Un tanto ignorado por la mayoría de los numerosos visitantes que se acercan al espectacular enclave del Salto del Nervión, el hayedo de Monte Santiago es uno de los más importantes hayedos burgaleses, y desde luego es el que permite una exploración más fácil.
Dificultad: Baja
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil en general. Hay que prestar atención en las zonas del hayedo en las que el camino serpentea o puede estar borroso.
Belleza: Alta.
Tiempo y distancia: 3 horas (10,5 kilómetros)
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Como llegar
Hay que salir de Burgos por la N-I o la A-1 hasta Ameyugo. Allí nos desviamos por la carretera regional que conduce al puerto de Orduña. Llegados a Puentelarrá nos incorporamos a una nueva carretera hacia la izquierda, siguiendo hacia el norte. Atravesamos durante una veintena de kilómetros territorio alavés hasta llegar a Berberana.
Desde este pueblo comienza el tendido ascenso al puerto de Orduña, pero apenas transcurrido dos kilómetros encontramos el aparcamiento y la pista de acceso al Espacio del Monumento Natural de Monte Santiago. Superada la valla de acceso recorremos con precaución (existen algunos socavones) los aproximadamente dos kilómetros hasta el primer aparcamiento.
Puntos de Interés
Hayedo de Monte Santiago. Vistas desde los Miradores de Esquina Rubén y de la Cascada de Nervión. Interior del hayedo. Antigua Lobera. Fuente Santiago.
Descripción de la Ruta
Si nos situamos en el centro del aparcamiento, de espaldas a la pista, encontramos de frente y sobre el tronco de un gran haya, un poco hacia la izquierda, la señalización amarilla y blanca de un sendero de pequeño recorrido. Empezamos a caminar por este sendero, que pronto gira hacia la izquierda, supera una portilla, y sale del bosque.
El recorrido continúa por una pradera en la que abundan los ejemplares de acebos ramoneados por el abundante ganado de la zona, a modo de verdes estatuas. El sendero se desdibuja un poco, pero a modo de referencia vamos paralelos a la pista de acceso. En unos cientos de metros localizamos unas rodadas y una señalización hacia la izquierda, sendero de la Charca del Cortón.
Tomamos dicho sendero y llegamos rápidamente a la citada charca, delimitada por un murete. La bordeamos por la derecha y seguimos en suave ascenso hasta alcanzar el borde de los espectaculares cortados del diapiro de Orduña, que a la vez hacen de límite con la Comunidad Autónoma del País Vasco. Hacia la izquierda observamos las curvas de descenso del puerto homónimo y por detrás del mismo el monumento de la virgen de Orduña, anexa a varias antenas de comunicación. A nuestros pies quedan los verdes valles de esta parte de las provincias de Álava y Vizcaya.
El sendero gira a la derecha y sigue subiendo, paralelo a los cortados. Superamos de nuevo el vallado ganadero y nos vamos acercando al mirador de Esquina Rubén. Desde aquí disfrutamos del paisaje del gran desplome rocoso, similar al de un acantilado, que deja cientos de metros bajo nosotros los verdes valles cantábricos.
Tras sacar el mejor de los partidos de la panorámica, seguimos hacia el Este por un sendero denominado como senda del cortado. En efecto esta estrecha vereda transita entre el hayedo a la derecha y el cortado a la izquierda y nos ofrece nuevas panorámicas del mismo, guardando eso sí la debida precaución.
Tras algo menos de dos kilómetros observamos ya muy cerca la estructura metálica del mirador del salto del Nervión. Unos cien metros antes encontramos uno de los fosos de la lobera de Monte Santiago, de la que hablaremos en más detalle en este blog, restaurado hace poco.
A continuación nos acercamos hasta el mirador citado que se asoma a un sobrecogedor anfiteatro de pura roca caliza que deja el fondo a más de 200 metros por debajo. Este lugar, ya de por sí extremadamente singular, alcanza su máximo esplendor en los momentos en que el río Nervión cae por la larguísima cascada, hecho que tan sólo se produce durante deshielos o tras lluvias muy continuadas.
Tras disfrutar del enclave continuamos por la pista que da servicio al mismo, sólo accesible a pie salvo para vehículos autorizados. Justo a la altura de la entrada del hayedo encontramos el otro foso de la lobera de Monte Santiago. Dos grandes figuras con forma humana y otra representando a un lobo ayudan a hacerse una idea de lo que representaban estas cacerías.
Continuamos por la pista unos 500 metros, hasta que encontramos una señal en la parte derecha señalando el inicio de la llamada senda del hayedo. Efectivamente desde aquí empezamos a disfrutar del bosque. Tendremos que estar atentos a la señalización ya que por momentos la senda se difumina. Al poco llegamos a la intersección con otro sendero, en un pequeño calvero, pero nosotros continuamos rectos.
