jueves, 7 de septiembre de 2017

Ruta de senderismo: Hoces de Sobrón

Ruta muy interesante y sorprendentemente poco conocida que nos permite disfrutar del gran paraje que rodea el embalse de Sobrón. La ribera del Ebro y la iglesia y los alcornoques de Bozoo suponen un gran complemento a la jornada.

Dificultad: Baja salvo en el tramo de ascenso, en donde se puede considerar alta.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): media. La dificultad se concentra en el tramo de ascenso.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 15,5 kilómetros y 4 horas y media.

 



Situación

Saldremos de Burgos en dirección Miranda de Ebro por la N-I. Pasado el desfiladero de Pancorbo tomamos la carretera que se dirige a Puentelarrá y el Puerto de Orduña. A la altura de Santa Gadea del Cid encontramos el desvío hacia la izquierda que en dos kilómetros y medio nos deja en Bozoo. Pasada su iglesia parroquial encontramos una gran plazoleta donde dejar el vehículo.

Puntos de Interés
 
Iglesia de Bozoo. Vistas sobre la llanada de Miranda. Ribera del Ebro. Fuente y Puente de Sobrón. Pantano del Sobrón. Hoces del Sobrón. Alcornoques. Bosques de Bozoo.
 
Descripción de la Ruta
 
En esta plazoleta encontramos un panel explicativo de las Rutas del Parque Natural Montes Obarenes. Nos situamos orientados hacia la iglesia y caminamos hacia la misma, tomando la calle que surge a la izquierda, como a unos 100 metros del templo. En este punto vemos la señal de un sendero de largo recorrido (pintura blanca y roja) que se corresponde con el Sendero de Agua y Roca. Este sendero transita por todo el perímetro de la llamada “llanada de Miranda”. En concreto la señalización indica el pueblo de Portilla, que es hacia donde empieza nuestra ruta. 
 
En pocos instantes dejamos atrás el pueblo y pasamos a caminar por un camino algo borroso que transita justo por el límite entre el monte y las tierras de cultivo. Ganamos un poco de altura pudiendo disfrutar de una buena panorámica de toda la llanura y de los relieves que la limitan: Montes Obarenes orientales, pueblos de Bozoo y Santa Gadea del Cid, las torres características de Fontecha (ya en territorio alavés)…
 
Sin muchas novedades cubrimos el kilómetro y medio que nos separa de Portilla. Se trata de un núcleo de población muy pequeño en el aún sobresale la presencia de su arruinada iglesia. Seguimos ahora por la carretera que da servicio al pueblo; pero en unos cientos de metros nos desviamos por la pista que comunica con el cercano lugar de Villanueva Soportilla. 
 
Se trata este de un pueblo mucho más cuidado que denota la presencia de población flotante procedente probablemente de los cercanos Miranda y País Vasco. Podemos admirar un lavadero y una curiosa fuente, entre otros elementos constructivos. Tomando como referencia la fuente, seguimos la calle que continúa más hacia el este, en dirección al monte. En este punto dejamos de seguir el sendero de largo recorrido GR-291.
 
Al poco salimos del pueblo y continuamos unos metros sin cambiar de dirección en suave ascenso. Pronto giramos hacia la derecha y seguimos subiendo un poco más. No mucho después dejamos de ascender a la altura de una bifurcación, en la que continuamos por la derecha, manteniendo la dirección norte a la búsqueda del cauce del río Ebro. Vamos viendo frente a nosotros los contundentes perfiles de la parte alavesa de la sierra de Árcena
 
En unos minutos giramos bruscamente hacia la izquierda en una bifurcación y casi inmediatamente a la derecha; recuperando la dirección. Al instante pasamos bajo un arco que en realidad es un resto del abandonado canal de Fontecha. Casi inmediatamente llegamos a la vera del río Ebro, junto a las instalaciones arruinadas e irreconocibles de un viejo molino. Acabamos de incorporarnos al trazado del GR-99, sendero del Ebro, que seguimos en sentido ascendente. 
 
