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miércoles, 29 de abril de 2020

Pingar el Mayo

En torno al primer fin de semana de mayo aún se tiene lugar en bastantes pueblos de la provincia esta tradicional celebración de recibimiento y exaltación de la primavera. 

Tradicionalmente, consiste en la búsqueda en el monte por parte de los mozos de un pino (u otro árbol) lo más alto posible, su limpieza de ramas (salvo la de la parte superior) y su traslado al centro de la localidad. A continuación viene la parte fundamental, el levantamiento del mayo con una hábil combinación de horquillas de madera y sogas, en una difícil y esforzada tarea que también simboliza la virilidad de los mozos del pueblo.

Hasta donde yo sé aproximadamente una veintena de pueblos de nuestra provincia conservan esta costumbre, muy pocos comparados con los de alrededor de l50 de los que existen testimonios. Dos son las zonas en donde más ha pervivido la costumbre. Por una parte, La Ribera y, especialmente, la zona serrana. Por resaltar algunos casos más curiosos, en Viloria de Rioja se "pingaba" el mayo de solteros y el de casados y en Pinilla de los Barruecos se además un mayo de niños. En la zona norte sólo se conserva en la localidad de Las Machorras, aunque allí se llama “Maya”, el árbol es un haya, y se levanta con ocasión de la tradicional fiesta de Nuestra Señora de las Nieves (LINK), a principios de agosto. 

Esta costumbre tiene evidentes connotaciones fálicas y sociales, además de suponer, al menos en origen, un rito iniciático del paso de la juventud a la madurez. También se relaciona con un antiguo culto primaveral en el que con la presencia de este árbol, otro ejemplo de dendrolatría, se pretendía propiciar la prosperidad de cosechas y ganados, así como la fecundidad de las mujeres. 

Antiguamente el acto venía acompañado de canciones ad-hoc, algunas con sentido petitorio. Algunos encuadran el rito el entorno pastoril, previo a la marcha de los pastores a Extremadura. 

A continuación algunas fotos de la "pingada" del Mayo en Hontoria del Pinar en 2019. A final incluyo un pequeño vídeo. 















Breve vídeo que considero bastante ilustrativo.


miércoles, 22 de abril de 2020

Ruta de Senderismo: Castillo de Malvecino

 Esta accesible y completa ruta, salpicada de puntos de interés etnográfico e histórico, recorre las lomas que cierran el valle de Valdivielso por el sur para dar paso al extenso páramo de Masa. Podemos hacernos una idea rápida de la riqueza patrimonial y paisajística que atesora este valle.

Dificultad: Media
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil salvo el último tramo.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia: 14 kilómetros y 4 horas



 
Situación.

Saldremos de Burgos en dirección Norte por la N-627 hasta que poco después de Sotopalacios nace la CL-627 en dirección a Villarcayo. Unos cincuenta kilómetros después, y tras descender el puerto de La Mazorra, giramos en Valdenoceda para tomar la N-232 en dirección este. Pasados unos dos kilómetros llegamos al cruce que da servicio al pueblo de El Almiñé. Dejaremos el vehículo en el entorno de la iglesia.

Puntos de Interés

Iglesia románica de El Almiñé. Calzada Medieval. Ermita de Santa Isabel. Pozo de Santa Isabel. Vistas sobre el valle de Valdivielso. Senda de Descenso. Vistas sobre el Castillo de Malvecino. Encinar. Árboles de ribera. Arquitectura popular y patrimonio etnográfico.

Descripción de la Ruta

Es inexcusable (podemos dejarlo para el final de la ruta) no dedicar unos minutos a contemplar la interesante obra románica de la iglesia de El Almiñé, concentrada en su interesante colección de canecillos y su imponente torre. Con un poco de suerte podremos visitarla en su interior.

