Volvemos tras mucho tiempo a la bonita Comarca de Juarros, zona de
transición entre la sierra del Mencilla y el valle del Arlanzón. En esta
ocasión el nexo de unión son una serie de manantiales de diverso tipo que los
habitantes del lugar han sido capaces de conservar y poner en valor. En
definitiva una ruta sencilla y humilde, aunque precisamente en ello pueda
residir su belleza.
Dificultad: Fácil. Pocos desniveles y en general no
muy acusados.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil
salvo en el tramo de descenso desde el Esculca; en que resulta más bien
complicada.
Belleza: Normal.
Para acceder a San Adrián desde Burgos tomaremos la carretera N-120
dirección Logroño. A la altura de la urbanización de Los Tomillares encontramos
la carretera que hacia la derecha nos conduce a la zona de Juarros. Llegados a
San Millán nos desviamos por la carretera que por Mozoncillo, Salguero y San Adrián
de Juarros nos conduce al lugar de partida, Santa Cruz de Juarros. Aparcamos el
vehículo a la altura de las primeras casas.
Puntos
de Interés
Diversos manantiales. Paisajes mixtos de cultivos y bosques.
Arquitectura urbana de los pueblos. Vistas desde la cima de la Esculca.
Descripción
de la Ruta
Como podemos ver en Santa Cruz, estos pueblos de la comarca de Juarros han
conservado un entramado urbano bastante interesante a base de piedra arenisca
de color pardo y teja árabe. Además por su cercanía a Burgos el aspecto en
general es muy saneado, aun cuando la población permanente tampoco es muy alta.
No obstante lo mejor es dejar la visita al pueblo para el final de la ruta.
En dirección contraria a centro del pueblo,
al otro lado de la carretera, nace una pista que tomamos. Pronto llegamos a la
fuente llamada “De Abajo”, en la que existe un pequeño lavadero. Cruzado el
arroyo de Santa María, podemos acercarnos al pequeño edificio de un bien
conservado molino, aunque su maquinaria no es visible desde el exterior.
Seguimos por este ancho camino entre
tierras de labor y en suave descenso hasta alcanzar una fuente, la fuente de
“El Suero”. Poco después encontramos un desvío hacia la izquierda por un camino
secundario que hemos de tomar. Si siguiéramos de frente llegaríamos, en
aproximadamente un kilómetro, a los interesantes restos de lo que fuera el
Monasterio de Bujedo de Juarros.
El camino se orienta hacia las cumbres más
orientales de la sierra del Mencilla, que observaremos durante buena parte del
trazado. Llegamos a una carretera que seguimos hacia la izquierda para,
enseguida, tomar la pista que se encamina hacia los pueblos de Cabañas y
Matalindo. Pasados unos doscientos metros tenemos la opción de desviarnos hasta
el cercano manantial de Valdelavieja.
De nuevo en la carretera pronto surge en el
lado izquierdo un marcado camino que tomamos, siguiendo hacia arriba el humilde
vallejo del arroyo de Valdelavieja (normalmente seco). Tras pasar una zona en
la que nacen unos cuantos ejemplares de roble empezamos a ganar altura por un
área con menos vegetación y con la sierra cada vez más visible.
Pronto llegamos a la altura del pozo de las
Barruderas, un manantial al que en su momento se le dio esta trabajada
configuración. Algo más adelante se nos ofrece la opción de una variante para
acortar el recorrido, pero nosotros seguimos de frente. Tras pasar una especie
de estrechamiento la pendiente se hace más evidente y nos lleva hacia el
apartado pueblo de Matalindo, que presenta sin embargo buen estado de
conservación.
Una de las cosas más llamativas respecto a
este pueblo es que no dispone de iglesia, ya que se encuentra a medio camino
hacia Cabañas, núcleo con el que comparte su custodia. Otro dato interesante es
que se ubica a la nada despreciable altitud de 1150 metros. Llegados al pueblo
seguimos la calle frontal, evitando la tendencia hacia la derecha. Enseguida
llegamos al final de las casas a la altura de un ancho camino que nace hacia la
izquierda.
