Si alguien sigue puntualmente los
artículos de mi blog, tal vez recuerde que hace unas semanas dejaba pendiente
una última publicación de la temporada “escultura del agua”.
Hoy voy a escribiros acerca de una
preciosa cascada sobre la que no había sabido hasta hace relativamente poco, y
que curiosamente en los últimos tiempos empieza a aparecer con cierta
frecuencia en distintos medios. De hecho, creí reconocerla en los paneles del
stand de Burgos en la última edición de FITUR.
Esta cascada la forma el Arroyo
de San Miguel, uno de los numerosos torrentes que descienden desde los montes
de Somo hacia el valle de la Merindad de Sotoscueva. Se encuentra a unos cuatro
kilómetros al norte de pueblo de Quisicedo.
Si el llegar a cascada Salceda
implica cierto esfuerzo y tiempo, al menos la localización y el sendero de
acceso no presentan complicaciones. Hay que buscar una pista que nace justo
antes del pueblo viniendo desde Espinosa de los Monteros.
Durante el trayecto de ascenso
observaremos como la parte de las laderas están ocupadas por arbustos
espinosos; fruto del proceso de degradación del suelo adonde conducen las
sucesivas talas e incendios. Afortunadamente en algunas zonas, especialmente en
el entorno de los torrentes, el bosque autóctono consigue resistir.
Avanzaremos tomando como
referencia el valle del arroyo de San Miguel, que queda a nuestra derecha,
aunque bastante alejados del cauce en sí. Pasado un tiempo la pista en mejor
estado gira claramente hacia la izquierda pero nosotros seguimos prácticamente
en la misma dirección por un camino de cabras en bastante mal estado.
Por encima de los 1000 metros las laderas del valle se hacen más acentuadas y la pendiente desaparece. Desde lo alto de la vertiente opuesta vemos un bonito torrente que desciende hacia el arroyo principal. A partir de aquí descendemos un poco y el sendero se hace algo confuso. Buscamos las opciones que se acercan más hacia el cauce, superamos un vallado y entramos en una zona boscosa.
El sendero toma una revuelta en
claro descenso y, ya muy cerca del arroyo, identificamos cascada Salceda por la
vista y el oído. Se trata de una estética caída de agua de unos 20 o 30 metros
combinados. El agua, más que caer se desliza por la roca que tiene una forma
como de cuenco, efecto que se aprecia mejor cuando no lleva demasiado agua.
Las fotos que acompañan al
artículo están hechas en dos periodos, a finales de invierno y a finales de
primavera. Aguas arriba de la cascada se intuyen más saltos interesantes,
aunque tanto el acceso como la posibilidad de hacer fotos se complican
considerablemente.
El acceso de cascada Salceda se
puede integrar en una interesante ruta senderista que os describiré en mi
próximo artículo. De momento me despido con un pequeño vídeo tomado en los
periodos comentados (el de invierno está con sonido de fondo).
Desconocía este salto de agua.
ResponderEliminarGracias por darlo a conocer...
1 saludo
No hay de qué. Espera a la ruta que publicaré el miércoles (dios mediante)
ResponderEliminarMuy guapa, no la conocía.
ResponderEliminarSaludos.
Otro lugar para tus excursiones que tan poéticamente nos describes.
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