Aunque son los frutales los que dan personalidad a las Caderechas, el árbol predominante, de lejos, es el pino. Tal vez uno de los lugares en lo que esto queda más claro es el entorno de la ermita de San Vitores; un paraje especialmente escondido a medio camino entre Oña y Herrera de Valdivielso.
Vista de la ermita
En esta otra toma vemos que se trata en realidad de un templo semirupestre; es decir, a un primitivo y diminuto espacio horadado en la roca se le añadió la construcción posterior.
Vista del interior del templo. Se aprecia la covacha original y la imagen típica de este santo con la cabeza cortada en la mano.
Según la hagiografía de este santo, en su juventud pasó varios años retirado en estos montes, excavando la cueva por sí mismo, hasta que Dios le llamó para el sacrificio cuando su patria chica, Cerezo de Rio Tirón, fue atacada por las huestes musulmanas. En todo caso la idea es dedicar en el futuro un artículo a contar la peculiar intrahistoria de San Vitores, muy vinculada a diversos lugares de la provincia.
4 comentarios:
Que pasada de bonito y bien conservado ¡¡¡
da gusto
salut
Qué sitio tan bonito, gracias por darlo a conocer Montacedo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Vitores_de_Cerezo
Para mí es tan especial la Hermida de s.vitores en Oña....que soy la que durante todo el año lo cuido conservando lo limpio.
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