Junto a la fuente con pilón, en la que podemos rellenar el agua para el camino, tenemos un cartel indicador del PR y el GR-85, que sigue la misma dirección que la carretera de acceso. Entre casas de buena piedra de sillería, algunas necesitando reparación, dejamos rápidamente atrás el barrio principal de este pueblo, e instantes después llegamos a otra agrupación conocida como barrio de Viñé. Prestaremos atención al último edificio que encontramos a mano izquierda y la fuente próxima, el mesón y la fuente del alba, lugares de suficiente interés como para dedicarlos la entrada de ayer.
Inmediatamente la pista se transforma en un camino empedrado, heredero de la calzada medieval que comunicó Burgos con el Cantábrico durante siglos (algunos le llaman el camino del pescado). En nuestro ascender de en torno a tres kilómetros veremos tramos que se encuentran en excelente estado, destacando las hileras de piedras laterales y centrales y los muros de contención. Transitamos por una pequeña hoz paralela a la más reciente carretera. El único punto de atención se encuentra pasado kilómetro y medio, en el que entre dos pequeñas canales hemos de decidirnos por la que se encuentra a la izquierda.
Este tramo termina en una bifurcación desde la que ya se contempla la ermita de Santa Isabel, hacia la que nos acercamos. Hemos salvado un desnivel superior a los trescientos metros, que se han hecho más llevaderos por el interés de trazado. El edificio religioso, de cuyo interés cultural ya hemos hablado en este blog, se compone de una amalgama de estilos y junto al mismo se encuentra incluso una nave ganadera. Merece la pena acercarse hasta el original pozo de la hoz, una fuente a la que se accede por un curioso pasadizo, y que se encuentra a unos cien metros al este de la ermita.
Para continuar hemos de tomar como referencia un edificio aislado que se encuentra unos doscientos metros al este de la ermita, conocido como casa de Las Lanas. Cerca de la misma nace un camino bastante claro, también en dirección este, por el que continuamos.

En los siguientes minutos hemos de rechazar sendas desviaciones a la derecha, de modo que continuemos paralelos a la modesta línea de cumbres de nuestra izquierda, como a unos quinientos metros de la misma, a nuestra derecha tenemos las amplias perspectivas del páramo de Masa.

Cuando hemos recorrido unos dos kilómetros y medio desde la ermita de Santa Isabel observamos un pequeño collado en la línea de elevaciones. A la altura del mismo el sendero gira en tal dirección y lo alcanzamos con facilidad.

El collado nos ofrece unas buenas perspectivas que incluyen parte del valle de Valdivielso, con los alargados perfiles de Quecedo y Arroyo e incluso la Iglesia de San Pedro de Tejada. El peculiar paisaje de los Cárcavos y la línea de cumbres de la sierra de La Tesla.

Comenzamos el descenso por un estrecho pero bien marcado sendero dejando un poco a nuestra derecha lo que queda de la antigua ermita de San Jorge (también tiene una curiosa historia que dejo para otra futura entrada). Muy pronto nos vemos rodeados de arbolado en el que domina la encina carrasca, pero en el que también se encuentran enebros, quejigos y boj, entre otros.

Se desciende con rapidez y facilidad, pues el sendero está bien marcado y la pendiente no es excesiva. Como a medio descenso, en una curva a derechas y junto a un antiguo corral, nos encontramos junto a una gran peña. Si nos acercamos hasta la misma y la bordeamos un poco por su izquierda tendremos unas interesantes perspectivas del castillo altomedieval de Malvecino o Toba.

Seguimos por el sendero, al que se unen en su descenso algunos otros y, ya a la vista de la carretera, pasamos junto a un manantial y poza preparados para la irrigación de huertos en periodo estival. Un poco más adelante desembocamos en Toba de Valdivielso justo a la vez que la carretera, tras dejar atrás su iglesia en precario estado.

Tras caminar unos cien metros por la carretera nos desviamos por el primer camino practicable a mano derecha, a la altura de una recia casa con escudo esquinero. El nuevo camino, que ignora un par de desviaciones a la derecha se encuentra muy rápidamente con el borde del Ebro, cuyo cauce remonta por espacio de unos centenares de metros.

Tras una pequeña rampa y acompañados de respetables ejemplares de quejigo nos acercamos de nuevo a la carretera, pero no la cruzamos sino que nos ponemos paralelos a la misma y desembocamos en un camino más ancho que nos deja en Santa Olalla de Valdivielso.

Tras alcanzar un panel explicativo de la ruta por la que transitamos, unos veinte metros más adelante prestaremos atención a un nuevo camino que nace en el estrecho espacio entre dos casas. Al poco observamos una pequeña construcción con el tejado nuevo. Es la ermita de San Roque. A modo de curiosidad indicaremos que el acceso al cementerio de El Almiñé (junto al que habremos pasado con el coche) está realizado aprovechando la antigua espadaña de esta ermita.