Empezamos a seguir un amplio meandro del río protegido por grandes moles rocosas. En realidad acabamos de entrar en la estrechez formada por las Hoces de Sobrón. Según la época del año, será notorio el jolgorio del parque de aventuras que se sitúa al otro lado del río. El sendero es muy bonito y nos ofrece bellos tramos de bosque de ribera y vistas del río y de las laderas de la garganta. Por momentos el agua llega a lamer el sendero; punto en el que nos encontramos con la decimonónica y decadente fuente de la Salud
 
Situada en terreno burgalés, su acceso más evidente se efectuó desde siempre desde zona alavesa. Su acondicionamiento se realizó en paralelo al funcionamiento del cercano balneario de Sobrón. Famosa en su momento por sus propiedades curativas asociadas a sus aguas bicarbonatadas sódicas, hoy se encuentra en estado bastante precario, fruto del abandono de la citada instalación. Tampoco ha corrido mejor suerte el puente de factura romántica que comunicaba ambos lados del río, parcialmente destruido por una riada en el año 2015.
 
A partir de este punto las cosas se empiezan a complicar. Seguimos en la misma dirección, pero estamos atentos en las diversas derivaciones en buscar las sendas que transitan más hacia el interior y más alejadas del río. Esto es especialmente importante en el punto en el que supera un puente sobre el canal abandonado, tras el cual hemos de seguir hacia la izquierda. Inmediatamente afrontamos un tramo muy empinado, al final del cual incluso hemos de ayudarnos de las manos para superar un tramo rocoso. 
 
Desde este punto hemos de seguir nuestra intuición para ir seleccionando el mejor sendero, en general como comentamos hacia el interior. La espesura cierra en muchos momentos la trocha; no tanto a la altura de las piernas, como a la del pecho y la cabeza, con lo que con frecuencia nos vemos obligados a agacharnos y a apartar ramas. La pendiente es también considerable. En las pocas zonas abiertas observamos cómo estamos remontando una especie de gran vaguada que se separa del valle principal. No será hasta el final de la misma cuando tengamos las mejores vistas panorámicas. 
 
Tras este duro y largo ascenso, hacia la cota 760 (hemos empezado el ascenso casi 300 metros más abajo) intuimos cierta apertura del paisaje hacia nuestra derecha. En este punto buscamos unos hitos montañeros en esa misma dirección. Los mismos son los indicadores del acceso a los mejores miradores sobre las hoces y embalse de Sobrón. Son unos 200 metros de avance algo dificultoso bastante cerrado por la maleza. 
 
Durante este tramo tenemos algunos puntos con buenas perspectivas, pero continuamos hasta el último mirador, una plataforma rocosa de color rojizo y tamaño algo mayor a las anteriores. No es hasta este punto en donde podemos ver todo el embalse. Desde aquí tenemos una vista impresionante de todas las hoces y el embalse de Sobrón, siendo fácil contemplar el vuelo de las rapaces bajo nosotros. Estamos ante uno de los paisajes más sobrecogedores de la provincia. Doscientos metros más abajo encontramos la lámina de agua que se extiende por los diversos recodos del cerrado valle. Una exuberante vegetación se extiende por las laderas, especialmente por la sur, mientras que hacia el norte observamos buena parte de las cumbres de la sierra de Arcena.
 
Tras disfrutar de la panorámica remontamos hasta el sendero principal y seguimos subiendo. Afortunadamente poco a poco vamos dejando atrás la parte más cerrada y también la pendiente se suaviza. Cada vez vemos más cerca la ceja rocosa sobre la que se encuentra el pico Recuenco. Incluso durante unos instantes transitamos junto a rodal de hayas. El sendero se acaba transformando en las rodadas de un camino carretero. En todo caso aún hemos de seguir subiendo hasta la cota 930 (empezamos en la 480).
 