Caminamos desde aquí por una zona con menor densidad boscosa en la que el hayedo deja algo de espacio para robles y arbustos espinosos. Ascendemos un poco y justo en una especie de altillo giramos hacia la izquierda. Entramos con ello en un tramo especialmente bello del hayedo en donde abundan las pequeñas hondonadas. De hecho al final de esta senda (conocida como senda del hayedo) encontramos un cartel indicando la ubicación de una dolina-cueva.
El sendero como tal termina a la altura de la Casa del Parque. Hacia la derecha vemos el aparcamiento grande, de frente podemos acercarnos al nacimiento de Fuente Santiago, un singular río subterráneo que merced a un hundimiento en el terrero aflora durante tan sólo unas docenas de metros. Una vez visto el mismo vamos hacia el parking, que tiene una parte delantera y otra trasera. Al fondo del mismo, un poco hacia la izquierda, nace el llamado sendero de la Dehesa.
Nos vemos inmersos de nuevo en lo profundo del bosque, siendo este quizás el tramo más interesante. El sendero cambia constantemente de dirección y la abundancia de hojas hace que sea un tanto difícil seguirlo incluso prestando atención a las marcas de pintura blanca y amarilla. Como referencia transitaremos paralelos al camino de acceso al parque para los vehículos, primero a escasos metros y luego algo más alejados. Tras casi dos kilómetros por la nueva senda llegamos al aparcamiento secundario en donde dejamos el vehículo.
Comentarios
La mayor peculiaridad de esta zona es que, a diferencia de la gran mayoría de las que recorremos en nuestro incansable explorar por las tierras de Burgos, los visitantes son muy abundantes, la mayoría procedentes del cercano País Vasco. Por otro lado, la posibilidad de ver a la vez los hayedos otoñales y la cascada con agua es menos que remota, así que tendremos que establecer nuestra prioridad.
La ruta propuesta está confeccionada a través de la integración parcial o total de varios senderos de la red del Monumento Natural Monte de Santiago. A través de éstos y otros senderos se pueden hacer múltiples combinaciones de mayor o menor longitud. La combinación que se presenta en este artículo se puede empezar desde el aparcamiento interior o bien desde el aparcamiento situado en el exterior del espacio. En este segundo caso deberemos cubrir adicionalmente los cerca de dos kilómetros de pista hasta el enlace con la Senda de la Charca.
En el momento de escribir estas líneas la señalización es bastante buena y es de suponer que así se mantenga en el futuro. No obstante en la zona interior del bosque la acumulación de hojas puede hacer difícil no perder el trazado correcto, debiéndose prestar atención a las marcas correspondientes.
El camino que permite el tránsito de vehículos hasta el interior del parque presenta algunos socavones, aunque es practicable recorriéndolo con precaución. Es recomendable madrugar ya que cuando se completan las plazas del aparcamiento interior, se cierra el acceso y hemos de aparcar a la entrada. En todo caso en algunos momentos del año el acceso está restringido.
Resulta muy recomendable, por no decir necesario, acercarse a la Casa del Parque; no solo para informarnos de las posibles rutas sino también para conocer en mayor profundidad los valores de este espacio Natural.
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Vídeo del recorrido:
Venga, venga menos pamplinas jovencito:
ResponderEliminar1) Los baches hacen tiempo que estan y estan muy bien porque siempre hay espabilbaos que se piensan que ahi se pueden hacer rallies de tierra.
2) Deberian obligar a aparcar en la valla de fuera, que algunos tienen que ir al baño con el coche. Sospecho que es una finca particular, pues varias veces ya me he topado con vacas a las que esquivar ¡como para quitar los baches!
3) La persona que va al monte, tiene que ser coherente a donde va y como hay que comportarse. Al monte se va a andar y no a circular con el coche; pero como estamos en el mundo de la vagancia (he tenido que oir protestas de gente que iba desde el ultimo aparcamiento hasta el mirador del salto del nervion)
4) Y bueno, para recorrer el parque mejor empezar por el Mirador Ruben; que nosotros lo hicimos al reves y hubo tramos pelin pesaos
Saludos
Hola Montacedo, muy bien realizado el "ocho" para hacerse una buena idea del bosque y de los "acantilados"
ResponderEliminarMe la apunto en la misma dirección que tu para hacerla, yo siempre la hago al revés, pero haré los enlaces que propones en el mismo sentido.
Un abrazo
Gracias por dejar comentarios.
ResponderEliminarcsc. Los comentarios van dirigidos a la gente razonable que va al lugar. Los espabilados ya deciden por ellos mismos. De todas maneras depende del caso. A veces vas justo de tiempo y si oor ejemplo si yo voy a hacer una ruta de cuatro horas prefiero no perder dos horas extras (una de ida y otra de vuelta) antes de empezar. En definitiva, que me parece que las cosas están bien como están, simplemente retocando el camino de vez en cuando.
Abilio. Sinceramente el camino de Alterla es un poco soso comparado con el resto, salvo las vistas que se ven antes de volver a descender al bosque (fotos que vienen tras la de la seta). Así que lo que puedes hacer es desde el camino del mirador del nervión subir hasta allí y volver a descender. El tramo entre los dos aparcamientos es bastante bonito.
Un saludo