Al poco volvemos a girar, esta vez hacia la izquierda, y esta vez sí volvemos a cruzar la carretera. Al otro lado nace otro camino junto a una fuente que ha aprovechado lo que parece un sarcófago altomedieval. Instantes después nos incorporamos a un camino más ancho que va hacia El Almiñé; pero tras pasar junto a un lavadero, lo dejaremos por un camino mucho más rústico que nace a su izquierda, a mayor altitud.

Acompañados, como en los últimos kilómetros, de bonitos quejigos llegamos al abandonado barrio de La Llana, ya perteneciente a El Almiñé. Dejamos el camino que traíamos por otro que nace junto a la primera casa, de modo que no perdemos altitud ni dirección. Tras dejar a un lado el barrio de Santa Lucía (el cuarto barrio de El Almiñé) llegamos sin mayores novedades hasta el lugar desde el que comenzamos a caminar.

Comentarios

El recorrido se corresponde con el del sendero de pequeño recorrido PRC-BU-185. Creo que se puede considerar bastante asequible pues la subida, aunque larga, es tendida y se concentra en los tres primeros kilómetros de recorrido. La señalización es bastante buena, pero como ocurre en estos casos la abundancia de cruces en el último tramo puede inducir a error a medida que ésta se vaya haciendo más difusa.

La ruta se podría haber llamado de las ermitas o de las fuentes. Encontraremos unas cuantas en nuestro recorrido. De diferentes tipos.


Guarda este artículo como pdf e imprímelo cuando quieras

Track de la ruta (pulsa en el círculo verde para más información)


Vídeo con imágenes del recorrido:

miércoles, 15 de abril de 2020

Escultura del agua: Cascada de Guarguero

La cascada de Guarguero, ubicada en plena zona pasiega burgalesa, presenta un acceso relativamente sencillo al ubicarse muy cerquita de la carretera que sube al puerto de Estacas de Trueba, y la forma el río del mismo nombre.

El salto, de unos 10 metros de altura, se encuentra a muy poquitos kilómetros del nacimiento del Trueba. Es éste un río con muy importantes fluctuaciones de caudal a lo largo del año.



Las primeras fotos están tomadas en abril de 2019.




Y estas últimas en el mes de julio.



Como vemos el lugar es frecuentado para el chapuzón estival.


A la cascada se puede llegar desde Espinosa de los Monteros (es un tramo largo) o desde Las Machorras, siguiendo los senderos recientemente señalizados. Recibe también los nombres de km 21 (por estar situada a la altura de este kilómetro de la carretera) o Atrancos de Helguero.

A unos 200 metros, siguiendo el curso del arroyo de Peña Negra, hay otra pequeña cascada.




Termino el artículo con un pequeño vídeo.


miércoles, 8 de abril de 2020

Aldea del Pinar: El Pozo Airón y el aserradero de Agua

Aldea del Pinar es una pedanía del Ayuntamiento de Hontoria del Pinar, prácticamente en el confín que limita con la provincia de Soria. Encontramos en este bonito pueblo aún los rastros de las antiguas casas carreteras, acondicionadas para el descanso de aquellos que se dedicaban a este milenario oficio.


miércoles, 1 de abril de 2020

Escultura del agua: el churrión de Quintanilla del Coco

Aunque ya hablaba de esta cascada en mi anterior entrada, he querido hacer una entrada específica. El Churrión es una pequeña cascada de uno 10 metros de altura, que constituye el final de una estrechísima garganta (similar a la cercana de la Yecla) abierta por el arroyo de Los Molinos en las peñas de Cervera, aproximadamente un kilómetro al sur del pueblo de Quintanilla del Coco (cerca de la ermita de la Virgen de las Naves). Sólo tiene agua en épocas lluviosas.

Vista del acceso


 Garganta y cascada


 Vista más cercana

Aquí se aprecia mejor la garganta


 Haciendo zoom vemos que hay otra cascada en la parte superior. Queda el lugar para explorar para los practicantes del descenso de cañones.


Un pequeño vídeo con el sonido original