Ya fuera del pueblo encontramos otro manantial
y lavadero, el de Rasalapeña. Visitado el mismo ganamos algo más de altura
hasta un punto en el que hemos de estar atentos para localizar unas rodadas
hacia la izquierda. Una vez en las mismas subimos un poquito más y bajamos
bruscamente al encuentro de otra ancha pista. Alcanzado este camino lo seguimos
hacia la derecha afrontando una nueva rampa.
Tras la rampa se tiende a descender un poco
mientras nos vamos acercando poco a poco a un bosque relativamente denso por el
que pronto transitaremos. La pista termina a la altura de un paso canadiense.
Al otro lado continúan dos caminos eligiendo nosotros el de la izquierda. Nos
adentramos así en el bosque eligiendo siempre el camino que parece más marcado,
aunque en algunos momentos tiende a difuminarse.
Tras unos primeros instantes el camino
termina siendo claramente ascendente. Decidimos ignorar la variante que se
acerca al manantial de Castillejos, un tanto alejado. Tras superar una zona de
bosque algo más espeso salimos a un claro en el que nos desviamos para buscar
la cima de la zona, el Alto de la Esculca.
En este punto se ha construido un mirador
circular con paneles orientativos. No en vano desde el lugar las vistas son muy
amplias, y llegan incluso hasta los arrabales de Burgos. En un plano más cercano
se pueden identificar los pueblos más próximos, especialmente San Adrián de
Juarros. Santa Cruz se localiza gracias a la torre de Su parroquial.
Tras disfrutar de la panorámica enlazamos
con el camino que traíamos, que bordea la cima, pero enseguida hemos de buscar
la trocha que desciende por la ladera de la izquierda. No es tarea sencilla
pues las diferentes veredas son poco claras y las señales de pintura amarilla y
blanca están muy difuminadas. Como referencia nos orientaremos más menos
dejando a la misma distancia sendas canales que descienden a ambos lados, sin
acercarnos a ninguna de ellas.
Buscando los vericuetos del sendero entre
el arbolado llegaremos, con un poco de suerte, a la fuente llamada “Hueco de
las ánimas”. Desde aquí ha se ve claramente un camino que cruza
transversalmente un poco más abajo. Llegados al mismo ignoramos una señal y
seguimos descendiendo suavemente por el lado más derecho del vallejo que sigue
bajo nosotros.
Aquí identificamos dos manantiales más.
Siguiendo por este lado pronto nos tomamos con un vallado. Continuamos
paralelos al mismo sin cruzarlo, aunque a veces los matorrales nos obligan a
irnos un poco más hacia la izquierda. Cruzamos el arroyo que transita por el
vallejo (arroyo de Repaúl) y pronto vemos una portilla que nos permite salvar
el vallado y acceder a un camino.
Al otro lado el bosque termina y da paso a
un paisaje muy similar al del principio de la jornada: campos de cultivo y
lomas desprovistas de arbolado. Tras dejar atrás una nueva fuente (fuente
Tazaña) continuamos con facilidad por el camino en suave descenso. Sin mayores
novedades alcanzamos una pista por la que continuamos.
Ya a la vista de Santa Cruz el sendero se
desvía hacia la derecha bordeando una pequeña loma. Ello nos permite contemplar
una fuente más trabajada que las anteriores: La Hontana. Seguimos bordeando la
loma y entramos directamente en el bonito casco urbano del pueblo. Serpenteamos entre sus casas camino de
nuestro vehículo, aunque también podemos explorar un poco la zona sur para
visitar el manantial más importante del pueblo (La Fuente de Arriba) o subir
hasta su ermita, ubicada en el solar de lo que fuera castillo del antiguo Alfoz
de Juarros.
Comentarios
La ruta se corresponde con el sendero de
pequeño recorrido PRC-BU-112. En el momento de realizar el recorrido (mayo de
2015) la señalización es bastante buena salvo en el tramo indicado. Es un
trayecto más bien fácil y sin elementos paisajísticos demasiado sobresalientes,
aunque aderezado por la belleza de las múltiples y cuidadas fuentes. Existen
además varios paneles explicativos a lo largo del recorrido describiendo
diversos aspectos de la vida rural de antaño.
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Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para acceder a más información)
Vídeo con imágenes del recorrido
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