Sin solución de continuidad empezamos a descender y nos internamos en los montes de Bozoo. Tras dejar atrás un grupo de vacas llegamos a la altura de una pista en el punto en el que la misma traza una amplia curva. La seguimos hacia la izquierda subiendo ligeramente. Unos 300 metros más adelante la pista gira un poco hacia la izquierda en el punto en el que supera un paso canadiense. Nada más superar el mismo nos salimos del camino buscando una especie de vaguada en el lado derecho, en la que pronto aparece un sendero. Desde aquí hasta la llegada a Bozoo seguiremos las marcas blancas y verdes del sendero de pequeño recorrido SL-BU-92. 
 
Mientras seguimos el suave descenso por la vaguada estamos atentos a la gran sorpresa del recorrido: ejemplares aislados de alcornoque aparecen salpicados aquí y allá entre los pinos y las encinas. Es un poco difícil distinguirlos de estas últimas, debiendo estar atentos a su peculiar corteza. Un controlado programa de seguimiento trata de favorecer el desarrollo de esta valiosísima rareza botánica. Los pinos van siendo cortados selectivamente para ir favoreciendo el desarrollo de los alcornoques, algunos de los cuales va mostrando ya un porte relativamente importante. 
 
El tramo de descenso por la vaguada termina en el momento que nos incorporamos a una pista y continuamos el descenso por la misma. Este camino también es muy agradable, pudiendo descubrir en el fondo de este pequeño barranco ejemplares interesantes de tilo y madroño, entre otras especies. Una nave ganadera nos indica que estamos acercándonos a un núcleo poblado, cosa que sucede un poco más adelante cuando llegamos a Bozoo.
 
No podemos abandonar el pueblo sin dedicar unos minutos a ver su bonita iglesia, en donde destacan sendas portada y ventana de factura románica. 

Comentarios

Ruta que en principio podría considerarse una de las más bonitas de la provincia, aunque lamentablemente está seriamente amenazada por el modo en que se ha cerrado el sendero de descenso hacia el Ebro. Desde la última vez que estuve en la zona, hace unos cinco años, la senda ha empeorado sensiblemente, y ya no me atrevo a recomendarla salvo para personas acostumbradas a tratar con este tipo de terrenos. Es una verdadera pena.

Desde Villanueva Soportilla un camino de unos dos kilómetros nos lleva a su interesante necrópolis medieval.
 
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Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información):
 

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Vídeo del recorrido:
 

 
  

3 comentarios:

Abilio Estefanía dijo...

Hola Montacedo, veo que aún se puede bajar por ese sendero hasta la orilla del Ebro, hace años que no bajo por él y ya estaba muy cerrado. Desde luego es un lugar poco transitado y eso que la belleza que tiene es de las que enganchan. Yo suelo hacer otra variante desde Bozoo, que es al salir del pueblo subir a la derecha por un cortafuegos hasta la cumbre del Recuenco y luego ir por todo el borde del cortado disfrutando de las vistas de las hoces de Sobrón y por encima del camino que tu comentas hasta hacer una O pasando por la balsa que hay a pie de camino para bajar por él hasta el pueblo.

Un abrazo

ZáLeZ dijo...

Hola Montacedo:
Desde hace tiempo quiero ir a ver los alcornocales. Creo recordar que un grupo de senderistas alaveses, hace un año, o más, tuvieron que ser rescatados al hacer algún tramo de esa ruta, que no quiere decir que sea la misma que indicas, porque interpreto que tus indicaciones son muy buenas.
El eremitorio de Villanueva Soportilla es uno de los que más me gustan por su edículo pétreo tan "raro".
Saludos,

Montacedo dijo...

Gracias por los comentarios. Teoricamente hay un sendero alternativo, que sale en la ruta publicada por Enrique del Rivero (es decir, hace unos 15 años), que desde los miradores sigue descendiendo por el cortado, y que puede que fuese el que siguieron los que comentas. Pero vamos, si no se sale uno del sendero no tiene mayores complicaciones (en su caso si es preciso se renuncia a las vistas sobre el cortado).

Lo de los alcornoques ya comento que por el sendero ni se ven muchos, ni son muy espectaculares, pero si vas ex-profeso seguro que dan más de sí. El eremitorio de Soportilla la verdad con su acondicionamiento está precioso. Pondré algo aquí pero puede que dentro de un tiempo.