiblemente de época posterior, en la mayor parte de la fachada.
Y como es costumbre y tradición, ya lo vimos para las iglesias de Moradillo de Sedano, Abajas, Tamayo, Quintanarruz...el moral a la derecha de la entrada de la iglesia.
(continúa en el siguiente artículo)
Precioso pueblo y precioso entorno. Me ha gustado mucho la poesía. Por cierto el pasado fin de semana he estado en Orbaneja, ya te avisaré cuando ponga el post. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarPARECE QUE ESTUVIMOS CERCA EL FIN DE SEMANA. ESPACIO NATURAL ALTOS DEL EBRO Y RUDRÓN.
ResponderEliminarECHA UN VISTAZO A RUEDA LA BOTA.
UN SALUDO.