Esta última etapa del GR85 es casi un paseo en el que dos elementos
copan el protagonismo: el importante hayedo y valioso hayedo de las Pisas y los
evocadores rastros del abandonado ferrocarril Santander-Mediterráneo. El punto
final lo marca uno de los emplazamientos de mayor personalidad de la península:
el pueblo y el arco pétreo de Puentedey.
Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 2 horas y media (11 kilómetros). Si nos acercamos
hasta las Pisas podemos calcular unos 15 minutos y medio kilómetro adicionales.
Hayedo y cascada de las Pisas.
Caja y puentes del ferrocarril. Puentedey.
Descripción de la etapa
Desde el Ayuntamiento del Valle
de Valdebezana tomamos el carreteril que se dirige hacia San Cibrián y
Villabáscones. A la altura de los últimas casas del pueblo buscamos un último
camino que nace en el lado izquierdo. Avanzamos por detrás de las citadas casas
por un sendero bastante difuso que termina en camino bastante evidente. Pronto
este camino enfila hacia un pequeño desfiladero que forma el Arroyo de la
Gándara (el mismo que crea la cascada de las Pisas unos cientos de metros más
adelante).
Los siguientes minutos trascurren
por este pequeño barranco hasta que finalmente el camino vuelve a ascender por
el lado derecho. Llegados a una bifurcación seguimos por la derecha y pronto
llegamos a las primeras casas de San
Cibrián. Ya sobre cemento, en un primer cruce seguimos recto y en un
segundo cruce hacia la derecha. Así desembocamos en la carretera siguiendo en
la misma dirección. Caminamos unos minutos por esta carreterita hasta que
observamos la señalización del sendero por el lado izquierdo.
Inmediatamente aparece una nueva
bifurcación en la que seguimos por la derecha. Tras un tramo recto este sendero
gira bruscamente hacia la izquierda y se dirige directamente hacia el hayedo de las Pisas. Las primeras hayas
aparecen de manera repentina mientras el sendero desciende decididamente por el
bosque. Pronto llegamos a un marcado cruce. Hacia la izquierda tenemos a unos
700 metros la cascada de Las Pisas
(sólo activa en periodos de deshielos o fuertes lluvias) aunque el recorrido
como tal sigue por la derecha. En todo caso, si no decidimos por acercarnos a
la cascada luego podremos enlazar con el sendero principal siguiendo el curso
de agua.
Si optamos por seguir el sendero
“oficial” afrontamos un suave descenso por el maravilloso sendero entre las
hayas. El descenso termina cuando se nos une por nuestra izquierda el otro
ramal que viene desde el arroyo y la cascada. El camino continua algunos centenares de metros más por el hayedo.
En una curva pasa junto a una cascada que tampoco lleva agua más que en épocas
de deshielo. Al poco llegamos a las primeras casas de Villabáscones.
Una vez en este minúsculo pueblo
descendemos por la calle que nace desde la iglesia (conserva algunos rastros
románicos). El hayedo continúa a partir del pueblo, siguiendo inicialmente un
fuerte descenso por un marcado camino. Superado un puente sobre el arroyo Saúl,
(otro nombre que recibe el arroyo de la Gándara) el descenso se suaviza
considerablemente y el arbolado se aclara desapareciendo poco a poco las hayas.
Tras un tramo algo alejados del
arroyo volvemos a acercarnos al mismo hasta las proximidades del pueblo de
Quintanabaldo. Lo primero que nos llama la atención del mismo es un gran viaducto por el que transitaba
el malogrado ferrocarril Santander-Mediterráneo, cuyo trazado será protagonista
de la última parte del GR-85.
Al otro lado del viaducto
encontramos la carretera Villarcayo-Santelices. Tomamos la misma hacia la
derecha durante unos cien metros hasta encontrar la continuación del sendero al
otro lado de la carretera. Con ello en realidad hemos entrado en el antiguo
trazado del ferrocarril citado.
Nos quedan unos cuatro kilómetros
de trazado prácticamente recto hasta Puentedey. Estamos en el cerrado valle del
Nela medio, si bien la vegetación que discurre paralela al sendero, que por
momentos se cierra bastante, no nos deja ver mucho. En otros tramos, por el
contrario, se hace incómodo avanzar debido a la piedra suelta de la antigua
caja del ferrocarril.
Lo más llamativo en todo caso son
los puentes que hemos de superar,
que pondrán a prueba a las personas que sufran de vértigo, más aún si tenemos
en cuenta que la vía dejó de usarse hace casi 30 años. Afortunadamente se puede
apreciar la gran calidad constructiva de esta gran obra de ingeniería que para
disgusto de muchos ha acabado de esta manera.
Pasado el tercer puente, con
fondo de grava, entramos en una zona más encajonada y pronto llegamos a ver la
peña sobre la que se levanta el pueblo de Puentedey.
Pasamos bajo el mismo siguiendo un túnel (como los puentes resiste de manera
ejemplar el paso del tiempo). En este caso la luz al final del túnel representa
el final del tramo y del sendero de largo recorrido GR-85.
Meditamos sobre todo esto
mientras recorremos este original pueblo colgado de un enorme puente natural sobre el Nela, una de
las estampas más conocidas de nuestra provincia. En este artículo podéis saber algo más sobre este lugar.
Comentarios acerca de esta etapa
Todo el tramo que remonta el arroyo Saúl o
Gándara, incluyendo el bosque y cascada de Las Pisas fue recorrido en otoño de
2012 en una ruta independiente que os sugiero consultar aquí. Algunas fotos
han sido incorporadas al vídeo. El resto de la etapa fue recorrido en 2013.
El recorrido está bien señalizado. Se hace
incómodo andar por la piedra suelta de la base del antiguo ferrocarril y hay
algunas zonas algo encharcadas. También habrá que ver como resisten los puentes
el paso del tiempo. Por cierto, podéis leer este otro artículo sobre esta línea férrea.
Track del recorrido (pulsa en el círculo verde para más información)
Vídeo con imágenes del recorrido.
3 comentarios:
Recuerdo Puentedey..hace muchos años, pero lo recuerdo
Como verá, le he puesto en Totbarcelona, a la derecha, por si alguna persona amante de esta península, y para sus vacaciones (eso el que tenga trabajo), desea saber de trayectos por esas tierras que son maravillosas.
Salut
Muchas gracias. Para disfrutar en plenitud esta tierra además del afán turístico les vendrá bien poseer una sensibilidad especial para entender el carácter castellano; sensibilidad que destila tu blog, el cual he consultado en varias ocasiones y que me parece de gran valor pese a que mis caminos vayan muy alejados por el momento de su temática.
Un saludo.
Publicar un comentario